El actual funcionario municipal sostiene que los daños son coyunturales y que no hay riesgo de derrumbe.
Eduardo Niéderle es actual secretario de obras públicas de la Municipalidad de la Capital y fue el ingeniero designado por la empresa Capdevila para dirigir la obra del Estadio Bicentenario (con la salvedad de que controló el 70% de los trabajos). El profesional aseguró que no existen problemas que pongan en riesgo la estructura. Además, dijo que "es muy fácil" solucionar los inconvenientes estructurales que hoy se observan y que no significará una gran erogación económica su reparación.
Las declaraciones de Niéderle surgen luego de que se puso en tela de juicio la estabilidad y seguridad del Estadio Bicentenario, debido a que por un asentamiento en la tribuna sur (ahora se repite en la tribuna norte) se formaron grietas, lo que disparó la polémica, con ataques y contraataques entre funcionarios del Gobierno provincial y profesionales que intervinieron en el proyecto.
Al respecto, Niéderle aseguró que "no es nada, no vale la pena defenderse o atacar, son problemas coyunturales en cualquier obra" y explicó: "Ninguna obra tiene negligencia, más en este tipo de obras. Cuando se realizó ese sector donde se está hundiendo, yo no estaba en esa parte de la construcción, no sé porqué se está hundiendo o asentando, pero eso antes estaba puesto con piedras y después se le tomó la junta, si no se hubieran tomado las juntas no se ve el agrietamiento, porque la piedra se acomoda, al poner concreto se ve la grieta y parece más grave".
Niéderle asegura que la empresa cumplió con todas las normas que decía el pliego de especificaciones técnicas, y que durante la construcción del Estadio había seis inspectores profesionales del Estado controlando los trabajos. Para el profesional es imposible que la obra tenga errores graves. Sí aceptó que puede haber errores, pero todos involuntarios, y recordó que en la construcción trabajaron 400 personas y no se las puede controlar a todas.
Además, el ingeniero asegura que la discusión es otra, si la empresa Capdevila debe o no reparar la falla con la garantía como pretende el Estado.
"El estadio es seguro, no tiene ningún riesgo más allá de un problema coyuntural que pueda haber, que es puntual, porque en una obra grande puede haber problemas, el tema es que si a la empresa le corresponde reparar o no, y esto es un tema administrativo del Estado", concluyó.
PIEDRAS
Lo que se ve e impacta al observar el estado del Estadio Bicentenario es la ruptura de la junta que se hizo para sostener las piedras colocadas en las paredes con el argumento de evitar agresiones entre hinchas.
Una solución rápida y fácil
Para el ingeniero Niéderle, es muy fácil determinar cuál es la tarea que se debe realizar para reparar la falla que tiene el Estadio Bicentenario.
"Si hay un problema de compactación que es lo que argumenta el ingeniero Murúa, es fácilmente comprobable, lo destapás y haces un ensayo de densidad proctor estándar o modificado y determinás la densidad del suelo, ahí podes comprobar si está compactado o no, pero en el concepto global de la obra, la obra es segura".
Si éste es el problema (compactación), para Niéderle, "se puede levantar la parte de hormigón, reacondicionar el suelo y volverlo a hacer, es un trabajo rápido y de bajo costo, porque es un pedacito donde hicieron el muro vertical que se hizo para incrementar la capacidad del estadio. No es una mala solución técnica".
En referencia a cuándo se debe hacer la intervención dijo que "si detectás el problema hay que intervenir en el acto".
En respuesta a las declaraciones del secretario de Deportes de la provincia, Maximiliano Brumec, dijo que "no hay nada de riesgo, el Estadio es 100% seguro, eso de que se va a estar hundiendo tres años no tiene explicación técnica. La empresa ejecutó lo que decía el proyecto", finalizó Niéderle.
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