Nilda Fernández está de vuelta. Se tomó un año y pico de descanso activo, tiempo en el que asegura que no perdió contacto directo con los problemas de la gente, y empezó a planear el regreso.
-Usted estuvo dos períodos en el Concejo Deliberante, pero en el último cobró gran protagonismo por su escisión del oficialismo y la conducción del cuerpo. Hoy, luego de un año y medio en el llano, ¿cuáles son las razones para intentar la vuelta?
-A mí esto me gusta muchísimo. Yo digo siempre que esto es una de las cosas que sé hacer bien. Será porque una le pone todo, el alma, el corazón, y las cosas van saliendo. Cuando las cosas se hacen con amor, a la larga van dando sus frutos. Yo nunca dejé, seguí caminando barrios, hablando con la gente. Además, el haber estado tanto tiempo en el Concejo Deliberante hacía que la gente viniera a mí cuando necesitaba algo, cuando no encontraba respuestas en el Municipio, cuando había una beca de por medio que no llegaba... Una, en la medida que pueda ayudar, lo hace, porque lo lleva adentro. Cuando se tiene una vocación de servicio es muy difícil desprenderse de estas cosas. Además, veo que el Concejo Deliberante necesita un abanico más amplio de opiniones, una pluralidad, porque de hecho las mayorías automáticas nunca fueron buenas en ningún lado. A mí me ha tocado trabajar, y lo hemos hecho excelentemente bien, en concejos donde había distintos colores políticos, y han salido proyectos enriquecidos por cada uno.
-Como radical, adhirió a la transversalidad que en su momento propuso Néstor Kirchner, y que incluso llevó a Julio Cobos a la vicepresidencia. Sin cabida en la UCR local, de donde fue expulsada, ¿por qué eligió este espacio vecinalista?
-Convengamos que muchos de los radicales en algún momento decidimos no estar más dentro de la UCR hasta tanto no hubiera un cambio, de hecho no estábamos de acuerdo con la conducción partidaria. También es verdad que por no haber dicho todo que sí, por pensar diferente y por haber tenido la osadía de no levantar siempre la mano tuve los problemas que tuve y que son de público conocimiento en la UCR local.
Una decisión
-Con el tiempo, ¿se arrepiente de algo?
-De nada, en absoluto. Lo volvería a hacer, absolutamente, por una sencilla razón: Cuando la gente de Tandil me votó para que la representara, no me votó para que levantara la mano por todo.
-Volvamos a lo del nuevo espacio.
-Sucede que no hay una contención dentro de la UCR, si bien es cierto que yo me referencio con el cobismo. Hace tiempo decidimos hacer esto, no lo decidí sola, veníamos hablando de este tema hace un año con el grupo de gente que me acompaña. Lo que pasó es que pensábamos que teníamos mucho más tiempo, pero el adelantamiento de las elecciones nos hizo correr terriblemente, pensando que a lo mejor no llegábamos siquiera a tener nuestro partido en condiciones. Pero lo que creo es que le estaba haciendo falta a Tandil algo diferente, una opción. El vecinalismo siempre estuvo muy arraigado en Tandil, y al dejar de funcionar como partido, hizo que nos decidiéramos a encarnarlo. Esto da la posibilidad de tener, dentro de la lista de concejales, esa pluralidad de la que hablábamos anteriormente. Aquí hay gente de distinto color político.
-Entonces, contrariamente al vecinalismo tradicional de Tandil, en el que encabeza no hay una expresión ideológica definida...
-Exactamente, somos gente de Tandil que queremos trabajar por Tandil. Bien clarito lo dice su nombre: Tandil para Todos. Hay gente del justicialismo, del radicalismo, independientes, gente que nunca participó en política, vecinos comunes que tuvieron ganas de participar y de comprometerse. Eso me hizo decidir por el vecinalismo.
-¿Y cuáles son las expectativas? Habría que poner varias cosas en la balanza: Usted tiene trayectoria, es conocida, por su rol institucional y por su oposición al lunghismo, pero con muy poco tiempo de construcción y de campaña debe enfrentar al aparato oficial y a dos peronismos que se juegan mucho...
-Yo soy optimista por naturaleza y confío mucho en la gente. Además, creo que la gente no se olvida cuando uno ha trabajado y cómo ha trabajado, y lo que le ha dado a la función pública. De hecho, lo digo con total modestia, lo puedo exhibir con orgullo, porque le he dedicado todo al Concejo Deliberante. He estado todo el tiempo, ustedes los periodistas lo han podido comprobar, sin horarios. He estado siempre a disposición de la gente.
