Los mayores grupos del sector rechazan aplicar el descuento del 20% en una serie de productos de la canasta básica acordado por la Secretaría de Comercio
Como si fuera un "deja vú" de políticas anteriores, los supermercados y el Gobierno acordaron lanzar "Precios Diferenciados" para una serie de productos de la canasta básica.
Las grandes cadenas de hipermercados salieron a cuestionar y aclarar que no participan del acuerdo cerrado entre el Gobierno y los supermercados del interior mediante el cual se aplicarán descuentos a una serie de productos de primera necesidad.
Entonces, ni Coto, ni Carrefour, ni Changomás, ni La Anónima ni las marcas del Grupo Cencosud (Disco y Vea) aplicarán rebajas del 20% por 60 días, es decir, hasta fines de febrero o principios de marzo, en los precios de 20 productos de la canasta básica y que comenzó a regir desde este miércoles 27 de diciembre.
De esta forma, los clientes de las seis empresas no encontrarán en sus góndolas ni en las cajas de pago la promesa de aplicación de este descuento que, mayormente, se dará en los supermercados regionales o provinciales que adhieran a la medida, que es de apicacion voluntaria.
En lo que respecta a la canasta básica, está formada por azúcar, yerba, fideos, harina, aceite, galletitas saladas, galletitas dulces, huevos, leche, pan, legumbres (arvejas y lentejas), puré de tomate y dulce de leche.
También por gaseosas, té y mate cocido, papel higiénico, jabón de tocador, lavandina, rollos de cocina y detergentes.
En su mayoría, la canasta agrupa productos de primera necesidad, pero se desconocen las marcas con descuento.
Los grandes grupos se encuentran afiliados a la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), que no participó de las negociaciones con las nuevas autoridades de la Secretaría de Comercio que ahora está al frente Pablo Lavigne y es ayudado por el subsecretario de Defensa del Consumidor y Lealtad Comercial, Fernando Blanco Muiño.
Ambos funcionarios, que dependen del super Ministerio de Infraestructura que comanda Guillermo Ferraro, negociaron la creación de este programa con las autoridades de Cámara Argentina de Supermercados, la Red Súper Argentinos y la Federación Argentina de Supermercados y Mayoristas.
Y lo bautizaron como "Precios Diferenciados", una especie de deja vú de Precios Justos aunque mucho más reducido en la cantidad de productos que involucra, pero que, básicamente, persigue el mismo objetivo del anterior gobierno de combatir la inflación con medidas de este tipo que nunca dieron los resultados esperados.
Además, va en contra de las políticas de libre mercado que forman parte de las banderas con las cuales asumió el presidente Javier Mieli su mandato por los próximos cuatro años y que se resumen en el DNU que presentó ante el Congreso para liberar y desregular la economía.
Descuento "modo Milei" sin las productoras
De igual modo, las empresas productoras, que durante la gestión del kircnerismo y el massismo se vieron obligadas a negociar precios regulados y aplicar aumentos muy por debajo de la inflación, también rechazan el nuevo plan y sus voceros aseguran que ni siquiera fueron consultados por las nuevas autoridades.
Advierten, que se trata de un nuevo programa de contención de precios de alimentos que conforman la canasta básica que tampoco tendrá el efecto deseado.
Recuerdan las regulaciones aplicadas por el ex ministro de Economía Sergio Massa y el ex titular de la Secretaría de Comercio Matías Tombolini de utilizar estas estrategias para, por lo menos contener la inflación que finalmente fracasaron si se tiene en cuenta que 2023 terminará con un aumento del índice de precios cercano al 200%.
Las alimenticias, además, se encuentran en "guerra" con las grandes cadenas por las listas de precios que envían con aumentos de hasta el 40%, pero que están "pisadas" por los ejecutivos del sector del retail.
Las razones del acuerdo de precios
La iniciativa se gestó durante varias reuniones que representantes de las cámaras de supermercados mantuvieron con las nuevas autoridades.
A través de un comunicado, las cadenas del interior aseguran que, con esta iniciativa, "reafirman su permanente compromiso con el país y el consecuente apoyo a la actual gestión, ofreciendo productos de primera necesidad a precios muy convenientes para sus clientes".
Además, el convenio no menciona marcas de empresas productoras de estos artículos de primera necesidad que, en varios casos, escasean en las góndolas o que las cadenas le imponen una cantidad limitada por consumidor.
"En esta nueva etapa, sin controles de precios, congelamientos y otras formas de intervención del Estado, los empresarios contribuyen, de manera voluntaria y transitoria, para que el flagelo inflacionario afecte en menor medida a la capacidad adquisitiva de los consumidores", finaliza la nota que lleva las firmas de Ricardo Zorzón, presidente de la CAS y de Víctor Palpacelli, titular de FASA.
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