Desmontaron la escalera mecánica de la histórica Galería Tonsa

Desmontaron la escalera mecánica de la histórica Galería Tonsa
Este equipamiento fue instalado en 1960 y fue el primero en su tipo en el interior del país. Era utilizado por clientes del supermercado Persian que funcionó allí.
Subir o bajar por una escalera mecánica es algo a lo que si vamos al Shopping, por poner un ejemplo de tantos, no solemos prestarle mucha atención.

Son escalones que nos trasladan de una manera simple y rápida. O sea, en lo cotidiano le damos un uso funcional y listo. Pero, ¿cómo era usar una escalera de este tipo hace 40 años? Definitivamente, toda una odisea.

Ése es el recuerdo que queda a algunos pocos -de los más "antiguos"- propietarios de locales de la galería Tonsa. Es que allí se instaló en 1960 la primera escalera mecánica del interior de Argentina. Funcionó algo más de una década y luego quedó ahí, en desuso, como parte del paisaje de los transeúntes.

Hace un mes decidieron -no se sabe con precisión por qué- que era momento de sacarla. Ayer, luego de este tiempo de esfuerzo y trabajo, finalmente se logró completar la tarea que fue realizada por unos 15 operarios.

Sobre el destino que se dará ahora a la estructura metálica hay un par de versiones. Según testimonios recolectados en el lugar, se las llevan para alquilarlas por 3 ó 6 meses y luego las vuelven a instalar. Por otra parte, hay quienes indican que serán utilizadas en un espacio comercial que está próximo a inaugurarse en Mendoza.

Tal cual se recuerda, la escalera se colocó en 1958 y su inauguración fue dos años más tarde, junto a la de la misma Galería. Como está ubicada en la planta B, que sería la baja -ingresando por San Martín o por Catamarca- se utilizaba para bajar a la A, es decir el subsuelo, adonde estaba ubicado el supermercado Persian.

Según los más memoriosos, la escalera se estropeó con el aluvión que ocurrió en 1970. "Fueron lluvias tremendas. Ahí entró mucha agua y por eso se cerró la escalera y ya no se volvió a utilizar. Además, cerró el supermercado que funcionaba allá abajo y que fue (también) el primero del interior del país. Los dueños son la familia Poquet", comentó Dante Cutri, que es miembro de la comisión directiva de la Galería.

El hombre es dueño de Casa Cutri, un local de artículos de joyas y relojes. Y, si bien era chico cuando la escalera aún funcionaba, sabe bastante de la historia de ese típico espacio céntrico. El comerciante contó que cuando inauguró la galería "era toda una novedad; un centro comercial con las principales casas del momento. La confitería Vía Veneto o el Cine City, son dos clásicos que fueron muy frecuentados. Cuando abrió este novedoso centro comercial, los primeros años, venía gente de clase alta sobre todo", relató Cutri, mientras inspeccionaba que el desmontaje de la escalera se realizara correctamente. Según adelantó el señor, hay un proyecto municipal que busca restaurar y ordenar la galería.

"La idea que tienen es de volver a lo tradicional. También hay varios proyectos de los estudiantes de arquitectura de la universidad que suelen venir a ver la estructura porque está en bastante buenas condiciones", dijo Cutri.

Por su parte, Jorge Leonori comentó algunos de sus vagos recuerdos de los primeros años de la Tonsa. Es que era muy pequeño cuando sus padres lo llevaron a la galería a ver la escalera. El hombre fue administrador de la misma un tiempo y hoy se dedica también a la administración de consorcios. Su oficina, como no podía ser de otra manera, se halla en "la Tonsa".

"Mis papás instalaron un negocio de artículos regionales en la galería en 1973. Me acuerdo de aquella época: 'mandarse' por esa escalera, tanto para bajar como para subir, era toda una aventura. Era como que te iba a tragar algo", rememoró Leonori entre sonrisas. Si bien él entiende y comparte que hayan sacado la escalera, también confiesa que le cuesta aceptar la decisión.

"Aunque no funcione hace mucho tiempo, es un símbolo y por eso que la saquen a uno le produce mucha nostalgia. Es como si quitaran el Cóndor de ingreso a la ciudad o los portones del Parque. Para la gente como yo, que estamos aquí hace muchos años, es un verdadero símbolo", definió el administrador.

En un tono un tanto más crítico se expresó Salvador Accordino, quien supo tener un local nocturno en el subsuelo del lugar. "En la época de esplendor de la galería la gente estaba fascinada con todo. Incluso la escalera fue una novedad absoluta. Pero ahora, lamentablemente, ha perdido su esencia; más que una especie de shopping es como una cueva de cambio", deslizó Accordino, con una mezcla de nostalgia y amargura.

Murales patrimoniales

Por otra parte, cabe recordar que en agosto de 2010, el Concejo capitalino aprobó una resolución mediante la cual declaró integrantes del patrimonio cultural de la ciudad a 3 murales que ornamentan las tres plantas de la Galería Tonsa. Fueron realizados por los artistas Luis Quesada, José Bermúdez y el ya desaparecido Mario Vicente.

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