Por Víctor F. Lupo *
En un fin de año 2017 convulsionado por la violencia y protestas en las calles del país debido a las reformas que se aplicarán en los haberes de los jubilados y los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH), apreciamos que el Deporte culmina con graves problemas institucionales.
Esta afirmación tan peligrosa como cierta, la podemos ilustrar de la siguiente manera:
Un nuevo año sin el cumplimiento, por parte del Estado argentino, de las leyes nacionales referidas a la actividad. La Ley del Deporte 27.202 que actualizó (octubre 2015) a la Ley sancionada en el tercer gobierno del General Juan Perón (20.655) y que desde la vuelta a la democracia los funcionarios solo cumplieron en un breve periodo de 3 años, pese a ser una herramienta aún hoy, de avanzada en el mundo, incorporando las organizaciones libres del pueblo en la planificación y decisión de políticas deportivas.
La Ley de Promoción de los Clubes de Barrio y de Pueblo (27.098) sancionada en 2014 y que aún sigue sin reglamentarse, por lo que el Secretario de Deporte sigue otorgando los subsidios en forma arbitraria. Por entregar a entidades de polo, golf y otras con deportes profesionales (Subsidios VIP) fue demandado en la provincia de Córdoba y el juez federal Lijo realizó un allanamiento en la Secretaria por la causa abierta en su juzgado. A esto debemos sumarle el escándalo de becas discrecionales y posible tráfico de influencias que se disparó a partir de la emisión del programa televisivo “Periodismo Para Todos” conducido por el periodista Jorge Lanata, con denunciantes de Misiones y Tucumán más el periodista de investigación Ernesto Rodríguez III (que había trabajado por unos meses en la SDN) por la obligatoriedad en la compra de piletas de natación de una marca determinada, lo que llevó a una investigación en toda la Secretaría de Deporte y que generó la abrupta salida de Orlando Moccagatta, subsecretario de Alto Rendimiento. Este accionar volvió a poner a la institución (SDN) y a sus miembros en la mira de la justicia, como no ocurría desde el año 1996.
Otra ley que se sigue sin cumplir, pese a los distintos pedidos institucionales entre ellos de la CAD, es sobre la Ley de Asignación Universal por Deporte (AUD), Ley 27.201, sancionada y reglamentada en octubre del año 2015. Esta Ley está basada en un Proyecto presentado por el Movimiento Social del Deporte (MSD) a la entonces Presidenta de la Nación en julio del año 2010, sin que aún sea llevado a la práctica. Es una necesidad urgente, ponerla en acción, para que nuestros jóvenes más humildes, logren hacer deporte en un Club, ante una “epidemia” de sedentarismo y obesidad, que tenemos el desastroso “privilegio” de ser números UNO en América Latina.
El ayudante de entrenadores de la selección de básquet, Silvio Santander, expresó que el 4% de la población solamente practica una actividad federada. Si a esto le sumamos que en cuatro años la inactividad física subió de 46,2% a 54,9% (2005-2009), podremos calibrar en el problema de salud que nos encontramos, aunque los dirigentes solo sigan pensando en la Cultura del Podio. Cuando los funcionarios son interrogados por estas leyes en las distintas cámaras legislativas contestan como aquel famoso cómico Fidel Pintos, “solo sanata”. El gran periodista deportivo Dante Panzeri solía decir “Digo la Verdad o perfecciono la Hipocresía”. A eso actualmente se le llama “PosVerdad” o sea que es mentira o es la perfección de la hipocresía.
Otro tema central para hablar de Crisis Institucional, fue cuando en el pasado mes de abril, se produjo por primera vez en su historia, una escisión en la Confederación Argentina de Deportes (CAD), entidad madre de nuestro deporte, estructura fundada en 1921, anterior al COA, que nucleaba a todas las organizaciones deportivas de nuestro país y que tuvo sobre sus espaldas al momento más brillante de nuestro Deporte nacional.
