En los últimos años, el uso de sustancias que pueden ser nocivas para la salud despertó el alerta de la población en diversas zonas del país, alarma que de a poco va sonando en los despachos estatales.
Dicho estudio debe ser realizado por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), a partir de la firma de un convenio entre la entidad y el Municipio. No obstante, cambios de autoridades y burocracia demoran un estudio clave para conocer el grado de peligro con el que conviven los quinteros, así como el efecto que pueden tener los químicos en los productos que luego llegan al público en general.
En principio, los estudios demorados se realizarán en la zona de Parque Almirante Irízar, donde funcionan gran cantidad de quintas de cultivo de verduras, en las que trabajan familias enteras en contacto directo con los productos de fumigación.
Jorge Del Río, director de Salud Ambiental, expresó a El Diario que “vamos a insistir porque todavía no se tomaron las muestras. El INTA cambió sus autoridades y cada vez que uno llama dicen que van a venir”. Además, indicó que desde Pilar “les ofrecimos que si ellos no pueden venir al distrito a tomar las muestras, nos dijeran cómo es la técnica para hacerlo nosotros. Para el municipio es indistinto, lo que importa es que se conozcan los resultados de los estudios, pero dicen que prefieren hacerlo ellos”.
El funcionario comentó que “todo está aprobado, la partida para llevar adelante los trabajos ya está asignada. No es algo que haya quedado colgado, está pendiente de la decisión de ellos”.
Por otra parte, reconoció que en Pilar “no hay tecnología para el procesamiento de esas muestras, ellos tienen todos los kits necesarios. Además, un laboratorio privado cobra mucho por hacerlo”. Y agregó: “Si vemos que esto sigue así, vamos a buscar otra alternativa”.
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