En paralelo, hubo una baja del empleo. El incremento en los informales y los cuentapropistas amortiguó la suba de la desocupación
Por Mariano Cuparo Ortiz
El desempleo saltó 1 punto a lo largo del 2024, aunque todavía está en niveles bajos gracias a la creación de puestos de trabajo informales cuentapropistas. Mientras que en el tercer trimestre del 2023 el indicador a nivel del total urbano nacional había llegado al 5,4%, luego del desplome de la actividad económica por la devaluación de fines del 2023 y su impacto en salarios y consumo dio un salto hasta el 6,4% en el mismo trimestre del año pasado. En paralelo, el empleo mostró una baja y el 44,2% de las personas tuvo trabajo. Para 2025 se espera que una actividad económica rebotando en base a sectores productivos con poco impacto en el empleo, por lo cual no se espera una mejora significativa en ese indicador clave a nivel social y con incidencia en el consumo.
El Indec publicó en la tarde del jueves el informe de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), con datos del total urbano, de que se desprenden las principales tasas correspondientes al tercer trimestre del año pasado. Si bien en diciembre el Indec ya había adelantado algunos números, aquel dato refería solo a los principales 31 aglomerados urbanos, por lo que la nueva publicación actualizó los números.
La suba de la desocupación hasta cerrar el tercer trimestre en 6,4% fue, en cualquier caso, algo moderada respecto a lo que se esperaba dado el escenario recesivo que marcó al 2024, con una caída del PBI que al menos hasta noviembre acumuló un 2,5% al comparar contra el 2023. Esos números ocultan un par de realidades.
Por un lado, aunque en torno a ese número fue la baja de la actividad económica (el martes 25 de febrero el Indec completará los datos de diciembre), lo cierto es que algunos de los principales creadores de empleo, como la construcción, que representa el 5,9% de los puestos de trabajo registrado; la industria, que representa el 18,7% de los puestos; y el comercio, que representa el 19,8% de los puestos, registraron bajas algo más graves: el sector fabril se derrumbó un 9,4% en la totalidad del 2024, la peor baja del siglo, superando incluso a la del 2020 pandémico; la construcción cayó nada menos que un 27,4%; y el consumo masivo acumuló una baja del 11,9%, según la encuesta de supermercados del Indec. Es decir, los sectores con más incidencia en el empleo tuvieron un año bastante peor.
Por otro lado, la suba de la desocupación menor a la esperada ocultó que hubo dos sectores del empleo que mejoraron a costa de precarización: según el propio Indec, los puestos de trabajo no asalariados, traccionados por modalidades como las de los coches a domicilio y el delivery, crecieron 1,8% anual en el tercer trimestre, mientras que los puestos en negro subieron un 1,4%.
Desde Misión Productiva adelantaron, además, que esos sectores más generadores de empleo tendrán un mal 2025, mientras que seguirán traccionando los menos creadores de puestos de trabajo. A través de un informe, remarcaron acerca de lo que viene para la industria: “Si bien en 2025 el salario real podría presentar una recuperación, lo que beneficiaría a los sectores industriales vinculados al mercado interno, la competencia se intensificará como resultado de la continua apreciación cambiaria y la creciente liberalización del comercio. Por su lado, si bien las exportaciones manufactureras se incrementaron en 2024, el panorama para 2025 luce poco alentador, dadas la apreciación cambiaria en curso y la carencia de otras medidas de desarrollo exportador”.
Sobre la construcción dijeron: “Las perspectivas para el sector de la construcción en 2025 continúan siendo desafiantes. El Gobierno no planea reactivar la obra pública, lo que impondrá un límite significativo a la recuperación del sector; mientras que el alto costo en dólares sigue limitando la obra privada”.
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