Salvador Serenal es hoy el político más famoso de Lincoln. Destrozó a Jorge Fernández, intendente de esa ciudad, en las últimas elecciones y va por más.
Salvador Serenal, político que arrasó en las últimas elecciones de Lincoln, es vivo como un rayo y sabe que la gente está harta de que los candidatos se culpen entre ellos para después decirnos que las cosas andan mal debido a que el otro dejó un desastre. Por eso esquiva atacar de frente a Jorge Fernández, intendente de Lincoln. Al mismo tiempo y probando que es capaz de fumar bajo el agua, desliza que “Hay una sensación de que las cosas se hicieron muy mal, y la idea de corrupción está muy instalada en la ciudad”. Aunque ese no será el centro de su mensaje terminará conquistando a la tribuna con un tímido pero contundente: “No descartamos una Conadep de la corrupción en Lincoln”.
Como todos los radicales (preside el grupo “Militancia Radical”) habla mucho de valores frente a una audiencia desconfiada (en este caso yo) que nos dormimos ante la típica verba de este partido histórico. Pero ojo, no me gustaría tener a Serenal en el lugar de contrincante. Sabe bien cuando es hora de dejar la cháchara e ir a los bifes.
Omar Bello:¿De dónde saliste? Porque Lincoln era el imperio de Fernández hasta que llegaste vos y arrasaste en las últimas elecciones.
Salvador Serenal: Hace siete años que venimos golpeando puertas. Y no es una metáfora. Mientras la municipalidad de Lincoln se convertía en una suerte de barrera inexpugnable y las minorías políticas no teníamos voz, decidimos hacer un trabajo de hormiga que al principio no se notó pero explotó de golpe.
Somos una fuerza que se armó por el boca a boca…
OB: Todos los políticos dicen más o menos lo mismo…
SS: Pero no lo hacen. Te aseguro que no hay un día que no esté golpeando puertas. Además la gente se asombra porque no sólo vamos sino que volvemos. Después de ganar las últimas elecciones redoblamos la apuesta. Y las familias más agradecidas son las peronistas.
OB: ¿Cómo?
SS: Yo me preocupo mucho por entrar a las casas peronistas. Cuando sea intendente gobernaré para todos y lo haré basado en el diálogo. Soy insistente. Si no me reciben vuelvo y con la mayoría termino tomando mate…
OB: Debe ser complicado luchar con la mística del Fernández…
SS: ¿Cuál?
OB: La historia del panadero, su costumbre de hacer el pan dulce a mano y traértelo de regalo…
SS: Vos porque no sos de Lincoln. Fernández jamás tocó la harina. No sabe cómo se hace un bizcocho. El verdadero panadero de Lincoln soy yo.
OB: Pero los candidatos de Lincoln nacen en una panadería…
SS: Yo no sólo nací sino que meto las manos en la harina. Fernández no…
OB: ¿Cómo fueron estos siete años de recorrida?
SS: Lindos por un lado y difíciles por otro. Fuimos muy perseguidos. Y no sólo nosotros. La gente de la municipalidad, la que trabaja, tiene pánico porque hay un manejo dictatorial. Empleados que querían hablar conmigo, contarme cosas, llegaron a venir disfrazados o nos citaron fuera de la ciudad. Tenían terror de ser descubiertos por el Intendente y su grupo de informantes. Porque hay cosas en Lincoln que parecen heredadas del tiempo de la dictadura…
OB: Y el trabajo como concejal
SS: No nos escuchan. Las minorías para Fernández no existen. Y hay algo peor: No informa, hay una absoluta falta de transparencia. Ese va a ser mi primera decisión como intendente: Transparentar los actos de gobierno para eliminar las corruptelas.
OB: ¿Cómo se siente la gente?
SS: Nosotros tratamos de llevarle esperanza. Por ejemplo, el carnaval es un clásico de Lincoln. Ahora, ¿era necesario gastar la fortuna que se gastó?
OB: ¿Pensás que fue promoción personal de Fernández?
SS: No sólo eso. Fernández perdió el contacto con la gente. No le gusta. Y en los carnavales aparece como una reina más. En todos los eventos evita a la gente, hace que su auto llegue hasta el escenario y siempre llega tarde para esquivar al público.
OB: Así y todo parece que ahora Fernández está con Scioli…
SS: Veremos. Es demasiado temprano. Antes estaba con Domínguez y así; además hay que ver qué pasa cuando se conozca a fondo la realidad de Lincoln.
OB: ¿Tan seguro estás alcanzar la intendencia?
SS: Sí, y no es pedantería. Venimos trabajando con la gente hace mucho. Me gusta la calle y no me encierro en un auto. Pocos políticos pueden hacer eso. Ya te dije que lo primero que haremos será transparentar la gestión. Y eso supone sumar a todos los ciudadanos.
OB: Muchos creen que habrá una cacería de corruptos en Lincoln después de 12 años de Fernández, ¿qué pensás?
SS: La gente está harta de que un político castigue a otro, que mire siempre hacia el pasado. Eso sí, el que las hace las paga. No descartamos una Conadep de la corrupción. Ya tenemos personas que hablaron, nos acercaron data. Las máscaras empiezan a caerse. Esa es la verdadera democracia.
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