Un vuelco extraordinario dio la investigación por el incidente del avión Pipper en un campo en la zona norte de Napenay, en el que en el primer momento se había considerado que la aeronave había sido atacada primero por una “boleadora” de alambre que obstruyó la hélice del motor.
Efectivos policiales de la provincia del Chaco confirmaron ayer a NORTE que encontraron en cercanías al campo del lote 26 jurisdicción Napenay -donde fue hallado el avión- cuatro postes de tendido de energía eléctrica seriamente dañados y cables de aluminio cortados, por lo que se presume que la aeronave civil piloteada por el joven saenzpeñense habría colisionado el tendido de líneas.
A ello se suma la constatación de que a la hora del incidente se produjo un corte de luz en viviendas que reciben suministro eléctrico a través de esta red de energía.
Asimismo, una alta fuente policial reveló a NORTE que los impactos de proyectiles en el avión no muestran haber venido de la tierra, es decir, se descartaría que fueron disparos con escopeta como se había indicado en un primer momento.
Hipótesis desestimadas
Otra de las hipótesis descartadas por los investigadores es que algún poblador rural haya resuelto atacar con armas de fuego al avión, pensando que se trataba de un fumigador, luego de los airados reclamos de la comunidad de Napenay años atrás por las pulverizaciones aéreas.
También se descartó de plano que haya sido producto de un accidente provocado por cazadores de palomas, dado que la geografía del lugar no da indicios de que se pueda practicar esta actividad en este descampado cubierto solo por cortinas forestales.
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