La polémica en el kirchnerismo puntano surgió a raíz de la confección de la nómina de concejales que competirán en la ciudad el 8 de noviembre. De acuerdo al resultado de las PASO, la lista será encabezada por 3 varones; la integrante de una de las listas, Gladys Orellano, solicitó para sí el tercer lugar, para dar cumplimiento a la Ley que establece que el 30 por ciento de los cargos expectantes debe ser ocupado por una mujer.

A pesar del pedido, la Junta Electoral del FpV decidió que sean tres hombres los que vayan primeros, sobre todo por un fallo judicial de hace dos años que definió una disputa del Frente Progresista Cívico y Social en ese mismo sentido.

“Los responsables que hayamos llegado a esta situación no es el Frente para la Victoria, donde hay posturas distintas, sino el bloque de diputados de Compromiso Federal. Esta confusión se da porque hay un vacío legislativo: la Ley de cupo femenino es anterior a la Ley de las PASO. El FpV, por medio de la diputada Sonia Delarco, quiso solucionar ese vacío con un proyecto de Ley que Compromiso Federal no quiso ni tratarlo”, señaló Neme.

El abogado consideró que el bloque oficialista de la Cámara baja provincial “podría haber dicho que esa solución no les parecía justa y darle otra, pero solucionarlo de alguna forma, pero cajonearon el proyecto y no buscaron ningún tipo de solución”.

Neme afirmó que la resolución de la Junta Electoral ya no es modificable, por lo que deberá ser el Tribunal Electoral quien decida si debe haber cambios en la lista de concejales del espacio K.