Cree que el gobernador se apura y que no tiene margen para tensionar aún más con CFK. La cuenta de los votos para voltear las PASO y el tope a las reelecciones.
Por José Maldonado
Sergio Massa no respaldará a Axel Kicillof si el gobernador decide avanzar por su cuenta con un intento de adelantar las elecciones en Buenos Aires separándolas de las nacionales, contra lo que Cristina Fernández de Kirchner y el excandidato presidencial postulan. Cree que eso sería el germen de una construcción política propia que implique una ruptura con el kirchnerismo.
En la turbulencia de la interna peronista de los últimos días, Massa trata de no perder su rol de mediador entre La Plata y el Instituto Patria, pero dejó saber a la gobernación que no le dará a Kicillof apoyo para lo que considera una "aventura": hacerle caso a su consejo de guerra y al grupo de intendentes que se reunieron el martes en Villa Gesell, que claman por el desdoblamiento para forzar una ruptura con CFK.
La postura del Frente Renovador
El posicionamiento massista en el debate que atraviesa al peronismo bonaerense lo hizo público días atrás Sebastián Galmarini, integrante de la mesa chica del Frente Renovador. "El desdoblamiento electoral va a incentivar la municipalización de las campañas, a la vez que alimenta las chances del oficialismo nacional para identificar sus candidatos desconocidos. Se va a transformar en una pugna entre oficialismos locales y Javier Milei con resultados inciertos", escribió el cuñado de Massa en un posteo en sus cuentas de redes sociales.
Más allá de los argumentos a favor o en contra de despegar la elección, el posteo de Galmarini fue un mensaje directo para la Gobernación platense. En esa pulseada, donde Kicillof juntó 35 intendentes alineados con el adelantamiento, Massa se para al lado de CFK. Decodificado: no pondrá en juego esa alianza si el gobernador decide cortarse solo y sus legisladores no le darán los votos para la reforma electoral que necesitaría aprobar en la Legislatura para eliminar las PASO, .
Si bien tiene potestad para adelantar los comicios, en un escenario con primarias provinciales vigentes se le complica a Kicillof el desdoblamiento, por lo que necesitaría el acompañamiento legislativo para una reforma más integral. En paralelo, en el Congreso se trataría la próxima semana la suspensión de las PASO para este año. El proyecto de Las fuerzas del cielo avanza: el PRO de Mauricio Macri avisó que acompañará la agenda legislativa de las extraordinarias.
"No tiene manos para desdoblar por las suyas", es la cuenta que hacen por estos días en la Legislatura bonaerense cerca de los despachos de Unión por la Patria (UP) que no responden a Kicillof. En rigor, lo cierto es que el gobernador está facultado para convocar a elecciones sin pasar por el parlamento, pero un movimiento autónomo como ese de su parte rompería los bloques y dejaría al kicillofismo en franca minoría frente a la alianza de massistas y camporistas, cuyo status quo no se alterará.
"Necesita a Sergio y a Cristina para modificar la ley de PASO bonaerense y para dar marcha atrás con el límite a las reelecciones indefinidas que le piden los intendentes. Sólo no va a ningún lado", dicen en la Cámara de Diputados, donde hacen matemáticas y no alinean más de 12 legisladores que responden directamente a Kicillof o a los intendentes y dirigentes del espacio "Axel Conducción".
El tándem Massa-CFK
Massa y CFK mantienen muy firme la sociedad política que firmaron en la campaña de 2019 y consolidaron durante el turbulento gobierno del Frente de Todos. Como contó Letra P, la alianza tiene un funcionamiento aceitado con encuentros y charlas telefónicas permanentes. El líder del Frente Renovador dio el visto bueno incluso para que parte de su tropa integrara la lista de Cristina en el PJ.
Por eso, Massa teje para reconstruir el vínculo muy dañado entre CFK y Kicillof, obsesionado con ser el armador del panperonismo anti-Milei. La unidad -que en su entorno muchos ven cada vez más difícil de mantener- es el único camino para preservar electoralmente a Buenos Aires y construir una alternativa para 2027.
Máximo Kirchner, Sergio Massa, CFK, Mariel Fernández, Axel Kicillof y Verónica Magario.
Las cuentas son simples, dice el excandidato presidencial. Si el peronismo va dividido en la provincia, La Libertad Avanza ganaría cómodamente y la pata electoral que presente el gobernador podría terminar en tercer lugar. "Si la pelea es por el liderazgo, no es el momento. Nadie lidera perdiendo por 20 puntos", es el razonamiento en la mesa chica massista, donde plantean dudas sobre el alcance del armado territorial que acompaña al gobernador.
En la guerra cada vez menos fría entre Kicillof y CFK, sostenida ahora en la tensión entre cuál de ambas partes está "rompiendo", Massa se pliega a la mirada del kirchnerismo que cree que el gobernador está apurando el enfrentamiento. En La Plata, la mirada es opuesta y hablan de una declaración abierta de guerra en aquel acto en Atenas donde el camporismo cantó contra el gobernador.
Como sea, Massa le pide a Kicillof paciencia y no apurar ninguna ruptura. Si el objetivo es 2027, primero hay que ganar 2025. Le advierte que una aventura en solitario podría dejarlo derrotado y con las manos vacías. Resta ver si el gobernador acepta la sugerencia.
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