-¿Eso se puede traducir en votos?
-Debo ser totalmente sincera: Nosotros no manejamos recursos económicos, de hecho no tenemos encuestas, no sabemos cómo estamos. Pero tenemos recursos humanos muy buenos. No nos hacemos demasiados problemas, porque es muy bueno el contacto permanente con la gente, el mano a mano.
El proyecto, en marcha
-El proyecto vecinalista como tal, ¿está pensado para más allá de esta elección?
-Sí, si no tenemos representación igual vamos a seguir, hemos puesto un pie, y vinimos para quedarnos. Vamos a trabajar por este proyecto, que es muy interesante. Tenemos buenas propuestas y cuando salimos a caminar nos damos cuenta de que no siempre las cosas llegan adonde tienen que llegar, y si llegan no llegan como debieran. Por eso nuestra propuesta de presupuesto participativo: Debemos llevarle a la gente lo que la gente necesita y no lo que nosotros queremos. Nos encontramos con barrios a los que les han llevado asfalto y cordón cuneta, pero no tienen agua. Entonces, me parece que es hora de darle la posibilidad al vecino para que priorice y maneje un determinado dinero del presupuesto municipal.
-Nilda, ya pasó por el Consejo Escolar, dos veces por el Concejo Deliberante, y ahora encabeza este proyecto vecinalista. ¿Aspira a la Intendencia?
-Bueno, no es a lo que aspiro ahora.
-Se lo digo en términos de la construcción que inició...
-No lo descarto. También es verdad que si hay alguien que tuviera mucha mejor intención de voto en una eventual contienda de estas características electorales, bien puedo dar un paso al costado, y acompañar lo mejor para Tandil. Esto no implica que yo venga a trabajar desde este lugar para ser intendente de Tandil. Eso se verá. Naturalmente puede surgir o no.
La transversalidad frustrada
-Usted fue duramente criticada desde dentro del radicalismo por haber adherido a la transversalidad. ¿Cómo vivió personalmente los primeros pasos del gobierno de Cristina K?
-Cuando nosotros decidimos acompañar la Concertación Plural lo hicimos convencidos de que es la forma, de que trabajando juntos podemos hacer muchas cosas, mejorar la calidad de vida de la gente y sacar el país adelante. De hecho, Raúl Alfonsín quiso hacer algo similar y no lo logró. La propuesta nos había llegado a todos aquellos que pensábamos en una mejor calidad de vida, en una redistribución más equitativa, en achicar la brecha entre el que más y el que menos tiene. Por eso nuestra decisión de acompañar este proyecto.
-Pero, ¿qué fue lo que sucedió? Porque Néstor K enseguida se volcó hacia el PJ y los dejó pagando...
-Bueno, no lo conozco en profundidad. Sé lo que sabemos todos. Creo que acá faltó la cuota de madurez que deben tener todos los que gobiernan, porque un proyecto de estas características se discute entre todos, se llega a un consenso en base a al diálogo, y acá lo que ha faltado precisamente es diálogo. Creo que hubo mezquindades, intereses muy mezquinos que no permiten que se trabaje en conjunto, lo hablo a todo nivel.
-Pero en este caso, Kirchner fue el que sobre la marcha prefirió otra herramienta.
-Sí, sí, no sé cómo lo habrá visto él, pero en realidad no se cumplió con la palabra empeñada. De hecho, la Concertación no existe, se disolvió.
Julio Cobos, el elegido
-Dos en una. ¿Estuvo a favor del voto ‘no positivo’ de Cobos? Y, de ser así, ¿debió haber renunciado?
-Renunciar no, de ninguna manera, porque a él lo eligió la gente para que lo represente. De pronto, si no le dieron posibilidad de diálogo, de sentarse a una mesa de consenso, cómo podía explicar qué es lo que quería o podía hacer. Pero luego de eso debió haber la madurez política necesaria como para poder reacomodarse y haber podido lograr al menos alguna cuestión que no nos esté perjudicando tanto en este momento de crisis.
-No me contestó lo del voto...
-Creo que estuvo bien, que cuando uno siente algo, no puede no hacer lo que le dicta su conciencia. Además, fijémonos en el contexto en el que estaba el país. Estoy convencida de que si ese voto no hubiera sido ‘no positivo’, el país hubiera sido un caos. En ese contexto, a lo mejor hoy no. Pero en ese momento no le veía otra salida, estábamos todos muy mal, las rutas cortadas, todos crispados. Ese voto fue lo mejor que nos podría haber pasado.
