El domingo que viene se elegirá el nuevo jefe comunal cipoleño que tendrá la misión de, al menos, mantener el progreso social, económico y cultural que ostenta la ciudad y que es ejemplo en el país.
Cualquiera de los cinco candidatos que logre el triunfo, tendrá un enorme desafío que será, al menos, mantener el destacado nivel que tuvieron los gobiernos de Weretilneck e incluso los de Julio Arriaga.
A partir de 1995, Arriaga inició un nuevo camino en la forma de hacer política en la comuna: apostó fuerte al desarrollo de la infraestructura local y a la realización de obras públicas, un aspecto quizás olvidado por sus antecesores. De hecho, fue pionero en la región en apuntar en esa dirección y otros intendentes, como Horacio Quiroga en Neuquén, siguieron su modelo de gestión.
Y Cipolletti cambió y se transformó en una localidad pujante desde el punto de vista urbanístico.
Cuatro años después, los cipoleños respaldaron masivamente ese proyecto, que fue profundizado en el segundo mandato y que lo llevó a un aplastante triunfo en la ciudad cuando se postuló para la Gobernación. En esa misma jornada, un 31 de agosto de 2003 Weretilneck obtenía la victoria en la comuna.
El salto de calidad
Weretilneck mantuvo la postura de apostar al desarrollo en infraestructura, pero comenzó un trabajo profundo en materia social, que le dio un notable salto de calidad a la gestión municipal. Y en este momento, cuando restan menos de dos meses para culminar su segundo gobierno, se pueden destacar sin ninguna dudas el impulso de la Unidad de Desarrollo Económico, que le permitió a miles de cipoleños encontrar una salida laboral digna. Además de que muchos de esos espacios se transforman en sitios de contención social para jóvenes y adolescentes.
Otra iniciativa fundamental y que estuvo a la vanguardia en Argentina en lo que se refiere a políticas habitacionales fue la creación del Distrito Vecinal Noreste, que beneficiará a unas 3.100 familias, que de otra forma no hubieran podido acceder a un terreno para construir sus casas.
Un párrafo aparte merecen los programas deportivos y culturales que se llevan a cabo en esta ciudad y que van acompañados de la realización de eventos de primer nivel nacional como son la Feria del Libro, el Festival de Teatro y la Corrida de Cipolletti.
En el plano local de esas áreas es para remarcar también el rol de contención que se genera. En las últimas décadas, Cipolletti se convirtió en pilar del deporte comunitario de la provincia.
Más demandas
Está claro que cuando la comunidad observa el progreso y el desarrollo social, económico y cultural, las demandas para los gobernantes son cada vez mayores. Y allí radicará la principal tarea de quien resulte electo el próximo domingo: cumplir con esos “derechos” que la ciudadanía cipoleña ya adquirió.
En este contexto, un dato que no es menor es el porcentaje de pago de las tasas comunales que tienen los contribuyentes de esta ciudad, que está entre los diez mayores de todo el país.
Por excelencia en la Argentina, los impuestos municipales se abonan cuando hay conformidad con la gestión y cuando se ven las obras.
La última semana
La campaña electoral local transita su última semana y las cartas ya están echadas. El presidente del Concejo Deliberante, Abel Baratti, hace hincapié en que profundizará el modelo de gestión a partir de la planificación y destaca que, como representante del Frente para la Victoria, sería inmejorable que Nación, Provincia y Municipio estén bajo el mismo signo político.
Para Baratti, el panorama es más que favorable luego de la aplastante victoria que tuvo el FpV en las elecciones provinciales del 25 de septiembre.
En tanto, su contrincante de la Concertación para el Desarrollo, el radical Lucas Pica, remarca que el voto del cipoleño es rebelde y que es meramente localista. A sabiendas del significativo respaldo que tuvo la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en las primarias de agosto, apuesta a que haya un importante corte de boleta.
Los otros tres candidatos tienen como objetivo alcanzar representación en el Deliberante, una tarea para nada sencilla teniendo en cuenta que el Legislativo local sólo cuenta con cinco bancas. Precisamente ése será un debate que se tendrá que dar en el próximo gobierno porque desde muchos sectores consideran que es necesario aumentar la cantidad de concejales en la ciudad. (A.C.)
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