La noticia se conoció poco después de las 11 de ayer, a minutos de que fue ingresada la denuncia en la Comisaría Primera. Una joven del interior decía que dos desconocidos en un auto negro le robaron su beba en la vereda del hospital Pediátrico de Resistencia, pero al transcurrir las horas se supo que la había entregado a su conocida. La lactante finalmente por la tarde fue localizada en Napenay y la justicia evaluaba al cierre de esta edición si la restituía a los progenitores o quedaba en guarda hasta que se aclare todo.
Guadalupe Soledad Depieri (19), dijo que le “arrebataron” la niña de seis meses de sus brazos y escaparon por la calle Juan B Justo con dirección a Barranqueras. Su relato incluyó que escaparon en “un auto negro con vidrios polarizados” y escaparon hasta la localidad portuaria. Pero a medida que pasaban las horas la versión iba perdiendo fuerzas hasta que se quebró y contó todo a los policías de Trata de Personas e Investigaciones.
NORTE en el lugar donde comenzó todo
Al llegar al hospital Pediátrico, un sinnúmero de pacientes, la mayoría mujeres con bebés y niños en sus brazos, parecían ajenos a la noticia, sentadas a metros de la calle, bajo la sombra de algún árbol. Al consultar a vendedores ambulantes, cobradores de estacionamiento y aún al portero del lugar, nadie había visto nada. “Vinieron muchos policías, pero no sabemos qué pasó”, contó uno de ellos.
Sí tenía un dato el policía de guardia en el establecimiento sanitario: “No fue en la vereda del hospital, fue en el pasaje” ubicado entre Juan B Justo y la avenida 9 de Julio y entre las calles 4 y 5.
Este medio también consultó a la directora del nosocomio, Alicia Michelini. La médica a esa hora tampoco tenía conocimiento del hecho.
Luego de la solicitud periodística, y tras revisar la admisión del día de ayer, aportó un dato que sería clave en la investigación: “El paciente nunca se atendió en el hospital”, aseguró sobre la hija de Depieri. Michelini tampoco conocía algún antecedente de robo de bebés con ésta modalidad tipo “arrebato”.
Una mujer denunciando el robo de una recién nacida de una modalidad inédita, gran cantidad de potenciales testigos frente al Pediátrico que no vieron nada ni escucharon gritos, y la confirmación del hospital de que no se atendió a la beba como decía la madre que acusaba el robo. Las dudas eran muchas.
El inicio de la mentira
Depieri era interrogada por un equipo interdisciplinario que incluía a una psicóloga. Pero además en el lugar trabajaban varios jefes policiales, el comisario de la dependencia y el secretario de Seguridad provincial, Marcelo Churín.
Afuera comenzaron a llegar los familiares de Depiri. Todos oriundos de Las Garcitas, entre ellos dos hermanas, su padre y otros. “No pudimos hablar con ella, está incomunicada”, explicaron.
Una hermana de la mujer contó la versión que en primera instancia dio la madre de la beba. “Vinieron en camión desde Las Garcitas, ella, su marido (Jorge Alberto Ojeda) y mi mamá a realizar la revisión técnica en Carros (taller ubicado sobre la ruta 11, a las afueras de la ciudad)”, relató.
Y agregó que “la beba tenía que hacerse una audiometría en el Pediátrico, por eso ella vino sola a la ciudad. Después de hacer la audiometría, cuando iba para el Perrando a tomar un colectivo, le sacaron la criatura”.
Poco después los jefes policiales comenzaron a dirigir operativos vía telefónica porque otro dato había surgido: la niña estaría en colectivo que iba camino a Sáenz Peña. La versión de un autosecuestro o de una entrega de la beba comenzaba a hacerse más fuerte.
Hipótesis que se manejaron
“Hay varias líneas de investigación. Estamos a disposición del caso y trabajando con las divisiones Trata de Personas, Investigaciones Complejas y otro grupo especial que se armó para realizar el rastrillaje. Hay pistas que se investigan, pero no se descarta ninguna hipótesis”, dijo Churín en ese momento, confirmando que la beba pasadas las 13 aún no había sido encontrada.
Cerca de las 14 llegó a la Comisaría Primera el intendente de Las Garcitas, Sergio Dolce, quien al ingresar dijo que venía solidarizarse con la familia de la beba “robada” pero que a los pocos minutos salió reconociendo que lo más probable era un caso de “autosecuestro” o “entrega” de la menor.
Incluso uno de los familiares que permanecía en la Primera, reconoció a NORTE que “los mensajes de WhatsApp” incriminaban a la Depieri sobre una supuesta entrega.
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