Esta semana se produjo otro giro de utilidades del Banco Central, justo antes de la licitación de deuda en la que no se renovaron todos los vencimientos. Bajó el ratio de financiamiento en el mercado pero no descartan que llegue a la meta oficial del 40%.
Con depósitos en el Banco Central que al comienzo de la semana llegaban a $74.000 millones, el Tesoro volvió a recurrir a la emisión monetaria para financiar sus necesidades, antes de la licitación del miércoles que dejó al Ministerio de Economía unos $80.000 millones por debajo de los vencimientos de deuda. El traspié de la operación, si bien dejó un ratio por debajo de la meta oficial en lo que respecta al fondeo en el mercado para el año, no corta las chances de Martín Guzmán de cumplir con su objetivo, siempre que se reacomode la oferta de títulos ofrecidos en las próximas colocaciones, según señalan los operadores.
“Con depósitos en el Banco Central por AR$ 73.727 millones el lunes pasado, el Tesoro deberá acudir a asistencia de la entidad monetaria para cubrir sus vencimientos de esta semana”, vaticinó un informe de la consultora Equilibria. Los compromisos hasta el 6 de este mes en pesos sumaban unos $227.000 millones, en concepto de los bonos TX21, TB21 y TD21.
En ese sentido, las planillas del BCRA mostraron un envío de utilidades de $40.000 millones el lunes que, en principio, se utilizaron para comprarle dólares a la propia autoridad monetaria por el mismo monto-es decir que tuvo un efecto neutro sobre la cantidad de dinero en circulación-, para hacer frente principalmente a un pago de intereses al Fondo Monetario Internacional por USD345 millones, el más importante en moneda dura.
En el mercado e incluso dentro del equipo económico consideran que el Gobierno deberá o bien subir la tasa de las Letras ofrecidas para atraer inversores, o volver a recurrir a instrumentos más cortos, a diferencia de la última licitación en donde todas las Letes y bonos fueron a 2022 y 2023, amen de la diversificación buscada con la reaparición de los bonos dólar linked. Sólo así Guzmán podría alcanzar su meta del 40% como porcentaje de financiamiento mediante deuda y 60% con recursos del Central, analizan. Hoy esa proporción se encuentra en 38% y 62%, respectivamente.
Lo cierto es que durante los últimos meses las transferencias de las ganancias contables al Tesoro se aceleraron: $50.000 millones en mayo, $90.000 millones en junio y $180.000 millones en julio (en total, casi el 70% de lo autorizado para 2021), más allá de que se ubican bien por debajo de las del año pasado. Si se suman los $190.000 millones por Adelantos Transitorios en marzo y abril, la monetización del déficit ya alcanza los $550.000 millones en lo que va del año.
En la city entienden que el BCRA se alineará con todos los pedidos de fondos que haga Hacienda, aunque después la autoridad monetaria esterilice por otras vías esa mayor expansión.
“Para recuperar la demanda, el Gobierno debería reponer instrumentos cortos, en particular las Ledes, sin precio mínimo”, evaluó Javier Casabal, jefe de renta fija de Ad Cap. La preferencia por tasas más altas se observa en el apetito de los inversores por Letras de la Ciudad o la provincia de Buenos Aires, a quienes ofrecen más que lo adjudicado, completó.
Joaquín Waldman, de Ecolatina, planteó que “pareció que faltaron instrumentos cortos”, ya que, en relación a la suba de la tasa tasa “ya se hizo” tanto en las Lecer como las Ledes. “Quizás fue insuficiente, pero sabemos que casi no dejaron afuera posturas” por ese motivo en la última licitación.
En ese sentido, consideró que aún puede lograrse la meta del 40% de financiamiento con deuda: “sabíamos que julio y agosto eran el peor momento del año porque había muchos vencimientos y además se suma el aguinaldo de estatales y jubilaciones. El porcentaje de fondeo neto es muy volátil, no así el de emisión, que de todas formas estaba en el primer semestre en mínimos de los últimos años”, concluyó.
Por Ignacio Ostera
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