Cuestionan el impacto de sus extracciones de arcilla en las laderas del parque industrial. Vecinos de la zona culpan a la fábrica por alergias respiratorias y otras afecciones.
El impacto topográfico y paisajístico en la serranía de Mojotoro, frente al parque industrial de Salta y lindante al barrio Floresta, es irreversible. En los últimos años, la cantera que allí explota cerámica Alberdi arrasó más de 17 hectáreas que hasta hace poco ostentaban una tupida vegetación. En la Secretaría de Minería de la Provincia esperan que la empresa envié en los próximos días una maqueta en tres dimensiones (3D) para ver cómo quedará ese lugar al finalizar la extracción de arcilla. Por un convenio que se firmó en 2008 esos dos lotes, de 29 y 18 hectáreas, serán anexados posteriormente al parque industrial. Mientras se sacan a diario toneladas de arcilla, vecinos que viven en las cercanías de la cantera padecen afecciones respiratorias, alergias y problemas oculares. Nélida Liendro, una ama de casa de 43 años, sostuvo que se hizo alérgica por el constante y abundante polvillo que allí circula proveniente de la cantera. Para reforzar su afirmación, la mujer mostró ante las cámaras de este medio las pastillas que acaba de recetarle su médico. Desde su casa ubicada en calle Emergildo Diez al 2.200, en Villa Floresta, Nélida denunció que su hijo de 15 años empezó a tener el mismo malestar y que a su hija de 25 años se le irritan los ojos. Su vecina, Ana Ruiz, tiene una perra llamada Saya. La cachorra, asegura la familia, tiene la piel lastimada a causa de las partículas que se dispersan con los vientos y caen sobre las viviendas de la zona. Rita Flores, de 30 años, también vive en la zona alta de villa Mitre, cerca de la cantera. "Mi hija de dos años sufre una alergia y mi perra vive lastimada por el polvo que levantan las máquinas a toda hora", puntualizó.
Falta de estudios
Oscar Suárez, jefe del programa de Gestión y Fiscalización Minero Ambiental de la Provincia, aseguró que "hasta la fecha", de acuerdo con las inspecciones que se realizaron, la cantera cumple la reglamentación vigente. No obstante, el organismo no hace estudios sobre la emisión de polvillo. El funcionario señaló que se le había solicitado a la empresa bajar los niveles de polvo sobre todo en los días de mayor sequedad ambiental. Ante esos casos, se dispuso que atenúen la actividad. También se les exigió ensayos de la estabilidad de taludes.
Desechos y vibraciones
Además de la cantera, Cerámica Alberdi tiene en el parque industrial su planta fabril. La Provincia le adjudicó allí una extensa parcela en junio de 2009 y tres promociones industriales en 2009, 2010 y 2013.A contrapelo de los certificados de crédito fiscal que favorecieron la ampliación de las extracciones, procesos y operaciones comerciales, en los últimos cuatro años se multiplicaron los reclamos en barriadas de la zona.Familias de las villas aledañas a 20 de Junio denunciaron que la fábrica de cerámicos vuelca en el canal del arroyo Tinkunaku un líquido blanquecino que despide fuertes olores ácidos. Desde la planta incluso salen caños que desembocan fuera del predio. La gente teme que se trate de algún desecho químico.Vecinos de la calle Francisco Vélez al 900, en Villa Juanita, denunciaron que la actividad de la planta produce un temblor constante que se intensifica durante la noche. Atribuyen a esas vibraciones, asociadas a los procesos de molienda industrial, los agrietamientos que se ven en las viviendas."Cada vez que mandan una inspección, todos aquí nos damos cuenta, porque merman los ruidos y las nubes de polvillo que nos arruinan la vida. Seguro que les avisan antes de que lleguen los inspectores", cuestionó Sandra Morales, de 39 años, tras hacer notar que los sistemas de trituración parecen estar parados o media máquina durante el día y a pleno de noche. Sandra Morales abrió las puertas de su casa y mostró una pared rajada. "Por el movimiento que genera la fábrica se empezaron a partir", aseguró.En otro sector de la vivienda, hizo ver una pared cubierta de garrapatas y afirmó que, a causa del febril avance de la cantera sobre las deforestadas laderas de los cerros, el barrio fue invadido por esos ácaros y otras alimañas. "Por las noches y durante toda la madrugada, las chapas de mi casa tiemblan por las máquinas de la fábrica", dijo Lucas Cisneros, un joven de 17 años.