-Usted argumenta que sirvió para descomprimir, para pacificar. Pero Cobos lo utilizó, como utiliza el cargo, para empezar a construir su proyecto opositor...
-En realidad, él va tomando una notoriedad muy importante y tiene una imagen positiva espectacular. En realidad, él no buscó hacer política desde el espacio de la UCR, él buscó reconstruir el radicalismo en Mendoza. Después, es cierto que tuvo conversaciones con todos, pero no está dentro de la UCR, de hecho sus candidatos no lo están, su partido, o el que intenta armar, tampoco.
-Pero más allá del lugar, su espacio está en marcha.
-Si bien es cierto que él trató de armar su propio espacio político, no lo hizo tan en profundidad. Se lo digo porque lo conozco de adentro, cuando hablábamos con él y lo invitábamos desde diferentes ciudades, él trataba de tener un perfil muy bajo para no generar este tipo de roces con la Presidenta desde su lugar de vicepresidente. El prefería no exponerse para que la gente no pensara que lo usó políticamente.
-Nilda, usted misma lo dijo, coqueteó con todos los opositores...
-Yo digo, desde cada ámbito donde trabajamos y nos desarrollamos, hacemos política, es lógico. Imagínese a esos niveles, es política, si no, de hecho, no estaría ocupando ese lugar. Pero me parece que ha sido prudente, que es una persona muy mesurada, muy tranquila, que brinda seguridad, con una gran paz interior; no es una persona nerviosa, crispada, de mal talante, todo lo contrario. Eso ha hecho que su imagen vaya creciendo y tomando más volumen, la sociedad se lo reconoce.
-Entonces, para usted ¿es un candidato natural a la Presidencia en 2011?
-No sé lo que puede pasar, pero creo que sí, naturalmente es uno de los candidatos, sin ningún lugar a dudas. La Unión Cívica Radical no tiene candidatos.
-Sugiere que cree en la posibilidad de que todos confluyan nuevamente en la UCR...
-No, no, de ninguna manera. Se ve permanentemente, hay muchos roces, diferencias, cosas muy difíciles de amalgamar. No veo que se vuelvan a juntar todos, le diría que es casi imposible.
-A Cobos, entonces, ¿ lo visualiza por afuera, con su propio espacio?
-Sí, lo veo por afuera de la estructura, salvo que la estructura tradicional sepa dar el paso al costado que tiene que dar y dejar que venga la nueva gente. Pero eso es muy difícil, y tiene que ver con las mezquindades que hablábamos hace un rato.
Voto secreto
-Seguramente va a dejar en libertad a sus adherentes en el orden local para votar en los otros niveles. Ahora usted, en lo personal, ¿para qué lado apunta?
-No, desde que se armó este espacio dijimos lo mismo: A nivel nacional y provincial que cada uno elija y vote lo que quiera. Mi proyecto y mi energía están puestos en la ciudad. Después, cada uno tiene su corazoncito. Yo no voy a negar mis raíces, yo vengo del radicalismo, soy radical y lo seguiré siendo toda mi vida.
-Sin embargo, no la veo votando a Carlitos Fernández, por ejemplo...
-¡Por qué no! El voto es secreto. Pero, ¡por qué no!
-Porque tuvo una historia bastante complicada con el lunghismo...
-Bueno, pero Lunghi no es Carlitos Fernández.
-Nilda, por carácter transitivo. Funcionarios funcionales al Gobierno le pegaron bastante...
-Mucho, mucho, muchos sin tener motivo alguno. O sí, a lo mejor puedo ser un problema, o una piedra en el zapato (risas). Pero bueno, no tengo ese tipo de mezquindades. En realidad, si hay una posibilidad de que alguien de Tandil pueda estar... Pero bueno, tampoco quiere decir que vaya a votarlo. Hay que analizar y ver todas las cosas.
La relación con Lunghi
-Vamos a hacer un poco de historia reciente. En lo personal, más allá de lo político, ¿sus diferencias con Lunghi son irreconciliables?
-Sabe, nunca mezclo lo personal con lo político.
-El, parece que no tanto. En su momento, en una entrevista con este Diario, sostuvo que usted se hizo opositora porque no le aceptó que Juan Urruty fuera nombrado en la Usina...
-Eso no es verdad. Fue todo al revés. Miguel Lunghi pidió que yo no presidiera el Concejo Deliberante a cambio de la vicepresidencia de la Usina para Juan Urruty. Cosa que no tiene nada que ver, porque Juan Urruty es una persona y yo soy otra. Tengo mi militancia y mi trayectoria en el radicalismo, como la tiene Juan Urruty.
