Son candidatos que ganaron en sus internas, pese a la derrota de Larreta por la Presidencia, y Santilli por la gobernación
Por Facundo Chaves
Son rara avis del conurbano bonaerense. Exponentes que confirman que los votos se ganan de a uno y que la sofisticada ingeniería electoral se puede doblegar ante la potencia del cara a cara y del contacto físico entre el político y el vecino. Se trata de pequeñas islas de resistencia larretista frente a la victoria masiva en la interna de Juntos por el Cambio de Patricia Bullrich y de Néstor Grindetti.
Lucas Delfino, en Hurlingham, y Leandro Ugartemendia, en Morón, son dos de varios candidatos que estaban en la punta de la lista que encabezaban para presidente Horacio Rodríguez Larreta y para gobernador Diego Santilli que pudieron esquivar la derrota de las PASO del 13 de agosto. En algunos casos, incluso, superaron en esa geografía peronista a los candidatos de Unión por la Patria.
Sobre ellos se posa la sospecha de un artilugio, de la picardía ancestral en tiempos de campaña de repartir las boletas propias combinadas con las de sus rivales pero de otras categorías. Ambos lo desmienten: no hubo delivery, aseguran. En cambio, admiten que tuvo una incidencia gravitante el voto a Javier Milei, que ganó en el país, pero quedó tercero en la inabarcable provincia de Buenos Aires.
En diálogo con Infobae, Delfino y Ugartemendia explicaron las claves del resultado y los desafíos que tienen, sobre todo, en la compleja tarea de acoplarse a un trabajo político y de campaña con dirigentes con los que compartieron poco y nada. Son dirigentes que caminaban por otros rumbos y cultivaban estilos distintos. La dinámica metódica y calculada del larretismo contrasta con la lógica más repentista y aluvional del bullrichismo.
Candidatos del Oeste. Delfino, Castelnuovo y Ugartemendia
En esa lista también se destacan Diego Valenzuela, de Tres de Febrero, Martiniano Molina, en Quilmes; o Ezequiel Pazos, de José C. Paz. Los “sobrevivientes” del eje Bullrich-Grindetti mantienen desde el día después de la derrota de Larreta-Santilli reuniones y negociaciones para limar diferencias y generar un affectio societatis imprescindible para encarar el 22 de octubre el partido en el que se juega por los puntos, a todo o nada.
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Es que en la provincia de Buenos Aires y también en los municipios, tanto el gobernador como el intendente ganan o pierden todo por la mínima diferencia de un voto. En el conurbano bonaerense, los candidatos larretistas dependerán de que la boleta de ocho cuerpos que tiene a Bullrich en una punta, a Grindetti en el medio, y a ellos en la otra punta sea lo suficiente atractiva para no ser arrastrados a una derrota. Que los “tiren”, los empujen, que no los hundan.
En la charla, Lucas Delfino y Leandro Ugartemendia anticipan que pondrán el foco en cuatros aspectos: recorrer sus distritos y hablarles a lo vecinos; señalar los riesgos de Milei; confrontar con el kirchnerismo; y buscar a los que no fueron a votar. Y reforzar, principalmente, una cuestión clave para el día a día del vecino del conurbano: la seguridad. Y Ugartemendia confirma la tesis: “Prefiero un chorro en el cementerio que un vecino asesinado”.
-Transcurrieron varias semanas de las PASO. Les pido una reflexión de esas elecciones.
-Ugartemendia: Ganamos la interna por 1.300 votos frente a Analía Zapulla, una diferencia de medio punto, pero respecto de Lucas Ghi, de Unión por la Patria, terminamos dos puntos y medio arriba. Esto fue muy importante. Ahora tenemos que salir a buscar a los que no fueron porque hubo 32% de ausentismo. En la interna presidencial, en Morón la ganó Patricia Bullrich, pero nuestra lista tuvo 9.000 votos arriba de Horacio.
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-Delfino: En Hurlingham también ganó Patricia, pero a nivel local pudimos ganar por tres puntos la interna. Acá hubo un Boca-River que era La Cámpora contra el actual intendente (Juan Zabaleta) y a muchos vecinos les pareció atractivo participar. La sumatoria de Juntos por el Cambio estuvo por debajo de lo que esperábamos, pero empieza una nueva etapa, porque La Cámpora quedó definida como el oficialismo de Unión por la Patria. Se va a discutir un modelo, no solamente de municipios, sino un modelo de Argentina.
Delfino competirá en Hurlingham contra Damián Selci de Unión por la Patria.
-Las listas de ustedes ganaron pese a que perdió Larreta y también Santilli. ¿Por qué pudieron ganar? Hubo mucho corte de boleta.
