La comunidad educativa de la escuela “Organización de Estados Americanos”, ubicada en el barrio de Parque Chacabuco, reclama que el Gobierno porteño no manda viandas suficientes para los alumnos.
La comunidad educativa de la Escuela Primaria Nº4 D.E. 8º “Organización de Estados Americanos” intimó este viernes al Ministerio de Educación porteño a responder de forma “urgente” por la reducción de raciones de desayuno y de almuerzo para más de 400 infancias.
La escuela, que es de jornada completa y está ubicada en Del Barco Centenera 747 en el barrio porteño de Parque Chacabuco, requiere la prestación de 417 raciones de desayuno y 354 raciones de comedor, y la empresa concesionaria CAO Alimentación envía sólo 245 raciones de desayuno y 230 de comedor (en promedio) desde el inicio de este ciclo lectivo.
Florencia Guglielmotti, mamá vinculada a la escuela desde 2006 por sus tres hijxs y actual integrante de la cooperadora, dijo a El Grito del Sur: “Nunca pasaron cosas así en esta escuela, no están enviando la cantidad de raciones que corresponde a la cantidad de niñxs y tenemos que dividir raciones, terminan comiendo tres cuartos cada uno y las porciones de por sí ya son pequeñas e insuficientes. Es responsabilidad compartida, el GCBA tiene que garantizar y la concesionaria tiene que proveer”.
Luego de numerosos reclamos, la respuesta que reciben es que “como hay 100 niños que no han tramitado la beca ellos no mandan las raciones”, relató Guglielmotti y agregó: “lo de las becas sería solo para el almuerzo, no para el desayuno o merienda que es obligatorio, ahí no hay incidencia de si el alumno tramita beca o no, si se queda a comer en la escuela en el almuerzo o no, eso es para todos los niños y niñas y el concesionario que paga el Gobierno de la Ciudad no los está mandando”.
Además, denuncian que la nutricionista Micaela Díaz (MN 10401) se presentó en la institución el 3 de marzo e informó que a partir del lunes 14 de ese mes “no se le garantizará el desayuno ni el almuerzo a quienes no hayan iniciado la Beca Alimentaria”.
El desayuno consta de una parte sólida que puede ser una magdalena, una barrita de cereal, un paquetito de galletitas, o una pastafrola pequeña, y otra parte que es lo líquido que puede ser yogurt bebible y leche chocolatada.
La conducción de la escuela realiza desde el 23 de febrero constantes reclamos y la respuesta es “que lo tienen que evaluar”, además el expediente EX-2022-08437869-GCABA-ESC201442 les fue “denegado”. A partir de esto, la comunidad organizó una juntada de firmas y la presentación de la carta a la conducción para “respaldar el pedido del director” y que se eleve al Ministerio de Educación, el viernes pasado.
Entre la falta de respuestas, el trámite online de las becas y la brecha digital
Con el sistema actual, respecto al almuerzo hay distintas posibilidades: tramitar una beca que puede ser otorgada al 100 por ciento, al 50, o puede ser rechazada; optar por pagar; llevar una vianda o retirar lxs niñxs para que almuercen en sus casas y luego regresen al colegio.
“En esta escuela siempre se les dio de comer a todos los niños, más allá de que hayan tramitado la beca o no. Después es un problema del concesionario que se arregle con las familias si no tramitan las becas, pero no podés dejar a un niño sin comer durante 8 horas, porque entran a las 8.15 y salen a las 16.15”, apuntó Guglielmotti.
En cuanto a lo que les sirven en comedor, el menú está aprobado por “pliego de concesión y todos los concesionarios tienen el mismo en todas las escuelas”, pero varía en las posibilidades de la institución de cocinar.
“Te dicen ‘milanesa de carne con ensalada’ y en realidad es una hamburguesa rebozada, es un reconstituido de carne prefrito -describió la integrante de la cooperadora-; también dice ‘pastel de carne’ y resulta que tiene dos pedacitos de carne picada y un montón de lentejas: ‘pollo con ensalada’, no les sirven pollo, les sirven solo alitas. Además sabemos que en las alas es donde más se concentran las hormonas que les dan a los pollos para que crezcan, lo que menos deberían comer lxs niñxs”.
En su caso particular, Guglielmotti tramitó la beca en diciembre de 2021 y la confirmación de que recibieron la solicitud le llegó en marzo, cuando las clases comenzaron en febrero.
Las becas se deben tramitar a través de la web del Gobierno de la Ciudad, pero hay distintas trabas que dificultan la gestión: se tilda, piden documentos escaneados o fotografiados y “si tardás 10 min porque no encontrás el documento tenés que empezar todo de nuevo”. Asimismo, no se tiene en cuenta que hay familias que no tienen acceso a una computadora o que, a pesar de tenerla, no saben utilizarla.
Para “ayudarlos”, el Gobierno porteño les propone a esas familias que se trasladen a otros barrios donde habría facilitadores que trabajan en zonas vulneradas. La solución paliativa que encontraron desde la cooperadora es que una madre o padre lleve una computadora por voluntad propia y ayude a las familias. “Pero es el Estado el que debería garantizarlo”, reclamó Guglielmotti.
En la carta, la comunidad educativa apela a la “obligación constitucional indelegable que la Ciudad –a través del Ministerio de Educación en este caso- tiene de asegurar y financiar la educación pública” e intiman a que en el plazo de 10 (diez) días resuelva requerido, “bajo apercibimiento de iniciar las acciones judiciales correspondientes”.
Este reclamo no es aislado y se suma a la lista de denuncias, fallos judiciales, intimaciones que se sucedieron antes y durante la pandemia.
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