-Bueno, pero le endilgaron eso.
-Nunca pedí absolutamente nada para mi gente. De hecho, parta de esta base: Cuando llegué al Concejo Deliberante, no llevé a ningún amigo personal ni a ningún familiar. Si quiere, repase todos los secretarios y la gente que tiene Miguel Lunghi, y vea cuántos familiares hay en el Municipio. Yo no llevé a nadie. Yo llevé como secretario y no me arrepiento, porque es un lujo de persona, al doctor Andrés Dorta, que era un militante de la Juventud Radical. Entonces, más claro que esto, no hay otra cosa. Lo que pasa es que cuando no se tiene un motivo para hablar de la otra persona, se raya en lo personal. Jamás pedí nada, y en ese momento había gente amiga que necesitaba trabajar, pero no precisamente Juan Urruty, que además de su trabajo en La Plata tiene su empresa familiar. Creo que la gente lo ve y lo vio en ese momento. El que me conoce sabe que yo jamás haría una cosa de esas, y el que me conoce sabe que yo vivo de mi trabajo y no de la política.
-Usted había llegado con mucho entusiasmo, en segundo término en la lista de Lunghi. Pero, a partir de allí la relación quedó absolutamente quebrada...
-Sí. Honestamente, no sólo con entusiasmo. Fuimos a buscarlo para que fuera el candidato, trabajé como acostumbro y sé hacerlo, gastando las suelas de los zapatos, para que Lunghi llegara a ser Intendente. Bueno, lo que pasó después, cada uno lo sabe, sabe qué le puede haber pasado interiormente. No sé qué le ocurrió a él. Yo no tengo ningún tipo de resentimiento, no estoy resentida, ni enojada, ni mucho menos. Creo que, a pesar de todo lo que se ha dicho, que era una traidora, que escribieron paredones y demás, habría que ver quién traicionó a quién.
-¿Hoy se tomaría un café con Lunghi?
-Yo no tengo ningún inconveniente. Yo me siento a tomar un café con cualquier persona, con cualquier político de Tandil. Yo particularmente, no tengo ningún tipo de problema ni lo tuve nunca. El que creo que tiene el problema es él, y es lamentable. No es un problema personal, es un problema de él. Qué quiere que le diga: Allá con su conciencia. Yo la tengo muy tranquila y puedo dormir muy bien.
-Pero volviendo a lo personal, en su momento usted le dio una respuesta fuerte respecto a la conciencia ante el suicidio del tesorero Ricardo Galotto...
-Exactamente. Exacto. Yo estoy muy tranquila con mi conciencia. Estas son las ingratitudes de la política, que también tiene satisfacciones inmensas. A mí lo que me llena de satisfacción es el reconocimiento de la gente, no de una persona. El que me conoce sabe que yo sigo siendo Nilda. Y punto.
Cuestiones que corregir
-De su paso por el Concejo conoce más de cerca la gestión. ¿Qué es lo mejor y qué lo peor de la administración Lunghi?
-No se puede negar lo que está bien hecho, hay cosas en la ciudad que están bien hechas, y las reconozco, no tengo la necedad de no reconocerlas, pero creo que hay otras muchas para corregir. Por ejemplo, el tema de la salud, me parece que es muy importante. Los dos hospitales no funcionan como se dice, lo mismo con los centros de salud barriales. Yo en su momento había presentado en el Concejo el proyecto del Seguro Municipal de Salud, porque casi el 50% de los ciudadanos de Tandil no tienen cobertura social. Hay que trabajar muy fuerte con eso. Y también en el tema seguridad.
-El argumento es que no hay recursos y que la policía no es resorte de la comuna.
-Estoy convencida de que trabajando en conjunto con las autoridades provinciales y de la Provincia se pueden hacer muchas cosas. Nosotros estamos planteando la creación de un Cuerpo de Custodios Municipales, una Oficina Municipal de Monitoreo de la Seguridad y retomar las reuniones que teníamos bimestralmente con los jefes policiales. Hay mucho que se puede hacer, lo que hay que tener es decisión política. Lo mismo nos ocurre con el tema vivienda, donde proponemos la implementación del Instituto Municipal de la Vivienda y la creación de un Banco de Tierras municipal, para que se puedan adquirir tierras y realizar urbanizaciones sociales a bajo costo. Convenios con Nación y Provincia para financiar la construcción de las viviendas, etc. etc...
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