El resultado de Parodi reavivó las tensiones en el seno de la coalición opositora a Llaryora. Enojo del juecismo por el rol de dos consultores porteños, incomodidad de De Loredo y Ferrer. Reuniones ayer por la tarde y la puja por la Defensoría del Pueblo como trasfondo.
Por Gabriel Silva.
Hace unos meses, cuando algunos de los generales que tiene Luis Juez en el Frente Cívico le habían pedido al líder del espacio la ruptura definitiva con el radicalismo, el senador pidió mesura y, tras una pausa, respondió que había que seguir todos juntos hasta la elección en Río Cuarto. Ahora, con el resultado de la derrota consumada en la lista que encabezó el radical Gonzalo Parodi y con otros correligionarios e integrantes del juecismo dentro del armado, las conversaciones se agitaron. Como también las reuniones y los llamados.
Y tras varias idas y vueltas, con más calma el propio Juez volvió a extender la sociedad con el centenario partido hasta las Legislativas del 2025. “Es la última, no podemos bancar que sigan especulando, sin dejar margen para alguna intervención nuestra o haciéndonos esperar hasta el final como hizo Rodrigo (De Loredo) el año pasado para ver qué hacía”, dijo un juecista de la mesa chica.
Frase que remarcó en la noche del domingo, que, además, otro juecista se la hizo saber en el Imperio del Sur a radicales que habían ido temprano a mostrarse con ‘el Pampa’ Parodi en Río Cuarto y que ayer, mientras De Loredo se reunía con intendentes, un integrante del Frente Cívico se la dijo a Marcos Ferrer, el alcalde de Río Tercero y uno de los jefes de campaña de Parodi en los comicios del domingo.
Juez está entre molesto, enojado y desahuciado con la derrota en Río Cuarto. Siente, una vez más, que se dejó pasar una muy buena oportunidad para rodear al peronismo de Martín Llaryora y coparle el sur provincial. Pero, sabe también, que con algunos asesores de la campaña de Parodi iba a ser realmente difícil.
Concretamente, el juecismo paladar negro lanza el dardo apuntando a dos jugadores: el consultor Guillermo Seita, dueño nuevamente de las encuestas que llegaron a Río Cuarto, como sucedió el año pasado con la elección municipal capitalina; y a Federico Di Benedetto, a cargo de las redes sociales del radicalismo en la campaña riocuartense. “Era imposible que con dos tipos de (Horacio Rodríguez) Larreta se ganara en Río Cuarto”, se sinceró un juecista ayer a Alfil.
En el juecismo también hay enojo por lo que tomaron como una subestimación o un intento por apagar cualquier tipo de presencia o asomo del senador en la campaña de Parodi. Aunque, en este caso, las responsabilidades más allá de De Loredo y Ferrer, las apuntan directamente a Parodi. “Ahí hubo una influencia directa de (Emiliano) Yacobitti, porque este pibe tiene línea directa allá y no le hace falta pasar por ninguna ventanilla de Córdoba para llegar a los despachos de ‘Yaco’ o (Martín) Lousteau”, agregó otra fuente del Frente Cívico.
Sin embargo, reiteran la teoría de los índices de imagen de Juez contra los de Llaryora en el territorio y cuestionan la falta de generosidad por parte del candidato radical en el sur. “El año pasado, cuando Bullrich fue al acto en Río Cuarto, Parodi subió al escenario porque Luis tuvo un gesto. Parece que Parodi se olvidó rápido de eso”, afirmó.
Y agregan en la teoría del brazo solidario del juecismo las intervenciones del jefe del bloque PRO en la Cámara alta con el expresidente Mauricio Macri y con la diputada nacional Laura Rodríguez Machado para que el candidato amarillo en Río Cuarto, Rolando Hurtado, declinara sus aspiraciones y no le partiera el voto opositor a Parodi.
La catarsis radical
Por su parte, ayer hubo varias conversaciones en el seno de la UCR. Concretamente una serie de reuniones en Córdoba con la presencia de De Loredo y Ferrer y en todas, los referentes radicales sostuvieron que se “municipalizó” la elección de Río Cuarto y que esa fue una decisión de Parodi.
“No quisieron que nos metiéramos, se dio una mano pero ‘el Pampa’ se cerró y no nos metimos más. El análisis es simple: Parodi no penetró en la clase media ni alta y le terminó comiendo más votos (Guillermo) De Rivas al ‘Pampa’ que (Adriana) Nazario a De Rivas”, dijo un radical con acceso al diálogo entre Ferrer y De Loredo.
El intendente de Río Tercero estuvo desde la siesta en Córdoba con una reunión con el juecismo, luego otra con los radicales ayer sobre el final de la tarde y en el entorno del dirigente que apunta a presidir la UCR en septiembre sostienen que “está todo bien” y que el resultado de Río Cuarto no los “esmerila, ni nos raspa”. Aunque no es lo mismo que creen aquellos que quieren disputarle la conducción al eje De Loredo – Ferrer y que preparan una especie de contracumbre a la que se hizo en San Francisco hace unas semanas, pero en Villa María.
Que son los mismos que van a reaparecer ahora, previo al 20 de julio, fecha en la que se vence el plazo para presentar alianzas dentro de la interna que se dirimirá en septiembre.
La Defensoría del Pueblo, el (otro) botín que sigue en disputa
En tanto, y más allá de la crisis post derrota en Río Cuarto, la cuenta regresiva para definir la situación de la Defensoría del Pueblo continúa y el 3 de julio vence el mandato de Mario Decara. Tal vez, no era el escenario que pensaban en la UCR de Evolución porque un triunfo de Parodi con asunción un día antes hubiera sido una buena jugada a dos bandas, pero las negociaciones siguen.
Y aquí, la duda entre algunos de los socios es si ya está acordado el desembarco de Julio Ochoa al sillón principal, para ceder el lugar del adjunto a un hombre del peronismo. Posibilidad que aseveró un hombre del peronismo, reconoció un integrante del juecismo y blanqueó un radical: “es lo que se está hablando hace varias semanas”.
No obstante, desde la conducción actual del organismo afirmaron que “va a contrapelo de lo que hablan desde El Panal con nosotros. Así que hay que ver cómo se sigue ahora después de la derrota en Río Cuarto”.
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