El diario La Gaceta denunció que el exintendente Germán Alfaro utilizó los fondos que debía destinar a la Gestión de los Residuos Sólidos Urbanos (Girsu) -tanto de San Miguel de Tucumán como de otros cinco municipios- para la construcción del Palacio de los Deportes, el "broche" de gestión en la intendencia capitalina. El alfarismo presidía el Girsu y habría destinado casi $700 millones a la obra con la que se despidió de la Intendencia. 

En el pasado mes de octubre, el 73% de las erogaciones del Girsu fueron pagos a la cooperativa Juntos Seremos Más Limitada para las obras del Palacio de los Deportes, y no al manejo de la basura de San Miguel de Tucumán, Tafi Viejo, Banda del Rio Salí, Las Talitas, Alderetes y Yerba Buena. A ese fin se destinaron casi $700 millones de los $940 que pagó el Consorcio en obras y servicios. Esta denuncia de La Gaceta podría marcar además el final del acuerdo entre el exintendente y La Gaceta, donde incluso fue a hacer su "rendición de cuentas" y prometió "no hacer chanchadas".

El Girsu era presidido por Héctor Argañaraz, dirigente delalfarismo y excandidato a legislador por el Este del Partido por la Justicia Social. Días atrás, la intendenta Rossana Chahla se reunió con su par de Yerba Buena, Pablo Macchiarola, para avanzar en un trabajo conjunto respecto a la administración de residuos y el transporte público.

"El gerente del Consorcio era el señor (Héctor) Argañaraz, que fue puesto por el exintendente, en una administración oscura, cuando es necesario que haya claridad", denunció Macchiarola.

"En la rendición de los movimientos contables de octubre del Consorcio, a la que accedió LA GACETA, se muestran todos los pagos, día por día. Aparecen decenas de erogaciones por día, de $ 650.000 y de $850.000 y hasta de $ 1,5 millones, a esa cooperativa. El mayor movimiento se registra el 30 de octubre, al filo del recambio de gestión, con varios cheques por montos superior al millón de pesos cada uno", indicó el mencionado diario.

Desde la Cooperativa que contrataba el alfarismo, el presidente José Roberto Rivero aclaró que "a nosotros nos contrataban ellos; estaba el señor Argañaraz", y que realizaban tareas como "sanitización de veredas, iluminación del parque 9 de Julio, trabajos en el camping municipal, revalorización de plazas en la ciudad, trabajos en el lago San Miguel, desmalezamiento y recolección de residuos, mantenimiento de caminería y reforestación de sectores del parque 9 de Julio".

“La obra más importante fue el Palacio de los Deportes; hicimos todo el proyecto de restauración, el 100%. Iluminación, piso, vestuario, todo a nuevo, todo quedó nuevo”, destacó. También añadió las tareas de mantenimiento de los accesos a San Miguel de Tucumán. “Todo lo que es acceder a la capital por las distintas vías, nosotros hicimos los mantenimientos”, agregó.

Rivero destacó que en la cooperativa trabajan alrededor de 160 personas, y que todas se encuentran bancarizadas. “Todo el personal técnico, administrativo, así como el pago de distintos proveedores, está bancarizado. Contamos con todos nuestros libros impositivos, tanto de AFIP como de Rentas, al día. Nuestra institución está permanente auditada por el Ipacym y el Inaes”, mencionó.

Rivero aclaró que cuando Argañaraz dejó de presidir el consorcio se cortó la relación de trabajo. “Ya no, no pudimos hablar nunca con el nuevo presidente, porque estaban en gestiones, qué sé yo, y ahora sé que han cambiado autoridades y no pudimos ofertar nuestros servicios”, manifestó.

Respecto del Palacio de los Deportes, enfatizó: “No es que se ha hecho la obra en octubre, se ha terminado la documentación en octubre, pero ya veníamos trabajando en junio, julio. No terminamos de hacer los trabajos en la gestión de ellos, sino de la nueva intendenta, pero lo terminamos al trabajo, no nos borramos. Asumimos el compromiso y lo terminamos, a pesar de que no estaba la gestión. No quedó nada inconcluso para ellos (con el consorcio)”.

El Palacio de los Deportes, el "broche" de la gestión de Alfaro

"Hemos tomado la decisión de hacerlo por administración, en razón de que todos los inversores que teníamos un contacto nos hablaban acerca de la falta de rentabilidad producto de la gran presión impositiva que tiene la provincia, y que no es un lugar apto para intervenir y para invertir, así que lo hicimos por administración", se jactó en su momento Alfaro, al inicio de las obras, meses antes de que se conozca que para esa obra utilizó los fondos que debían destinarse a la recolección y manejo de los residuos de seis municipios.

Respecto a los montos de la obra, Alfaro respondió: “Es por administración, la inversión es según la disponibilidades que vamos teniendo nosotros, financieras, en el municipio”, había respondido. Vale aclarar que los estados municipales suelen contratar cooperativas para obras menores que ya gozan de exenciones impositivas, lo que disminuye los gastos respecto a una empresa constructora. Además, el propio Girsu del que se valió el alfarismo goza de beneficios tributarios para la realización de obras y servicios.