TiempoSur recorrió en exclusiva la planta de reciclado administrada por la empresa Nueva Santa Cruz a raíz del reciente convenio firmado con el Municipio. Cómo funciona, el impacto de la reducción de basura, los objetivos y el impulso que está tomando en diversos sectores de la comunidad. La separación domiciliaria y recolección diferenciada debe ser la meta a alcanzar por el Municipio.
Esta madrugada la planta de reciclaje instalada en el actual vaciadero municipal y administrada por la firma Nueva Santa Cruz, dio el paso final hacia la operatividad máxima de su infraestructura. Con “mucho para mejorar y crecer”, como aseguran sus propietarios, se convierte en un paso fundamental hacia el tratamiento responsable de nuestros residuos domiciliarios, por lo que ahora hay que apostar a las buenas políticas públicas en la materia y, por supuesto, la ayuda inconmensurable de la ciudadanía. El objetivo es que se reciclen 100 toneladas diarias, para ello deberá trabajar 24 horas, los 365 días del año. Desde las 00:00 de hoy se ha iniciado el camino.
Los socios gerentes Christian Ruffa y Leonardo Artieda, junto a profesionales y personal que trabajarán la Planta de Tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos Municipal, recibieron a TiempoSur en las mejoradas instalaciones. La empresa ya realizó inversiones en obras civiles, pintura, construcción de sanitarios, redes de gas, luz y agua, tal como lo estipula el convenio rubricado, aunque uno de los socios asegura que “queda bastante por hacer y de a poco vamos a ir mejorando todo”.
Ruffa contó que la empresa inició su labor hace 6 años más que como un proyecto, como una necesidad. El desempleo de un familiar los llevó a buscar alternativas y fue allí cuando vieron la veta. “En Río Gallegos nadie juntaba cartón”, explicó. Desde ese momento, junto a Artieda, se abocaron a la construcción de una prensa y al poco tiempo se vieron recolectando cartón en toda la ciudad. Sus propias exigencias y la de los compradores, quienes comenzaron a exigir fardos de mayor tamaño, hicieron que rápidamente adquirieran nuevas enfardadoras, esta vez de 200 kilos, lo que significó ya un primer paso hacia el crecimiento. Hasta ese momento transportaban dos camiones por mes hacia Buenos Aires y otras provincias. Si bien ya habían presentado el proyecto a la anterior gestión municipal de Roberto Giubetich, es recién ahora que les llega la posibilidad de este gran desafío.
El convenio da en concesión la Planta de Tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos Municipal, además de las instalaciones, lo que sumado a la recolección se convertiría en el aporte del Municipio en la ecuación, mientras que la empresa se encarga de la separación las inversiones en infraestructura, los empleados, la logística y la venta. Venta de la cual el Municipio recibirá el 8%. El fin de semana, durante el último recorrido Grasso manifestó: “El Municipio no realiza ninguna inversión, pero sí participa de un porcentaje de las ganancias que genera la comercialización de los residuos” y remarcó: “Son muestras de trabajo concreto, sin vueltas”.
El proceso
Son 33 camiones con carga máxima los que ingresan durante 24 horas al vaciadero municipal, de los cuales, por el momento, solo son 9 los que atraviesan el proceso de reciclado. “Parece una planta grande, pero queda chica para la cantidad de basura que ingresa”, contó Artieda y aseguró que con el correr de las semanas el número será mayor.
Desde esta madrugada la planta está 100% operativa. Seleccionan cartón, botellas de vidrio, botellas de plástico, el soplado o nylon, latas de conserva y lata de aluminio, que es “lo que se recicla y se puede vender en provincia de CABA (cartón y nylon), en provincia de Buenos Aires (plástico y vidrio) y a Mendoza (tetra pack)”.
Vale la pena mencionar que recién el pasado día lunes comenzaron a trabajar 24/7, con grupos de trabajo de 8 horas y un total de 16 empleados debidamente constituidos que prestan servicio para la empresa. Hasta el día de hoy han recibido más de 180 curriculum vitae.
Si bien al ritmo actual se espera puedan alcanzar un camión por semana, lo que esperan, o “lo ideal”, serían dos camiones por semana.
Ruffa manifestó que las expectativas “son de crecimiento”, incluso este inicio ha sido superador. “Hay para hacer muchas cosas y esto el día de mañana va a quedar chico”, dijo y amplió: “Lo ideal sería poder generar un circuito con la comunidad, que la gente pueda hacer separación domiciliaria, que el Municipio efectué una recolección diferenciada. Eso aumentaría nuestra capacidad de reciclado y por consecuencia la remediación ambiental”.
En este sentido, Artieda manifestó que “ese es un paso que a la larga inevitablemente va a suceder, lo que pasa es que uno no está acostumbrado a separar la basura, aunque ya tenemos muchos vecinos que vienen a tirar sus residuos separados a los “contenedores verdes” que tenemos a un costado del galpón, la gente de Quiero un Río Gallegos Limpio y otras agrupaciones ya acercaron sus proyectos, la verdad que es muy interesante. La gente está apoyando, los vecinos quieren su ciudad limpia. En este proyecto ganamos todos”.
El trabajo en números
. Promedio de 14 fardos por día: 12 cartón y 2 de nylon.
. En un fardo de 103 kilos entran 21 mil botellas de 500ml.
. En un fardo de 106 kilos entran 5 mil botellas de 2L.
. Se producen 300 kilos de botellas de vidrio molido.
. Desde hoy enfardarán latas.
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