Aseguran que el polvillo complica la vida y enferma
Cansada del polvillo que emite la planta de la cerámica, Juana Arroyo, de 65 años, se mudó de la casa en la que vivía, al lado del canal del arroyo Tinkunaku, en villa 20 de Junio. Desde hace un par de años, la mujer reside en villa Floresta junto a un hijo y dos nietos, una nena de 11 y un nene de 7, y sigue sufriendo los efectos del polvo que generan las máquinas que extraen arcilla de la cantera. "Hay momentos en que es insoportable. Cuando corre viento, el polvo irrita los ojos y no se puede respirar. No solo estoy preocupada por la salud de mis nietos, porque aquí viven muchos chicos que tienen problemas respiratorios. Por el polvillo también hay muchos perros afectados", acotó.Juana Ríos tiene su casa al lado del canal del Tinkunaku y a pocos metros de la planta de Cerámica Alberdi en el Parque Industrial. Mientras la mujer exponía los problemas, Benjamín, su hijo de siete años, no paraba de toser."Siempre está así" , aseguró Álvaro, su hermano de ocho años.En villa Mitre, Juanita, 20 de Junio y otras barriadas de la zona este, las complicaciones respiratorias en niños y adultos son moneda corriente.Juana describió que allí los amaneceres llegan cubiertos de polvillo por la actividad nocturna de la fábrica.En esa casa, también se sienten los fuertes ruidos de las máquinas y hay preocupación por los desechos que se vuelcan en el canal del Tinkunaku.
Reclamos en el Concejo Deliberante: Angela Di Bez denuncia que la empresa no le responde los reclamos
En los últimos años, varios concejales capitalinos manifestaron preocupación por la salud de los vecinos que residen en las inmediaciones de la planta de Cerámica Alberdi.La edil Angela Di Bez dijo que en reiteradas oportunidades solicitó informes pero no recibió respuestas algunas sobre las denuncias planteadas."Si bien se hicieron algunas obras, el malestar de los vecinos persiste", recalcó la concejal.Empujado por los reclamos de las familias que padecen broncoespasmos y problemas de piel a causa del polvillo, el concejal Abel Moya fue el último en requerir al Ejecutivo municipal información sobre el funcionamiento de esas instalaciones.Moya aseguró que desde hoy analizará los documentos que le enviaron la Municipalidad y organismos de la Provincia.Uno de los casos expuestos ante concejales es el de Nélida Liendro, una vecina de Villa Floresta que tuvo que ser medicada por la alergia que sufre a causa del constante polvillo que proviene de la cantera de Cerámica Alberdi. La situación empeoró para esta vecina luego de que su hijo comenzara con los mismos síntomas que ella.
Minería pide denuncia formal
"Sería conveniente que quien se sienta afectado por esta actividad presente de manera formal una denuncia. De esa forma pondrá de manifiesto lo que está ocurriendo y se le darán todas las explicaciones", sostuvo el jefe del Programa de Gestión y Fiscalización Minero Ambiental de la Provincia, Oscar Suárez.Sobre las operaciones en la cantera, dónde tiene competencia la Secretaría de Minería, el funcionario dijo que la empresa presenta cada tres meses informes sobre los trabajos y los volúmenes de arcilla extraídos. Suárez indicó que se estableció esa periodicidad "por la cercanía urbana, lo que implica una situación más sensible".En villas de la zona, como Floresta y Juanita, hay un generalizado reclamo por los ruidos constantes en la cantera y la fábrica. Algunos vecinos aseguran que las fuertes vibraciones sacuden las chapas de sus casas. "Con todo respeto a las comunidades que allí viven, yo no creo que eso sea así", dijo el funcionario, y agregó que "el material que se extrae es relativamente blando, lo que permite que sea arrancado fácilmente con una pala cargadora".De todos modos, el organismo no ha podido dar respuestas sobre el nivel del polvo que generan los trabajos en la serranía del Mojotoro. Suárez admitió que a las mediciones las hace la empresa."Le vamos a pedir que ahora se hagan con un laboratorio certificado a nivel internacional, pero con la participación nuestra. Ese es el paso que se viene", afirmó."El organismo hace controles, no estudios. En la zona no es tan fácil porque donde se podrían colocar las copas (el material foliar para los estudios) pueden suceder hechos vandálicos o que alguien les tire tierra. Todos los caminos aledaños están sin pavimentar, hay que medir la dirección del viento y tener personal constante para eso. Si bien la medición de polvo es necesaria, tiene algunos tipos de errores", planteó.
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