Gerardo Morales lo había propuesto para definir un candidato presidencial de la UCR, pero Facundo Manes y otros dirigentes pusieron reparos. Negociaciones en la previa a la reunión de este miércoles en el Comité Nacional.
Todo indica que no habrá interna radical antes de las PASO. En la previa de la reunión de la mesa ejecutiva del Comité Nacional, referentes de la UCR arrancaron con la discusión sobre la conveniencia y viabilidad de armar una competencia propia para definir un candidato presidencial del partido de cara a la disputa -o a las negociaciones- con el PRO. La había propuesto Gerardo Morales, titular del partido y uno de los postulantes, aunque generó reparos en Facundo Manes y otros dirigentes. Sin acuerdo a la vista, quedó prácticamente descartada.
En medio de los festejos por el tercer campeonato mundial de la Selección, los principales referentes coordinaron un encuentro al caer la tarde del martes para buscar unificar una postura. Morales había avanzado con el propósito de armar una interna entre afiliados e "independientes", es decir no registrados en otros partidos, en una actividad con Manes en Formosa, hace tres semanas.
"Nosotros creemos que sería bueno para la UCR. Nos permitiría hacer campaña, discutir políticas públicas, construir una agenda del radicalismo de cara a la coalición y resolver que tengamos un candidato sustentado por todo el partido", argumentaron cerca del gobernador de Jujuy, aunque a la vez abrieron interrogantes sobre las posibilidades de avanzar: "Sirve si estamos todos de acuerdo. Si van a poner objeciones o a embarrar la cancha, no tiene sentido".
Por lo que pudo averiguar Clarín, parte de los dirigentes tomaron distancia o pusieron resistencia a la iniciativa. Como fundamento esgrimieron las dificultades para organizar la logística y los padrones en pocos meses -la idea era hacerlas entre fines de marzo y mediados de abril-, aunque hubo otros motivos. Uno de ellos la desconfianza mutua entre los diferentes sectores, por los vínculos y negociaciones en marcha entre referentes del radicalismo y sus pares del PRO.
El senador Alfredo Cornejo y los gobernadores Rodolfo Suárez y Gerardo Morales, en la Vendimia.
"No hay ánimo para armar una interna de ese tipo ahora. Tendrían que estar de acuerdo todos y hay que estar seguros de poder hacerla. No estamos viendo ese escenario en este momento", se sinceró un encumbrado dirigente, más inclinado a respaldar las aspiraciones de Manes. "Sería súper engorroso organizarla, una locura. Y no tendría efecto para cuadrar a todo el partido. No hay manera de evitar que haya radicales que aparezcan en otras listas", coincidió otro de los caciques en rechazar la iniciativa.
Entre los antecedentes de competencias previas a las presidenciales tomaron principalmente dos casos, antes de la sanción de las PASO. La disputa en 1998 entre Fernando De la Rúa y Graciela Fernández Meijide, que para algunos funcionó como un impulso extra a la candidatura del radical para su triunfo en las elecciones del año siguiente, en contraposición con la pulseada entre Leopoldo Moreau y Rodolfo Terragno, con denuncias de fraude y el 2% del actual diputado del Frente de Todos en la presidencial de 2003.
Los principales referentes del radicalismo, en el acto por la recuperación de la democracia en Costa Salguero. Foto: Guillermo Rodríguez Adami.
"Algún método de resolución hay que definir si queremos tener un candidato", insistieron desde el sector de Morales, y le endilgaron a Manes haber pedido una interna partidaria -en una visita a Mendoza, en agosto- y luego cambiar de opinión. El neurólogo lo condicionó a un acuerdo partidario amplio, algo difícil por el momento, y dirigentes que trabajan en su candidatura propusieron resolverlo con una serie de encuestas, una alternativa que tampoco consiguió consenso. Tampoco Alfredo Cornejo y Martín Lousteau avalaron la puesta en marcha de la interna.
"Los candidatos no le ponen condiciones al partido, es el partido el que le pone condiciones a los candidatos. El partido tiene que resolver el rumbo y la estrategia, independientemente de las candidaturas", marcaron la cancha en el Comité Nacional. Las desconfianzas cruzadas complican el eventual escenario para un acuerdo.
"Gerardo quiere armar la interna para demostrarle a Rodríguez Larreta que él es el jefe y quedar como el único interlocutor radical con el PRO, algo que no a pasar", apuntó un rival del gobernador de Jujuy a la relación recompuesta entre Morales y el jefe de Gobierno porteño. También generan recelos las actividades de Cornejo con Patricia Bullrich y los movimientos de Gustavo Valdés, a los que acusan de "trabajar para el PRO".
Para discutir la estrategia y confrontar posiciones, Morales convocó a una reunión a Manes, Cornejo, Valdés, Lousteau, Mario Negri, Luis Naidenoff, Ernesto Sanz, Angel Rozas, Emiliano Yacobitti y Maximiliano Abad, entre otros, aunque algunos como Cornejo -estaba en Mendoza y se atrasaron los vuelos- no llegaron por los festejos de la Selección.
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