-Delfino: No laburamos absolutamente nada el corte. Hay una dinámica que a nivel provincial Santilli tuvo un corte de boleta a favor y en algunos municipios, a pesar de que nosotros estábamos convencidos de lo que representa Horacio Rodríguez Larreta y de que era el momento para la Argentina -eso no cambia- la verdad que los números mostraron otra cosa. Lo concreto es que no hubo trabajo territorial de corte de boleta, ni delivery.
-Ugartemendia: El domingo de la elección, a las 2 de la tarde, le mandé un mensaje a Larreta de lo que estaba pasando, que era un corte orgánico, natural. Hubo un voto importante en favor de Milei y de Patricia Bullrich. Tampoco hubo ningún delivery.
-Lo pregunto porque se planteó que se repartían las boletas cortadas.
Delfino: El corte de Santilli también fue muy significativo y el propio Joaquín De la Torre lo marcaba. Fueron 5 puntos de diferencia, en una boleta que era imposible, porque tenía ocho cuerpos, tenías que tener muchas ganas de cortar.
Ugartemendia: No hay que subestimar qué es lo que pasa en el medio de la boleta y en la punta de abajo de la boleta. Porque Santilli sacó más votos que yo y de todas maneras perdió. Se habla de corte ¿qué corte puedo haber mandado a hacer?
-¿Entonces cuál fue la clave para que ganaran la interna?
Delfino: Hay una ponderación muy grande de lo territorial, frente a un descreimiento de la política. En las provincias ganaron candidatos que tienen gran laburo territorial, porque la gente quiere que le solucionen los problemas. Los vecinos nos dicen “la verdad que hoy Milei representa mi enojo, mi frustración, pero acá yo te conozco y sos el que está laburando”. Se separa de la discusión abstracta nacional. Está el caso de Morón, de Gastón Castelnuovo en Ituzaingó, el de Ezequiel Pasos, en José C. Paz. Son dirigentes que vienen hace muchos años, que tienen una cercanía, que están representados, que tienen equipo. Son campañas muy a lo tradicional, más allá de que le dedicamos a las redes sociales. Es caminar, estar en la calle y con los clubes, la Sociedad de Fomento.
Ugartemendia: En nuestro caso teníamos en la espalda la experiencia de gestión de los cuatro años, donde yo tengo una pequeña frase que dice “en Morón nunca se hizo tanto en tan poco tiempo”. Cloaca y agua corriente para 100% de los vecinos, el puente Lebensohn, la curva de Haedo.
-¿Y cómo es la tarea de acoplarse al trabajo político y a una campaña nacional como la de Patricia Bullrich y de una campaña provincial como la de Néstor Grindetti con los que ustedes no venían trabajando?
Delfino: Va a requerir un nuevo ensamble, pero el mensaje fue muy claro y contundente. La foto del domingo de la elección, lo que hizo Horacio y el Colo Santilli. Tiene que haber mucha generosidad de los que ganaron. El liderazgo lo ganó Patricia Bullrich, porque se lo dio la gente y Horacio se puso a disposición. Lo primero que nos pedían en la calle -creo que tuvimos un daño en la marca Juntos por el Cambio- era “déjense de pelear” o “júntense”. Les decíamos “la interna va a ordenar y después vamos a estar juntos”. Todos mostraron la decisión de que van a seguir trabajando juntos, lo nuestro es fácil. Acá, con la candidata de Patricia (Andrea Giorgini) nos juntamos y nos pusimos a trabajar. Ya hubo reuniones, va a requerir un ensamble, pero ya está ordenado y encaminado.
Ugartemendia: En el caso de Morón, el mensaje del mismo domingo a la noche, así como sucedió a nivel nacional y provincial, fue que la interna la tuvimos “con” el equipo de Patricia y Néstor, La elecciones que viene es “contra” el kirchnerismo. Ahí hay una gran diferencia, nosotros fuimos a una interna “con”, pero vamos a ir ahora a una general “contra”. Tenemos que quitar, sacar al gobierno kirchnerista y lo tenemos que hacer juntos, no hay otra manera.
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-Van a enfrentar a dos espacios al mismo tiempo: a los candidatos del kirchnerismo y a los de Milei.
Ugartemendia: En Morón tenemos la particularidad de que el candidato a intendente de Milei es kirchnerista y así se manifestó entre 2015 y 2019. De hecho, una de sus oficinas era un búnker de Nuevo Encuentro, del sabbatelismo. En el 2021 ya intentó filtrarse en Juntos por el Cambio. Eso es lo que hay que explicarle a la gente y a los jóvenes especialmente. Si Milei está eligiendo eso en Morón, ¿Cuál es el cambio? ¿Qué es lo que viene a modificar?