Hubo dos hechos concretos que fueron detonantes de dicha fractura. El primero sucedió cuando se publicó el padrón para votar y se inventaron más de cuarenta deportes no tradicionales. La gran mayoría de ellos que directamente no existen en nuestro país y más de treinta aparecían con el mismo domicilio. El segundo punto fue que, para poder votar todas las federaciones debían saldar una deuda que en total superaba los cuatrocientos mil pesos. Al incluir en la votación deportes inventados para sumar votos y excluir a los deportes tradicionales de la CAD, se consumaba la apropiación de la entidad histórica por un grupo político que directamente no representa los intereses del deporte. Ante esta realidad, como una forma apresurada de demostrar la situación ilegitima que se estaba por producir con la entidad madre, la casi totalidad de los deportes históricamente afiliados a la CAD decidieron conformar un ámbito de reagrupamiento – que se denominó CONDEPA-. Grave error, como quedo demostrado ante la falta de legitimidad actual de las 2 instituciones.
De esta manera, algunos dirigentes del deporte federado nacional, a quienes en distintas ocasiones los nombré como “Virreyes imperiales deportivos” siempre a disposición de las Corporaciones Internacionales que han convertido al Deporte solo en un Negocio por no decir Negociados Corruptos, olvidando totalmente a sus bases” fueron capaces, por enanos intereses, de despedazar una Institución que había sobrevivido 96 años la vapuleada historia de nuestro país y había resistido firmemente, con dirigentes patriotas, varias Dictaduras militares que la habían intervenido e intentado hacerla desaparecer en el año 1979.
Otro organismo deportivo que sufrió un ataque, en este caso del gobierno central, fue el ENARD (Ente Nacional del Alto Rendimiento Deportivo) organismo creado por Ley en diciembre de 2009 y que funcionaba autárquicamente con un financiamiento a través del impuesto del 1% del abono de los celulares, hoy suprimido (pese a que los actuales funcionarios del PRO habían votado a favor de la Ley) por la cuestionada nueva Ley Tributaria sancionada en el día de ayer. Con lo cual todo va a depender nuevamente de una negociación anual con el ministro de Economía o el secretario de Deporte de turno. O sea que mientras dicen Cambiemos retroceden a la prehistoria. La falta de organización y peso político de la dirigencia deportiva y los mismos deportistas, algunos de los cuales luchan solo por su interés personal, sin tener una visión social del Deporte dejo casi sin reclamos fuertes el disponer de un Derecho que el Deporte se lo había ganado.
A todo esto le podemos sumar, las denuncias por el escandaloso aumento del presupuesto (prometido para ganar al COI), licitaciones directas y reducción de lugares prometidos para los Juegos Olímpicos de la Juventud que se disputaran en el año 2018 en la Ciudad de Buenos Aires. La eliminación del Fútbol para Todos en la TV, las pretendidas sociedades anónimas para los clubes, construidos por generaciones de argentinos, la idea de más juego con las Apuestas On Line (rechazado hasta por el mismo Papa Francisco), la Violencia en los espectáculos deportivos y la ignorancia sobre la Ley de Antidoping, ya que los últimos casos en años solo se descubrieron en otros países, podemos afirmar sin equivocarnos que el Deporte sigue en un tobogán de caída y no parece detenerse nunca.
Hace pocos días en un programa televisivo la diputada (M/C) y dirigenta de derechos humanos, Graciela Fernández Meijide, con motivo de los disturbios en el Congreso, por la rebaja en los haberes jubilatorios expresó: “Hoy las democracias representativas están cuestionadas en todo el mundo. Los pueblos están buscando herramientas para superar esta forma de Gobierno”. Nuestro Pueblo ya la había cuestionado en 1974 cuando se presentó el “Modelo Argentino para el Proyecto Nacional” pidiendo una Democracia Federal, Representativa, Directa, Orgánica y Social, pero lo acallaron “a sangre y fuego” y aún no pudo llevarse a cabo. El Deporte tiene en su Ley Nacional de Deporte (27.202), todas las herramientas para esta nueva forma participativa, pero el funcionario a cargo (por desidia, ignorancia o vaya saber que… ) se niega a cumplirla. SERA LA HORA.
* Dirigente del MSD y autor de 6 libros sobre la actividad deportiva
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