Alicia Graziano fue delegada de base y trabajadora de la salud en el Sanatorio Güemes, además, es una sobreviviente de la última dictadura cívico militar. Graziano fue secuestrada en 1977 y torturada salvajemente en el centro clandestino de detención del Círculo Militar. Producto de la picana eléctrica, Graziano quedo con secuelas irreversibles que requieren tratamientos de por vida.

Según consignó Página 12, Graziano está internada y denuncia que Obsba, la obra social de la Ciudad de Buenos Aires, la abandonó al no abastecerle los medicamentos que necesita. "La tortura me provocó la pérdida del embazo y me generó una destrucción irreversible en la columna y en los nervios de las piernas. Me dejaron en coma", contó Graziano en comunicación con AM750.

"La picana me dejó una patología y un dolor muy intenso que arrastre durante muchas décadas", contó la sobreviviente. El último tratamiento con el que dio y que le estaba dando resultados fue una bomba intratecal de morfina, un dispositivo electrónico que se coloca en el vientre y que bombea morfina provocando alivio en el cuerpo.

"Hasta el momento la obra social me venía cubriendo la recarga de la bomba semestral, algo que para mí es prácticamente inaccesible por lo caro que es. Pero a partir del año pasado cara recarga comenzó a requerir un trámite muy engorroso y difícil. Incluso en una oportunidad tuvimos que hacer un recurso de amparo para que autoricen la recargada", denunció Graziano y contó son muchos los afiliados de Obsba los que están atravesando por una situación similar.

Debido a la falta de morfina y el intenso dolor que crece, Graziano está internada desde el miércoles pasado en el sanatorio Santa Bárbara exigiendo una pronta respuesta de la obra social y del gobierno porteño. "Obsba está pasando por un momento muy difícil. Esto tiene que ver con la deuda que tiene el gobierno de la ciudad con la obra social", advirtió.