En medio de cuestionamientos a Russo, el ministro de Salud de Milei, por la inacción frente al mayor brote de dengue de la historia, la Casa Rosada anunció la apertura de importaciones de repelentes. Axel Kicillof criticó con dureza al Presidente y a su idelogía “que nunca se aplicó en ningún lado”, según dijo. Russo contraatacó. En la Capital tampoco se impulsa la vacunación.
Mario Russo, el ministro de Salud de Javier Milei, dijo que hay que “tener cuidado” al usar pantalones cortos, para que no piquen los mosquitos; dijo que la vacuna contra el dengue “no es de utilidad”, pese a que ensayos clínicos ya dan cuenta de su eficacia y seguridad y de que ya se aplica gratuitamente en algunas provincias y en países vecinos, como Brasil, donde la letalidad de las infecciones es menor que en la Argentina, y prometió que en “dos semanas” se normalizará el suministro de repelentes. El vocero presidencial, Manuel Adorni, lo elogió: dijo que el jefe de la cartera sanitaria está haciendo “un trabajo exquisito”. Mientras tanto, no hay campaña nacional de vacunación (el ministro dijo que no se la incluirá en el calendario), no hay repelente en ningún lado y se cuentan ya más de 180.000 casos y 129 muertes entre 2023 y 2024 en al menos 19 de las 24 jurisdicciones del país.
Sin política nacional, los gobernadores empiezan a mostrar acciones contra el dengue
Frente a las críticas de la oposición y al presumible descontento social por su aparente inacción, el gobierno de Milei anunció ayer la suspensión durante 30 días de la intervención la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) en la importación de repelentes para mosquitos, para facilitar su ingreso tanto para los importadores como para los particulares que los adquieran por servicios puerta a puerta.
Sin embargo, la presión al Gobierno nacional para tomar acciones más afirmativas y categóricas contra el dengue crece y las críticas no cesan. Ayer fue el turno del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, quien sostuvo que el presidente Milei se “borró por completo” ante la epidemia. Lo hizo a través de su cuenta de Twitter, tras citar un artículo periodístico que señala que el mandatario podría delegar a las provincias la problemática.
“Parece broma pero es muy serio y muy grave. Un presidente inspirado en una ideología o un credo liberal libertario, anarcocapitalista, de la Escuela austríaca del siglo XIX que nunca se aplicó en ningún lado, decide borrarse por completo ante la epidemia de dengue más grave de la historia”, lanzó Kicillof.
El ministro de Salud de Kicillof, Nicolás Kreplak, también responsabilizó a Milei: “Un Gobierno nacional que comienza sus funciones un 10 de diciembre, y que sabe que va a tener dengue, no puede asumir sin un plan estratégico. Y acá no hubo ni hay un plan contra el dengue”, cuestionó el funcionario. “¿Qué rol tomó la cartera sanitaria nacional? Ninguno. Lanzó un comunicado diciendo cuestiones que no comparto, pero no hubo ningún trabajo al respecto”, insistió el titular de Salud bonaerense.
Los gobiernos de Salta, Misiones y Corrientes ya compraron vacunas y están avanzando en sus campañas. A su vez, los gobiernos de la Provincia de Buenos Aires y de Santa Fe agilizaron la fabricación de repelentes.
La vicegobernadora de la provincia de Santa Fe, Gisela Scaglia (PRO), confirmó que el Laboratorio Industrial Farmacéutico (LIF) de esa provincia está incrementando la producción de repelentes para prevenir el dengue. “Son un 30% más efectivos que cualquier comercial por el tipo de desarrollo que tienen encima”, explicó la compañera de fórmula del radical Maximiliano Pullaro, y aclaró que estos repelentes están destinados a personas diagnosticadas con dengue dentro del sistema de salud pública provincial.
En cambio, en la ciudad de Buenos Aires (que tiene el 8% de los casos confirmados de dengue de todo el país) el gobierno de Jorge Macri no compró vacunas y el ministro de Salud, Fernán Quirós, se limitó a recomendar cómo aplicar repelentes (que no hay) en el cuerpo y compartir la receta de fabricación de un repelente casero.
El brote de dengue suma entre agosto de 2023 y medias de marzo de este año 180.259 los casos, 389 de ellos considerados graves, lo que configura un brote sin precedentes en cuanto a su magnitud. De esos 180.529 casos el 90% son autóctonos, el 7% están en investigación y 3% son importados.
Con el viento de cola del cambio climático, con temperaturas en alza que favorecen el avance geográfico el mosquito Aedes Aegypti, el dengue ya ha pasado a ser una enfermedad endémica en la Argentina, advierten los expertos.
Sin perjuicio de la estrategia sanitaria de cada distrito, las autoridades provinciales continúan remarcando las medidas de cuidado: eliminar los criaderos de mosquitos y utilizar repelentes —si los hubiera— según las indicaciones de los fabricantes.
