Un grupo de vecinos denunció que el Intendente de Quilmes, Martiniano Molina, cerró un vivero municipal en el que funcionaban distintos cursos y asistían unos 18 chicos con capacidades diferentes. Los docentes fueron a sus clases habituales y se encontraron con el taller cerrado con candados.
Las puertas del Vivero Municipal de Quilmes amanecieron cerradas con candados. Ante esta situación, la coordinadora del lugar, Gabriela Luciani, docente desde hace más de dos décadas y responsable del dictado de distintos cursos, se quedó afuera de su trabajo. Por ello, se movilizaron a las puertas del edificio comunal para exigir la reapertura, aunque no fueron recibidos por el Ejecutivo.
"La encargada del vivero se encontró con que le habíancambiado los candados del lugar y no pudo entrar. Con este accionar, 18 personas con capacidades diferentes, entre motrices y visuales, se quedaron sin su único lugar de esparcimiento", relató el concejal de Juntos por Quilmes, Daniel Gurzi luego de la reunión que mantuvo con los manifestantes.
Asimismo, según relató el edil por la oposición, el Ejecutivo no "brindó respuestas" a los integrantes del Vivero Municipal, por lo que aseguró que interpelarán al Intendente sobre esta situación.
Además, explicó, que lo harán a través de un escrito que enviarán a su despacho, aunque si no reciben respuestas, ingresarán el reclamo docente en el Concejo Deliberante, según supo Infocielo.
Primero, el bloque Juntos por Quilmes necesitarádialogar con los demás espacios para solicitar al presidente del cuerpo una sesión extraordinaria. Para ello, tendrán que buscar el apoyo de otros sectores de la oposición.
Más allá del dato político, maestros y estudiantesesperarán respuestas por parte de Molina, de hecho, muchos de ellos sumarán el agravante de no poder contar con cursos docentes en el que se les otorga puntajes para su carrera.
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