Bajo el sol de Pinamar, el ex diputado Mauricio D'Alessandro, analiza el escenario político poselectoral y la llegada del macrismo a la Provincia. Sin lugar en la Legislatura, adelanta que va a “trabajar desde el llano".
De vacaciones en la ciudad de Pinamar, el ex diputado Mauricio D’Alessandro invita a La Tecla a almorzar en un reconocido parador costero. “Siempre hay que comer la ensalada que tiene el nombre del lugar, porque se supone que es la mejor. No le van a poner a la peor ensalada el mejor nombre”, analiza, entre risas, mientras elige el menú junto a su mujer, Mariana Gallego. Entre bocado y bocado hace un balance del primer mes de gestión de Vidal, se refiere a sus objetivos en política y analiza la posición de los distintos bloques de la nueva Legislatura.
-¿Cómo empezó el año?
-Con una gran felicidad por la llegada de este nuevo régimen político, de cambio. Ahora estamos empezando a ver que el mero cambio político no solucionaba los problemas de la Argentina; pero soy optimista y, en base a ese optimismo, estoy contento.
-¿Por qué eligió Pinamar?
-Estoy en Costa Esmeralda, Partido de la Costa, y lo elegimos con Mariana, mi mujer, porque tenemos el perro, Donpe (risas), que es muy importante. Generalmente vamos a Miami, donde viven dos de mis hijos, pero decidimos quedarnos acá porque el perro necesita un poco de cariño familiar. Lo que pasa es que durante el año no le prestamos mucha atención porque los dos trabajamos mucho; y hemos logrado algo increíble, que es educarlo: dejó de dormir en la cama de sus padres, está bastante más educado.
-Ya fuera de la Legislatura, ¿va a trabajar desde Tandil?
-Sí, voy a trabajar desde el llano; no tengo cargo. Me han ofrecido, pero me parece que la gente como yo tiene que trabajar para, si le interesa, volver a esa actividad. Y Tandil me brinda la oportunidad, porque seguramente es el último período (como intendente) de Miguel Lunghi y necesita una opción con más contenido social. Es un excelente intendente y un buen administrador, pero lleva doce años, y va a llevar dieciséis cuando termine.
-¿Y en esa opción se ve usted?
-Nosotros tenemos un candidato en Tandil que es Raúl Escudero, que fue el candidato del Frente Renovador en las últimas elecciones. Habría que hablarlo con él, será cuestión de mirar quién se adapta más a la realidad electoral. Escudero es un gran candidato. Para ser intendente en Tandil, uno tiene que estar en la ciudad más tiempo; yo no estoy en la ciudad. A mí me molesta el tipo trasplantado, que cae desde afuera porque tiene un grado de conocimiento. La gente de Tandil que percibo que me quiere, no vería con agrado que yo caiga como un paracaidista. Habría que cambiar la forma de vida. Voy a ir mucho y me voy a dedicar a la ciudad. Cuando era diputado tenía la obligación de trabajar por toda la Provincia; hoy puedo dedicarme más a eso.
-Teniendo en cuenta su experiencia, ¿era necesario ese endeudamiento que pidió Vidal?
-Es poco. A diferencia de Macri, que eligió el decretazo, el DNU, la Gobernadora Vidal reclamó otra cosa. El diálogo es mucho más efectivo a largo plazo. A corto plazo, a Macri le fue mejor. El endeudamiento existió fuerte con Scioli, lo que pasa es que se hacía por métodos oblicuos, nadie lo explicitaba, como lo hizo Vidal. Scioli gobernó para mantener los sueldos de los empleados, que se comían el 85% del Presupuesto. Era un Presupuesto que adolecía de grandes problemas en obras de infraestructura. Este Presupuesto vuelca mucho más dinero a las obras de infraestructura que la Provincia necesita. Ese endeudamiento está destinado a suplir el déficit que le achacamos a Scioli, y no puedo estar en contra del endeudamiento cuando he pasado cuatro años quejándome de cosas que se podrían hacer.
-Alejado de la Legislatura, ¿extraña la rosca política?
-(Risas) Sí, la extraño, y mucho; la verdad que sí. Pero, bueno, yo competí y perdí.
-¿Se va a aburrir más?
-No, no. Yo sigo haciendo política. Para hacer política no se necesita ser legislador. Yo quiero hacer política como hacía mi viejo, que era un radical que terminaba de trabajar en el consultorio y después se iba al club Independiente dos horas a hablar de política. Se puede hacer política sin plata, y éste es un desafío que tengo para mí mismo. Yo llegué a Diputados sin plata. Soy un abogado con muchos años en la profesión y tengo algunos pesitos, pero no para hacer política, porque necesitás mucha plata.
-¿Pinamar junta a todos? Están Sergio Massa, Mónica López...
-¿Está Mónica López todavía? Ah, yo pensé que veraneba por Twitter. Este año cambió mucho Pinamar. Al ganar el macrismo todos se fueron a Punta del Este. Acá no quedó mucho cholulo político caza cargo, desaparecieron. Antes, para estar al lado de la carpa de Massa en (el parador) CR, había cola; ahora se escaparon. Yo vine la primera vez a Pinamar cuando estaba la casita de Silvio Frondizi y había unas especies de madera a la playa, había un hotel; no había nada. Después fui a Villa Gesell mucho tiempo. Como decía Mario Vitette Sellanes cuando robaron el Banco Río, “en barrios de ricachones, sin odio ni rencores; es sólo plata, no amores”. Eso se aplica mucho a los que vienen a hacer política acá, es la desesperación por estar cerca.
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