Por: Santiago Gutiérrez (*). En la 56 Jornada Mundial de la Paz, el Papa Francisco tituló su mensaje de la siguiente manera: ‘Nadie puede salvarse solo. Recomenzar desde el COVID-19 para trazar juntos caminos de paz’. En ese texto de finales de diciembre de 2022, Francisco enumera las consecuencias que dejó la pandemia en el mundo, reflexiona sobre sus enseñanzas y marca un horizonte de futuro con una mirada de paz y amistad social.
Francisco habla de una lección de carácter mundial en un contexto de una emergencia sanitaria como fue el COVID que me permito extrapolarlo a la Argentina convulsionada que estamos viviendo hoy: que todos y todas nos necesitamos y que el mayor tesoro que tenemos es la fraternidad humana.
En este nuevo tiempo marcado por la incertidumbre, la fragmentación política, la cultura del individualismo y la deslegitimidad de instituciones representativas, es imposible no relacionar las palabras de Francisco con el desafío que tenemos en la Argentina: el de recomenzar.
En el día de ayer, vivimos una jornada histórica. Millones de argentinos y argentinas estuvimos volcados en las calles manifestando nuestro descontento a las políticas de ajuste adoptadas por un gobierno insensible con rasgos populistas y autoritarios. En Mar del Plata, en la Plaza Congreso y en todos los centros urbanos del país hubo una manifestación de carácter pacífica con un solo grito: la Patria no se vende.
La histórica movilización de ayer dio señales de los puntos de partida indispensables para recomenzar, para volver a las fuentes, para volver a lo importante. Desde el vamos, se vio una lógica muy representativa en la convocatoria: la CGT y el movimiento obrero organizado en su conjunto conduciendo el reclamo; los colectivos de la vida nacional defendiendo sus derechos; los ciudadanos de a pie saliendo a la marcha con su cartel y, no menos importante, en esta etapa, las organizaciones políticas y los dirigentes políticos acompañando. El todo es superior a las partes.
Recuperar el espíritu nacional debe ser una prioridad. Cada uno desde el lugar que le toca representar. Todos tienen que alzar la voz en pos del bien común entendiendo la coyuntura actual. Poner el carro delante del caballo nos llevó a la situación en la que estamos hoy. La foto por sobre la idea. La historia de instagram por sobre el proyecto común. Si no podemos evidenciar el por qué estamos haciendo lo que estamos haciendo va a ser muy difícil salir del estancamiento de la última década y menos dar respuesta a las cataratas de preguntas que tenemos como militantes y dirigentes.
La marcha de ayer también rompió la inercia y tiene un fondo contundente: fue decirle a este gobierno que hay millones de argentinos que no vamos a permitir que se lleven puesta nuestra industria nacional, nuestro trabajo, nuestras PyMEs, nuestra cultura, nuestra ciencia, nuestra salud y educación pública, nuestra Constitución.
Desde la reivindicación de valores que confluyen en un espíritu nacional, sabiendo los lugares que se tienen que ocupar, entendiendo realmente que nadie se realiza en una comunidad que no se realiza y saliendo de la lógica amigo-enemigo, es donde vamos a poder ir asumiendo el desafío de recomenzar y proponerle a nuestro Pueblo una alternativa superadora que construya mayorías a favor de la producción y el trabajo nacional.
(*) Dirigente de Encuentro Peronista.
Fundador del CDI Francisco.
Diplomado en Políticas Públicas (FLACSO)
Ex Director Provincial del Ministerio de Desarrollo de la Comunidad (PBA).
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