Caratulado desde 2017 como homicidio, el caso de la muerte del fiscal tiene cinco procesados: Diego Lagomarsino y cuatro custodios. Mientras, la causa del pacto con Irán está elevada a juicio oral, pero sin fecha.
En seis años de instrucción, la causa por la muerte de Alberto Nisman acumuló 122 cuerpos y centenares de cajas con documentación. Caratulada desde 2017 como homicidio, tiene cinco procesados: el perito informático Diego Lagomarsino y cuatro custodios del fiscal Nisman. Esa causa, así como la que se originó con la denuncia del fiscal contra la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner por el Memorándum con Irán, tramita en los tribunales de Comodoro Py.
Investigado primero por Instrucción Nacional y luego por el fuero federal, el caso por la muerte de Alberto Nisman despierta aún decenas de preguntas sin responder. La principal, quién mató a Nisman, el hombre que cuatro días antes de aparecer con un balazo en la cabeza en el baño de su departamento había denunciado a la entonces presidenta, Cristina Kirchner, por el presunto encubrimiento del atentado a la AMIA a través del Pacto de Entendimiento con Irán. En su presentación, el entonces fiscal de la UFI AMIA también apuntó a varios miembros del gabinete y otros referentes kirchneristas.
Esa denuncia siguió un camino zigzagueante que incluyó desde una desestimación y archivo hasta el camino completamente opuesto y hoy está elevada a juicio oral y público, aunque sin fecha de inicio establecida.
En diciembre pasado debía realizarse una audiencia preliminar, pero se suspendió luego de que el tribunal a cargo del caso hiciera lugar al pedido de algunas defensas de postergar la audiencia hasta que se resuelva la situación sobre las declaraciones de los ex directivos de Interpol Ronald Noble y Joel Sollier, citados como testigos.
Pacto con Irán: por qué el fiscal pide avanzar contra Cristina Kirchner
El objetivo de la audiencia era ordenar la prueba que se producirá durante el debate, así como establecer fechas de las audiencias, horarios, cronograma de testigos, etc, pero todo quedó en una pausa por ahora.
En tanto, la causa por la muerte de Nisman desde septiembre de 2017 es considerada por la Justicia federal -que intervino luego de una ardua pelea entre las partes para sacarla o no de la órbita de la justicia ordinaria- como un homicidio y no un suicidio. El cambio se produjo tras la realización de un peritaje a cargo de Gendarmería Nacional.
En diciembre de ese año llegaron los procesamientos: el de Lagomarsino como presunto partícipe necesario del delito de homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego y el de los custodios Rubén Benítez, Néstor Durán, Armando Niz y Luis Miño, del cuerpo de la Policía Federal Argentina (PFA), como coautores del delito de "incumplimiento de los deberes de funcionario público" y de "encubrimiento agravado" por "tratarse de un hecho precedente a un delito grave".
Nisman y la tragedia
Seis meses más tarde, en junio de 2018, la Cámara Federal de Apelaciones, a la hora de expedirse sobre los planteos de los custodios, confirmó los procesamientos y comenzó a unir en el expediente las dos investigaciones. Los camaristas confirmaron los procesamientos por considerar que “las evidencias físicas directas, los peritajes posteriores y los testimonios que se refieren a la actividad desarrollada por la víctima momentos previos al fatal desenlace, conforman el cuadro indiciario que habilita concluir que el fiscal fue asesinado entre el 17 y 18 de enero de 2015, en virtud de la denuncia que realizó y de la actividad que como consecuencia de aquella llevaría adelante inmediatamente después”.
Recordaron que Alberto Nisman se encontraba a cargo de la UFI AMIA, y “fue asesinado horas después de haber formulado una denuncia contra las máximas autoridades del Poder Ejecutivo Nacional y otras personas por haber encubierto a los presuntos responsables del atentado, y horas antes de exponer ante una comisión especial del Congreso Nacional los detalles de tan grave imputación”.
Tras lo que resaltaron: “En tal sentido señala que si bien dicha circunstancia, por sí sola, no permite definir el vínculo entre el homicidio y la actividad funcional de la víctima, el examen integral del escenario orienta la presunción en tal sentido”. Y ordenaron profundizar la investigación.
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