Se especula que habrá un encuentro entre sus principales dirigentes, que puede ser el último. Todos los dardos apuntan a Mauricio Macri, a quien señalan como el padre del fracaso electoral. Muchas de las críticas provienen desde dentro mismo del PRO. El radicalismo y la Coalición Cívica evalúan dar portazo, espantados por el coqueteo del expresidente con Milei, al que también rechazan todos los gobernadores de la alianza.
Por Werner Pertot
El día después de la derrota, como era de prever, Juntos por el Cambio entró a hacer crack por todas partes. Los principales fuegos le apuntaron al ex presidente Mauricio Macri, al que todos culpan de algo. En los siguientes días se sucederán reuniones del PRO y de la UCR, camino a un eventual encuentro de la mesa nacional de Juntos por el Cambio que podría ser el último. Mientras intentaban poner paños fríos, los dirigentes de Elisa Carrió sacaron un comunicado para marcar la cancha bajo la consigna: "Ni Massa, ni Milei". Varias voces del radicalismo se alzaron particularmente contra este último, anticipándose a un eventual apoyo de Macri al candidato de La Libertad Avanza. Quizás el más sincero fue un intendente derrotado del PRO, Ezequiel Galli, quien dijo que Macri "no es más el líder de Juntos por el Cambio".
Todos contra Macri
No hay un sector que no tenga un reproche para hacerle al ex presidente, que embarró la cancha en la campaña a las generales al menos en tres oportunidades. Carrió tomó distancia de él (y de Milei) hace tiempo: "Hay que preguntarle al líder de la estrategia", ironizó con veneno hacia el ex presidente el domingo mientras abandonaba Parque Norte. Los radicales lo quieren afuera, pero del país. Y en el PRO lo culpan por desbaratar la campaña con sus coqueteos con Milei. "Primero la destruyó a Vidal, cuando quería ser candidata y le retiró el apoyo. Luego lo destruyó a Larreta, al que llevó a perder la interna. Y finalmente la llevó a Bullrich a una derrota", resumía un dirigente cambiemita.
En lugar del "parricidio" hacia Macri que vaticinaban muchos en 2019, lo que ven ahora en la alianza opositora es el mito de Cronos: el titán griego que se devoraba a todos sus hijos.
PRO internas
Si alguien piensa que se viene una confrontación entre la UCR y el PRO, está perdiendo de vista que el mismo PRO está implosionando. Tras perder la intendencia de Olavarría, el dirigente PRO Ezequiel Galli expresó con claridad el clima que se vive internamente: “Claramente Mauricio Macri no es más el líder ni el referente de JxC. Argentina eligió, y claramente fue en un sentido opuesto a lo que venimos proponiendo”, afirmó.
Mientras Macri mantiene un silencio stampa, sus voceros acusan a los radicales de querer irse con Massa. Y en el PRO la desazón es general. La cúpula del PRO se reunirá el martes para discutir estos bellos sentimientos que los embargan.
Los radicales, por su parte, tienen un posible encuentro el miércoles (la fecha podría moverse). Y no había fecha para un encuentro de todos en la mesa nacional, algo por lo que abogan especialmente los partidarios de Carrió. El cónclave sería recién la semana que viene, cuando se enfríen algunos ánimos (si es que se enfrían).
Radicales en llamas
Uno de ellos es el del gobernador de Jujuy Gerardo Morales, que el domingo en el bunker de Bullrich no lo podía ni ver al expresidente. Morales, junto con todo el sector que acompañó a Larreta, responsabilizan a Macri en gran medida por el desastre electoral. La mayoría están pensando en romper, de una forma o de otra.
Tanto Morales como Martín Lousteau analizan si hay que abandonar la coalición. "Macri es una piedra en Juntos por el Cambio: contamina y te tira para abajo todo", decían en la UCR. "En este momento, lo único que se me ocurre que podría salvar a la coalición es que Macri se exilie. Que se vaya a vivir a otro país. Que se dedique a la FIFA en algún lugar lejos, del hemisferio norte, donde él elija", recrudecían.
Los ánimos, como se puede apreciar, están cualquier cosa menos tranquilos.
Los radicales dieron el puntapié para marcar la cancha dentro de la coalición y pronunciarse contra Milei. Es la reedición de la pelea que tuvieron el año pasado cuando consiguieron que Juntos por el Cambio emitiera un comunicado conjunto que rechazaba a Milei. En ese momento, Bullrich y Macri se quejaron. Ahora, Bullrich ya no se queja. Lo único que hizo el lunes fue sacar un largo posteo donde no dice nada sobre Milei.
El primero en salir de la UCR fue Facundo Suárez Lastra: “No cuenten conmigo para votar a Milei. Como dijo Hipólito Yrigoyen, hay que empezar de nuevo. Lo que supere al populismo deberá ser liberal, progresista y socialdemócrata”, remarcó en un tweet.
Luego, en declaraciones a una radio, remarcó que "muchísimos radicales, independientes y algunos del PRO de ninguna manera están para votar a Milei. No descarto votar a Massa, pero mi idea principal es votar en blanco”.
“Nosotros siempre estamos parados del lado de la construcción democrática y eso implica combatir a Javier Milei”, se sumó el presidente de la Juventud Radical porteña Agustín Rombolá. Antes de las elecciones, otro dirigente radical porteño, Emiliano Yaccobitti, había hecho hincapié en que la UCR no iba a estar con Milei.
Carrió: "Ni Massa, ni Milei"
La líder de la Coalición Cívica también mandó a marcar la cancha tempranamente, antes de que a Macri se le ocurra hacer algo. Por esos sus principales dirigentes firmaron un comunicado en el cual afirman que "aceptamos el resultado electoral, pero no votaremos por ninguna de las dos opciones que competirán en el ballotage, las que proponen gobiernos irresponsables basados en imposibilidades morales y políticas y pacto de impunidad. En consecuencia no es ni con Massa, ni con Milei".
Llamaron a no aceptar las ofertas de Milei de sumarse a su gabinete, como las que le hizo primero a Macri y ahora a Bullrich. Tampoco integrar un "gobierno de unidad nacional" con Massa. Y sostuvieron que esa es la posición que llevarán a la mesa nacional de Juntos por el Cambio.
Lejos de Milei
Otro sector del PRO que se encuentra lejos de Milei es el larretismo. Si bien Larreta no dijo nada al respecto, hace una semana era bastante contundente en sus opiniones: "Un tipo que construye su carrera en base a la agresión no es lo que necesita la argentina. No creo que la venta libre de armas, no creo en la venta de órganos, no creo en el sistema educativo de los vouchers, no creo en la dolarización sin dólares, donde va a haber más gente pobre. Todos los Mileis del mundo fracasan. Si tengo todos estos desacuerdos, ¿cómo voy a acompañar en un gobierno?", afirmó el actual jefe de Gobierno.
Salvo que haya cambiado de opinión en una semana, es improbable que se lo vea en la línea Macri. Vidal hasta ahora solo salió a respaldar a Bullrich, pero estaría en una línea similar a la de Larreta.
A esto se sumarán los cinco gobernadores electos de la UCR y los cuatro que vienen de otros sectores cambiemitas. Ellos empiezan a ser un factor más de peso en las decisiones. Los nueve resolvieron reunirse el miércoles en la Casa de Corrientes para fijar una posición conjunta. Es probable que aboguen por la libertad de acción.
El tema va a ser cuando choquen internamente con Macri, en medio de una coalición que cruje por todos lados.
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