Russo se defendió y dijo que el gobierno anterior “hacía conferencia con 26 infectólogos y un payaso”
Por la noche, el ministro Russo salió en el programa de TN de Jonatan Viale a defenderse de las acusaciones de inacción y cuestionó al gobierno de Alberto Fernández, al que le echó la culpa por el brote de dengue. “[En el gobierno anterior] hacían conferencia con 26 infectólogos y un payaso”, dijo, en alusión a la payasa Filomena, que salió junto a la entonce secretaria de Salud, Carla Vizzotti, en uno de los reportes diarios de COVID-19 en pleno confinamiento.
El funcionario de Milei sostuvo que en el gobierno de Alberto Fernández “ese Estado presente, que hoy está ausente, es el que creó la Agencia Nacional de Laboratorios Públicos (ANLAP), que se suponía que coordinaba a los laboratorios públicos de las diferentes provincias para abastecer de determinados medicamentos, y en este caso el repelente también para estos casos” y agregó: “Nosotros llegamos y encontramos un ANLAP con directores de $5 millones de sueldo, $1.500 millones anuales de gasto, y créame que en el ministerio repelentes no encontramos”.
También respondió a las críticas de Kicillof: “Kicillof es la representación de la casta. Es lo que nosotros venimos a cambiar, lo que vamos a cambiar. Esto es como decir que en la provincia de Buenos Aires sale una maestra y le dice a los padres de un chico: tu hijo hoy no va a tener clase porque el secretario de Educación de la Nación hoy no vino a dar clase. No, el secretario de Educación de la Nación tiene otro rol. El ministro de Salud de la Nación tiene otro rol. El ministro de Salud de la Nación no puede ocuparse de la atención primaria. Para eso están los gobiernos municipales y los gobiernos provinciales”, planteó.
En este sentido, sostuvo que en la gestión libertaria no creen “que el Ministerio de Salud de la Nación es un supermercado para mandarles” medicamentos y repelentes “a los gobernadores, a los intendentes y a los ministros de Salud de cada una de las regiones”. “Así funcionaba: el Ministerio de Salud [de la Nación] compraba y les mandaba. Nosotros tuvimos una reunión con los 24 ministros de Salud de las provincias. La verdad que fue una reunión muy positiva, pudimos intercambiar opiniones pero en parte lo que yo les dije es: ustedes son los protagonistas. Nosotros vamos a marcar el camino, vamos a hacer la rectoría pero ustedes son los protagonistas. Ayúdenme”, dijo Russo y agregó: “Es más fácil para un ministro de Salud de una provincia darse vuelta y pedirle al Ministerio de Salud de la Nación, como lo hacían, un ecógrafo, un tomógrafo. No, discuta con su gobernador cuáles son las prioridades”.
Se habilitó a comprar repelente en Amazon y el producto llega “en los tiempos de Amazon”
Russo también fue consultado por el permiso para comprar repelente en el exterior y al respecto dijo que “lo que se habilita es la compra puerta a puerta con una resolución” dictada por la ANMAT y el Ministerio de Economía “para que la gente lo pueda adquirir”. Viale le preguntó si eso significaba que se podía comprar en Amazon, a lo que Russo respondió “exactamente”, y después le preguntó cuándo llegaría al domicilio. “En los tiempos... de Amazon”, respondió el funcionario.
El ministro de Milei ratificó que la decisión del Gobierno nacional es “no incluir la vacuna” contra el dengue en el programa nacional de inmunizaciones y dijo que “hay suficiente evidencia” que justifica esa decisión por la negativa.
“Estamos trabajando en forma conjunta con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Comisión Nacional de Inmunizaciones (Conain), haciendo lo que se llama covigilancia. Es decir: esta es una vacuna que ha superado la fase 3, en una población de 20.000 pacientes, que ha sido segura y efectiva, pero que todavía está en esta fase, de prueba en el terreno, que se llama la fase 4”, planteó y agregó: “Brasil está haciendo una experiencia muy interesante, pero está vacunando chicos de 10 a 14 años. Salta, que está haciendo una experiencia interesante, y Misiones vacunan a poblaciones diferentes. Salta, de 20 a 39; Misiones, hasta casi los 60 años. Nosotros no nos opusimos a eso, estamos observando esa experiencia porque la responsabilidad de indicar una vacuna es mayúscula”, dijo el ministro y finalizó: “La casta tiene unos tiempos, la industria tiene unos tiempos, la política tiene unos tiempos, los medios tienen unos tiempos”.
Russo también atribuyó los cuestionamientos a su gestión a presiones: “En la salud también hay intereses. ¿A usted no le llama la atención que hace cuatro días que estoy en cadena nacional desde las 7 de la mañana hasta las 11 [de la noche]. Porque aprietan. Aprietan los laboratorios, aprietan los medios, aprieta la casta”, lanzó el ministro.
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