Fue en la Casa de Corrientes, con Valdés, Morales y Manes como protagonistas. Apuestas a que el PRO no acapare la campaña. Y la mira también en la pelea con el sector de Lousteau.
El anfitrión fue el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, quien abrió las puertas de la casa que la provincia tiene en la Ciudad de Buenos Aires para recibir a los principales dirigentes y candidatos de la UCR. O por lo menos de un sector del radicalismo. Es que el encuentro de este miércoles por la mañana sirvió para hacer un balance de los resultados y coordinar estrategias de cara a las elecciones de noviembre, pero con sus dos internas en la mira: la que mantienen puertas adentro del partido con el sector que lidera Martín Lousteau y, a su vez, la que tienen con sus socios del PRO en Juntos por el Cambio.
"Patricia (por Bullrich) es un huracán que te cae en la provincia y te acapara la campaña", se quejó uno de los referentes del espacio, con un pedido a los propios para “no comerse los espejitos de colores del PRO” y también a los socios para tener una estrategia coordinada. Según se informó a los presentes, ya hubo contactos con Bullrich y la Coalición Cívica para que esa bajada de dirigentes nacionales a las provincias sean conjuntas. “Que no se apropie el PRO de la campaña y de los resultados”, razonaron.
Facundo Manes y el anfitrión, el correntino Gustavo Valdés.
“Que vaya Patricia, pero también algunos de los nuestros y de (Elisa) Carrió”, planteó Gerardo Morales, aunque después chicaneó a la líder de la Coalición Cívica y la tildó de “piantavotos”. Ahí estaba sentado José Corral, que hizo un acuerdo con ella en Santa Fe y salió último en la interna que ganó Carolina Losada. La periodista, afiliada radical, no estuvo en el desayuno pero sí tuvo a un representante. En la UCR van a apuntar sus cañones ahí para ratificar el triunfo en noviembre y que lleguen dos radicales más al Senado.
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Junto a Valdés estaba a un lado Morales y del otro Facundo Manes. También estaban los líderes de los bloques parlamentarios, Mario Negri y Luis Naidenoff. La presencia del neurólogo no es casual, porque es el gran activo que el radicalismo (y sobre todo el sector liderado por Morales) tiene para mostrar después del resultado de las PASO. El casi 40% de los votos que consiguió en la interna (pelean voto a voto en el escrutinio definitivo para ver si llegan a esa cifra que le daría más lugares en la lista) le da espaldas a la UCR para pararse con más fuerza en las negociaciones con el PRO. “Todos destacaron que la presencia de Facundo sirvió para despertar la energía del partido en las provincias”, contó uno de los dirigentes.
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“Cuando arrancamos la negociación nos querían dar lo mismo que a la Coalición Cívica, tomando como referencia las PASO de 2015 de Macri versus Sanz”, consideró una de las fuentes presentes en el desayuno. "Veníamos de una relación con el PRO de fuerte ninguneo, y demostramos que el radicalismo existe", señaló, y destacó triunfos como el de Santa Cruz o Misiones, donde JxC sorprendió con amplios triunfos en las PASO. Estaban Roxana Reyes y Martín Arjol, ganadores en esas internas.
Valdés, Gerardo Morales y Luis Naidenoff.
Todos saben que primero serán clave las elecciones de noviembre, pero ya están pensando en la pelea que se viene con el PRO por las autoridades de las cámaras, los interbloques y demás espacios de referencia. "Habrá que pelearle todos los lugares", ya se anticipan, aunque más de uno sabe que la conducción del interbloque de Diputados lo más probable es que quede para el PRO que tendrá una bancada más grande. La carrera para 2023 empieza el 15 de noviembre.
La interna radical
"La lectura que se hizo es que el radicalismo aportó más votos nacionales que el PRO, pero ellos teniendo menos votos te pintan el mapa de amarillo", indican en la UCR, desde donde hicieron un mapa del resultado nacional con provincias en rojo y no en amarillo donde se impuso una lista radical. “Lo importante es que lo vean los propios radicales, porque una de las cosas que vemos es la falta de autoestima, no tenemos que resignarnos a ser socios minoritarios”, explica.
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“Veníamos con una falta de autoestima en el partido, que quedó desde 2001, y la verdad que se está viendo una renovación generacional”, visualiza uno de los radicales. Eso incluye como víctimas de ese recambio también a varios de los que estaban en esa mesa. Negri perdió la interna en Córdoba, José Cano en Tucumán, Corral en Santa Fe.
Ese recambio es el que también viene exigiendo Martín Lousteau, que se dedicó en las PASO a consolidar candidaturas de dirigentes propios en gran parte del país, algo que ya había planteado antes en internas partidarias también. Todo con el apoyo de Emiliano Yacobitti y Enrique "Coti" Nosiglia. Logró el triunfo de Rodrigo De Loredo en Córdoba, un segundo puesto de Maximiliano Pullaro en Santa Fe y presentó a una de las revelaciones de la campaña como Martín Tetaz en la Ciudad.
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En el sector de Morales reconocen ese crecimiento, pero siguen destacando que tienen mayoría en Diputados, Senado y, más ajustado, en el Comité Nacional. "Comenzó la batalla para que Lousteau pierda los tres partidos. El del Comité, Diputados y Senado. En los bloques está lejos, pero en el Comité Gerardo tiene que trabajar", resume un conocedor de esos poroteos.
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“Se habló poco de Lousteau y de Evolución (su línea interna) pero principalmente porque hay un juego de memoria, ya sabemos lo que opinamos, y que su modo de construcción no es el adecuado”, sostiene una de las voces consultadas. Le cuestionan que dice que busca fortalecer la UCR pero a la vez es quien tiene el acuerdo más aceitado con Horacio Rodríguez Larreta. En ese sentido, hubo quienes destacaron la movida de Adolfo Rubinstein, con el apoyo de Jesús Rodríguez, Ricardo Gil Lavedra y Ernesto Sanz (que estuvieron en el desayuno), de “marcar la cancha y plantar bandera” con una lista propia en el terreno porteño.
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