Un senador libertario deslizó la hipótesis de declarar nula la expulsión del peronista Edgardo Kueider, aliado del oficialismo en la Cámara alta; desconexión entre la vicepresidenta y Javier Milei
Delfina Celichini
El oficialismo en el Senado arrojó dudas sobre la sesión que definió el desplazamiento del senador peronista Edgardo Kueider de la Cámara alta, que ejercía como aliado del Gobierno. El senador libertario, Carlos Pagotto, deslizó por la tarde la posibilidad de que el oficialismo solicite la nulidad de la sesión en la que se votó la expulsión del entrerriano detenido en la frontera con Paraguay con más de U$S 200.000 sin declarar. Su argumento radica en que Javier Milei se encontraba en vuelo cuando Victoria Villarruel presidía el cuerpo, momento en el que -dicen- debería haber estado suplantando al jefe de Estado en la presidencia.
“Yo creo que un escribano debió haberse constituido en la Cámara y hacerle firmar. Son cuestiones jurídicas elementales. Tranquilamente podría darse la impugnación de la sesión de este jueves. Tendría que haberse hecho un acta de traspaso de mando y firmar la vicepresidenta. Ni bien se firma el acta, cumple otras funciones. Ahora tendrán que dilucidar quién tiene la responsabilidad”, dijo Pagotto en LN+.
Fuentes cercanas a Villarruel indicaron que no fueron informados de la partida del Presidente y, por eso, encabezó la sesión. Además, puntualizaron que el escribano general de Gobierno se presentó en el Senado con las actas del traspaso de mando a las 19. Casi dos horas después de la formalización de la expulsión de Kueider.
La Casa Rosada negó la versión de la vicepresidenta y la culpabilizó de las desprolijidades. “El escribano la estaba buscando desde las 13″, replicaron en el Poder Ejecutivo, quienes ratificaron, también, que Milei partió rumbo a Italia al mediodía, casi en simultáneo con el comienzo de la sesión, pasadas las 11.30.
Este cruce de agendas representa para el Gobierno el argumento ideal para judicializar la sesión en la que lo debilitó en el Senado y, al mismo tiempo, dañar a la vicepresidenta, con quien Milei y su círculo chico mantienen una gélida relación. Por eso, después de las declaraciones de Pagotto se accionó la maquinaria libertaria en redes, donde usuarios afines al oficialismo comenzaron a replicar la hipótesis de la nulidad.
“No está escrito en ningún lado lo de la incompatibilidad”, evaluaron cerca de Villarruel. “Se da por supuesto que si estás ocupando la presidencia, en Casa Rosada, no podés estar presidiendo el Senado. Pero no hay norma escrita que indique que no puede presidir el Senado mientras ejerce la presidencia”, señalaron.
Esta situación no solo marca la ya explícita desconexión entre el binomio presidencial sino que, además, simboliza la incomodidad que representó la detención de Kueider para los libertarios. Sus seis representantes en el Senado terminaron votando a favor de su expulsión cuando ya era evidente que el pleno se inclinaba por esa opción. No obstante, trataron de evitar este desenlace por todos los medios.
De hecho, Villarruel trató de empastar la sesión al impulsar, en paralelo, la suspensión de Oscar Parrilli (Neuquén) por su procesamiento en la causa por el Memorándum de Entendimiento con Irán. La maniobra buscaba desalentar al kirchnerismo de avanzar con el corrimiento del entrerriano.
Es que con la salida de Kueider, el Gobierno no solo pierde un aliado, sino que le suma una senadora al kirchnerismo. Se trata de Stefania Cora, ligada a La Cámpora, la suplente del entrerriano. Los libertarios quedarían con solo seis legisladores propios y con la posibilidad de sumar 37 voluntades -la mayoría del cuerpo- si acuerda con todos los bloques dialoguistas (Pro, UCR y otras bancadas provinciales). Del otro lado quedarían 34 kirchneristas que responden casi en su totalidad a Cristina Kirchner. El radical Víctor Zimmermann pidió licencia dado que asumió como ministro en Chaco y todavía no se definió si volverá o si deberá reemplazarlo una senadora de la Coalición Cívica, aliada de Elisa Carrió.
Las declaraciones de Pagotto
“Yo no sé si la vicepresidenta no podía estar al tanto de que Milei no viajaba. Esto era público. Y aun cuando estaba en sesión, tendría que haber sido notificada antes. Todo esto tendría que haberse charlado antes. Y si la llamaron a Villarruel y no contestó, el escribano general de Gobierno tendría que haber ido al Congreso. ¿Cuánto puede demorar desde Casa Rosada? “, sumó Pagotto tras finalizar la sesión sobre las incompatibilidades de Victoria Villarruel al presidir el Senado mientras Milei se encontraba fuera del país.
“Este tipo de situaciones nos hacen quedar muy mal. La Constitución prevé que no estando el Presidente, la vicepresidenta es la que asume la presidencia. No puede predecir el Senado. Son funciones completamente distintas. Por eso es anulable. La nulidad la puede pedir un senador, un interesado o cualquier ciudadano. Cualquier persona está habilitada para pedir este tipo de cosas”, remarcó el legislador riojano.
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