El ruido en el mercado de futuros hizo que el sector de comercio exterior desarmara el carry trade, retaceara las exportaciones y adelantara compras al exterior. El Gobierno trata de poner paños fríos, en medio de un comienzo magro para la balanza comercial.
Gonzalo Martínez
La tensión cambiaria que comenzó la semana pasada también tuvo su correlato en el comercio exterior. A raíz de la disparada del mercado de futuros, tanto exportadores como importadores que estaban en posiciones de carry trade comenzaron a frenar liquidaciones y a adelantar pagos, respectivamente. El equipo económico lanzó títulos atados al dólar, entre ellos bonos dolar linked, que algunos analistas los ven como señal de que el Gobierno no tiene en mente devaluar, ni que se revierta la situación vista en los últimos días en el sector. La secretaría de Finanzas comunicó la licitación de este jueves y el mercado tuvo apetito por este instrumento.
Desde el viernes 21 de marzo las ventas en el MULC promediaron USD 80 millones por día, 25% menos que a principios de mes. Según Portfolio Personal de Inversiones (PPI), el jueves pasado el agro liquidó USD 147 millones, un repunte respecto a los USD 22 millones respecto al día anterior. De acuerdo con Suramericana, hasta mediados de la semana pasada “las liquidaciones del sector agroexportador promediaban un saldo diario de USD 92,7 millones, un 17,2% superior a igual mes de 2024, pero un 15% por debajo de febrero”.
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“Los futuros se habían escapado, pero ayer intervinieron los han hecho bajar un poco. Tanto los exportadores como los importadores estaban aprovechando el carry trade. Los exportadores estaban adelantando liquidación, para aprovechar el carry, y los importadores estaban demorando pagos. Bueno eso se ha cortado obviamente; si vos tenes la sensación que va haber devalueta, para que vas a esperar”, comentó a PERFIL Miguel Ponce, especialista en comercio exterior.
Por su parte, Jorge Berciano, asesor en comercio exterior y miembro de la consultora Unexar, sostuvo a este medio: “Sin dudas, los exportadores están frenando las exportaciones en general, aquellos que exportan oleaginosas y cereales en especial. Del mismo modo, que los importadores están anticipando los pagos al exterior (adelantamiento de importaciones) ante la posibilidad de un aumento del tipo de cambio (devaluación)”.
De acuerdo a los analistas, la tasa de devaluación implícita en el ROFEX quedó muy por encima de la tasa en pesos (bancaria y de Lecaps) generando todavía incentivos al desarme del carry, algo que venía alimentado las compras del BCRA. “De mantenerse (algo que vemos probable) es de esperar que la presión al BCRA en MULC vaya en aumento”, expresó en un informe LCG. Y agregó en el mismo documento: “Sin los incentivos a mantener posiciones en pesos por un mayor riesgo cambiario, la baja de retenciones se vuelve un premio menor y los exportadores empiezan a retacear las liquidaciones. Desde el viernes 21 de marzo las ventas en el MULC promediaron USD 80 millones por día, 25% menos que a principios de mes. En paralelo, el acceso de los importadores, que veía demorado para aprovechar los mayores rendimientos en pesos, probablemente se acelere en la medida que el crawl al 1% no vuelva a percibirse durarero como antes”.
El ruido en el mercado, y que incentivó al desarme de carry trade, se generó tras las declaraciones del ministro de Economía Luis Caputo, que generó incertidumbre acerca del futuro de la política cambiaria en medio de las negociación con el Fondo Monetario Internacional. El Banco Central tuvo que salir a vender más de USD 1.300 millones en las últimas ocho ruedas de manera consecutiva y desde el 17 de marzo las reservas de la máxima autoridad monetaria se hundieron en más de USD 1.000 millones.
Para llevar calma a la plaza bursátil, Caputo salió este jueves a anunciar que el acuerdo con el Fondo implicaría USD 20.000 millones, aunque luego la vocera del FMI,Julie Kozak, aclaró que el montó aún no está definido. En tanto, el presidente Javier Milei negó una devaluación, en declaraciones radiales a El Observador. El Gobierno salió a poner paños fríos a la demanda de dólares ante una especulación de un salto del tipo de cambio y acerca del esquema cambiario, para que no solo llevar tranquilidad al mercado sino al sector del comercio exterior para que no sigan con el desarme de carry trade y que los exportadores vuelvan a liquidar y los importadores no adelanten importaciones, en un escenario donde la balanza comercial mostró magros resultados en el comienzo de año.
Si bien el primer bimestre del año arrojó un superávit comercial de USD 419 millones, comparado contra el mismo período del año implicó USD 1.816 millones menos, lo cual da indicio de que los pocos dólares “genuinos” que puedan llegar a entrar por la balanza comercial. Las exportaciones crecieron 9,9%, mientras que las importaciones 33%. “Históricamente en Argentina, cuando el mercado estima que habrá devaluación, las exportaciones suben por escalera y, las importaciones por ascensor”, lanzó Berciano.
En los próximos cuatros meses (abril-junio) deberían ingresar el 42% de los dólares por exportación de cereales y oleaginosas, que fue el promedio liquidado en los últimos diez años que, teniendo en cuenta un promedio anual de esos años de USD 27.500 según cálculos de Unexar, implicaría que entrarían alrededor de USD 12.000 millones hasta junio.
El equipo económico lanzó bonos atados al dólar para apaciguar al mercado
La Secretaría de Finanzas anunció la licitación de este jueves y el mercado tuvo apetito por los bonos dólar linked, sobre todo en el contexto de advertencias sobre el tipo de cambio y la posibilidad de una devaluación.
“En nuestra opinión, con esta decisión no sólo busca descomprimir los futuros de dólar, amainando la demanda por cobertura cambiaria, sino que también anclar las expectativas devaluatorias para encausar el rumbo del esquema cambiario a lo que supo ser hasta hace apenas un par de semanas. Es decir, que el crawling peg de 1% vuelva a creerse sostenible hasta las elecciones de medio término, lo que volvería a incentivar las estrategias de carry trade de exportadores e importadores y la toma de préstamos en dólares”, expresaron desde PPI en un informe.
Y agregaron: “La tasa implícita a abril cedió de 74,4% TEA a 57,7%, mientras que la de mayo de 64,1% a 53,4%. En tanto, las implícitas de junio y julio disminuyeron a 46,3% y 41,2%, a la par que las de agosto en adelante recortaron por debajo de 39% TEA.. Es necesario que las implícitas en el tramo corto de la curva continúen comprimiendo para que se reestablezca el spread positivo entre la tasa de devaluación esperada y la tasa en pesos. Esto es sumamente importante para que el BCRA retome su racha compradora en el MULC, ya que volvería a incentivarse el carry trade de exportadores e importadores y la toma de préstamos en dólares”.
Al respecto, LCG concluyó: “Por ahora, la oferta de dólares vía préstamos bancarios con obligación de liquidarse en el MULC se sostiene (con datos hasta el martes). Hay que recordar que esta oferta, tenía impacto directo sobre las reservas netas al implicar el desarme de encajes que luego el BCRA adquiere en el MULC. Pero con rendimientos en dólares menos certeros la decisión de cancelarlos podría no sólo frenar la entrada de dólares al MULC si no aumentar la demanda sumando presión al BCRA”.
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