El consumo de carne vacuna por habitante fue equivalente a 47,4 kilos por año. Es uno de los peores registros en décadas. La crisis en la mesa de los argentinos no para de profundizarse.
Por
RODRIGO NÚÑEZ
El consumo de carne por habitante se desplomó nuevamente en noviembre, de acuerdo a un informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados (Ciccra). En paralelo, las exportaciones se situaron en los valores más altos desde una perspectiva histórica y disminuye cada vez más el peso de la producción sobre el mercado interno.
Entre enero y noviembre, el consumo aparente de carne vacuna por habitante fue equivalente a 47,4 kilos por año y se ubico 11,1% por debajo del promedio de enero-noviembre de 2023 (-5,9 kilos). En tanto, el "promedio móvil de doce meses hasta noviembre de 2024 habría quedado en 47 kilos, registrando una baja de 12,4% interanual", remarcó el documento.
La carne que falta en la mesa, se exporta
En octubre -último dato disponible- el total exportado de carne vacuna fue equivalente a 56,2 mil toneladas peso producto (tn pp; sin considerar las ventas de huesos con carne). En la comparación mensual hubo una caída de 6,6%, totalmente explicada por la "normalización" de los envíos a Israel, que en septiembre habían llegado a un récord de 7,4 mil tn pp. Pero en la comparación interanual, continuó registrándose una variación positiva (+39,8%), explicada en este caso por las mayores ventas a China y en menor medida a Israel, Estados Unidos, México y Alemania. En los primeros diez meses del año, las exportaciones marcaron un nuevo máximo de 528,1 mil tn pp., superando en 14,5% al registro de enero-octubre de 2023.
Precios y producción de carne
En noviembre, y luego de dos meses de estabilidad, el precio promedio de la hacienda negociada en Cañuelas subió 7,6% con relación a octubre y se ubicó en $ 1.872,8 por kilo vivo, en un contexto de caída del número de cabezas ingresadas al mercado. La suba fue generalizada y fue traccionada especialmente por las categorías más jóvenes. Entre tanto, el ritmo de aumento interanual continuó desacelerándose en noviembre, hasta quedar en 114,4%, el guarismo más bajo en dieciséis meses. Por su parte, el valor en dólares del kilo vivo registró una suba de 5,4% cuando se considera el tipo de cambio oficial, que llegó a 12,8% en dólares "libres" y le permitió alcanzar el valor más elevado de los últimos siete años.
La suba de 7,6% mensual del kilo vivo combinada con el ajuste de 2% mensual del tipo de cambio oficial, se tradujo en un alza de 5,4% del precio de la hacienda en pie medido en dólares oficiales, recuperando toda la caída que había experimentado en el bimestre septiembre-octubre.
En noviembre, el nivel de actividad de la industria frigorífica vacuna fue 11,1% menor en comparación con el pico que había alcanzado en octubre (máximo de los últimos dieciséis meses). Corregida por el número de días laborables, la caída fue de 3%. En total se faenaron 1,14 millones de cabezas, número que resultó apenas inferior al promedio de los últimos nueve noviembres (-1,2%). En términos interanuales, la faena disminuyó 8,2% (-101,9 mil cabezas).
En los primeros once meses del año, un total de 369 establecimientos faenó 12,67 millones de cabezas de hacienda vacuna, es decir 5,7% menos que en enero- noviembre de 2023 (-761,5 mil cabezas). En términos históricos, el nivel de actividad de 2024 se mantuvo en el puesto 11 entre los últimos 45 años, es decir seis puestos por debajo de la faena de los primeros once meses de 2023.
"La caída de la actividad sectorial fue producto de la seca que alcanzó su máximo durante 2023, forzando la venta anticipada de hacienda y la reducción del stock de vientres durante aquel año, y afectando negativamente la preñez y parición de terneros, impacto que se verificó sobre todo durante la primera parte de 2024", concluyó el informe.
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