Delfino: Acá en el caso de Hurlingham es un juez de faltas que hace 20 y pico de años que está acá en el distrito. Milei sacó 22 a 23 puntos en el distrito. Más allá de que sabemos que hay un componente de voto joven y que a algunos les cuesta todavía cortar, creo que hay una discusión: estamos convencidos de que el cambio que representa Juntos por el Cambio es de gobernabilidad, experiencia y tener un equipo preparado. Los representantes locales terminan arrastrados de una boleta y hay que ver en el caso de Hurlingham si eligen a La Cámpora o no. En la provincia también puede haber una representación mayor, porque ya no estoy votando solamente enojado. Ahora cuando voto me juego el futuro de mis hijos.
-¿En una época tan afectada por el voto bronca y el fenómeno Milei, con qué se diferencia un candidato a intendente que tiene que pedir el voto?
Ugartemendia: En Morón la agenda es amplia pero la prioridad está en que lo que se está viviendo es una inseguridad inédita. Somos todos los días noticia en los diarios, en las redes, en los medios, todos los días. No un robo, son muertos. Yo estoy enfocado en esto, me apasiona y el tema de la seguridad es algo que me preocupa. Prefiero un chorro en el cementerio que un vecino asesinado, y lo digo clarito.
-¿Sólo es la inseguridad?
Ugartemendia: Y después obras paradas. Hay una cantidad de obras paradas en Morón que no se pueden creer. Están abandonando obras y abriendo otras como método proselitista. No les importa la gente.
Delfino: Hay un hartazgo muy grande en todo sentido. El principal problema es la inseguridad, pero acá en Hurlingham hace 28 años que es municipio y hace 28 años que gobierna el mismo espacio político. Hay ineficiencia, mala gestión y no se ha avanzado con diferentes temas como la salud, la infraestructura básica, el tránsito. Además, vamos a enfrentar a La Cámpora y estoy convencido de que la mayor parte de los vecinos de Hurlingham no quiere estar gobernados por La Cámpora. Hay una gran oportunidad y también hay que tomar nota con respecto a Milei y que nuestro espacio tiene que recuperar esa identidad que estuvo bastante golpeada en medio de la interna. Confío en que vamos a entrar al balotaje y tenemos una gran responsabilidad en el conurbano para que eso suceda.
Axel Kicillof, Carolina Píparo y Néstor Grindetti
-¿Cómo impacta la discusión provincial en la elección municipal? Me refiero a la discusión entre Grindetti y Kicillof.
Delfino: En las elecciones provinciales quedaron zanjadas las discusiones. Ganaron muchos intendentes en las capitales, pero no tanto los gobernadores que iban a la reelección. Se da una dinámica como que el gobernador no se hace cargo de sus responsabilidades. Más allá de que no está tan mal la imagen de Kicillof como la del gobierno nacional, no tengo ningún vecino que salga a defenderlo.
Ugartemendia: A mí me pasa lo mismo. Tuvo la capacidad de esconderse en el momento oportuno y me parece que la diferencia la puede hacer Néstor mostrándose y exponiendo que Kicillof está desaparecido. Esa es una oportunidad y tiene que estar en todos los territorios y nosotros los tenemos que ayudar.
Delfino: Además, Santilli puede hacer un aporte potente a Grindetti. Uno porque gobernó un municipio como Lanús, de la Tercera Sección Electoral, y Santilli con toda su impronta y experiencia en seguridad. Si trabajan juntos pueden exponer esas falencias de la provincia. Acá va a ser una elección centralmente de las dos puntas de la boleta.
Ugartemendia: Eran dos candidatos, ya es uno, pero enfocados en temas de inseguridad fuertes. Uno de la ciudad y el otro en su distrito, en Lanús. El trabajo que han hecho es inmenso y le siguen dando continuidad, me parece que eso es importante y la gente lo tiene que ver. Es lo que necesitamos. La seguridad depende de provincia y lo que puede aportar el municipio tiene que ver con seguridad ciudadana, o tiene que ver con un sistema de cámaras o un centro de operaciones y monitoreo eficiente.
-¿Y el tema del ausentismo?
Delfino: Lo que estuvimos viendo de los datos fue un poquito mayor que las elecciones anteriores, no demasiado. Igual es un desafío demostrar lo que se pone en juego en la Argentina, en cada uno de los municipios y tratar de ir a buscarlos, y que los vecinos se involucren. Mucha gente dice “las PASO no terminan sirviendo mucho” y hay una dinámica y parte del hartazgo de la gente y de los jóvenes como que las PASO le parece poco representativo. Creo que el trabajo territorial, casa a casa. La vinculación con la comunidad que tenemos puede hacer que participen algunos más. Que en nuestros municipios terminan siendo determinantes que voten mil vecinos más o menos. Hay que ir a buscarlos.
Ugartemendia: Es fundamental ir a buscarlos y tenemos que ir nosotros antes que vaya que el no tiene gente para ir, como es Milei. Si no votaron, tiene que ver con el hartazgo. En el kirchnerismo fueron todos a votar, no creo que se haya quedado gente en la casa.
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