Un grupo de empleados municipales de Icaño acusó al intendente José Pío Carletta de tomar medidas persecutorias redesignando funciones. Tras el cambio político en la conducción de la comuna, más de 30 empleados que cumplían funciones administrativas manifestaron a El Ancasti que fueron designados por la nueva gestión a limpiar salones y lugares recreativos.
Este cambio de funciones también afectó a los agentes que se desempeñaban dentro de las áreas de Catastro, Producción, Acción Social, a quienes se los envió a realizar tareas de limpieza en las plazas.
"Nos sentimos perseguidos políticamente con estos movimiento internos. A mí me mandaron a transportar elementos en carretillas desde el municipio al museo", admitió uno de los empleados.
Según los agentes municipales, toda esta situación ha generado un clima de incertidumbre que afectó principalmente a sus familias.
Por último, comentaron que la reasignación en las tareas específicas que venían realizando es una situación atípica. Aseguraron que hace muchos años que en Icaño no sucedía algo así.
"Hemos retrocedido 20 años", expresaron
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