La foto de unidad entre los competidores de la interna se postergó hasta que la Justicia cierre el conteo final; Grindetti ganó por 20.000 votos, pero su rival apuesta a descontar
Delfina Celichini
En el equipo de campaña de Juntos por el Cambio (JxC) en la provincia de Buenos Aires están a la espera. La cantidad de sufragios por los que se impuso Néstor Grindetti sobre Diego Santilli en la contienda por la candidatura bonaerense fue ínfima. Por eso, si bien la noche de las PASO el intendente de Lanús se erigió como el candidato a gobernador del espacio opositor, eso no se tradujo en cohesión interna. A pesar de que se descuenta que habrá acompañamiento, la foto de unidad se postergó para la próxima semana, a la espera de los resultados electorales definitivos que por el momento bloquean la organización de los equipos y la definición del rol que ocupará cada uno.
Los intereses están cruzados. Mientras que en el campamento ganador hablan de que quieren comenzar “cuanto antes” a trabajar en la campaña, en el otro se ilusionan con recortar la diferencia de votos y subrayan que después de los números finales “se ordenará todo”. Estas cifras definen el peso que tendrá cada actor dentro del armado bonaerense de JxC, y ninguno quiere ceder. Con este escenario de fondo, y después de casi 10 días desde las PASO, recién el martes se dio el primer diálogo telefónico entre Patricia Bullrich y Santilli, y ayer hubo una conversación entre éste último y Grindetti.
Es que en la semana y media que transcurrió desde el 13 de agosto, los sutiles tironeos entre los contendientes de la interna opositora no cesaron. A la vez que se desató un rumor respecto de la posibilidad de que Santilli, el candidato del armado de Horacio Rodríguez Larreta, pudiese achicar la diferencia con su rival, en el equipo bonaerense de la exministra de Seguridad trataban de recalibrar la estrategia de campaña y recuperarse del golpe que supuso la sorpresiva victoria de Javier Milei como el candidato presidencial más votado. Para compensar el ruido que generó el debate sobre el escrutinio, Adrián Urreli, el jefe de campaña de Grindetti, hizo circular a principios de la semana un comunicado en el que pedía mesura a los integrantes de JxC: “Veo cierta intención en algunos dirigentes políticos de nuestro espacio de tratar de reinterpretar los resultados. Hay que dejar las mezquindades políticas de lado y construir una mayoría que le gane a Kicillof en octubre y que el cambio sea irreversible”.
El gobernador Axel Kicillof fue el ganador de las PASO con el 36,41%, seguido por la marca JxC, con la suma de Santilli y Grindetti, que obtuvo el 32,92% de los votos, y por Carolina Píparo, de La Libertad Avanza, que llegó al 23,76%.
“No se vio nada extraordinario, se confirma la tendencia que se dio en el escrutinio provisorio”, indicó a LA NACION una fuente de la Justicia Electoral de la provincia de Buenos Aires, quien precisó que llevan escrutadas más de la mitad de las urnas y solo una se anuló por irregularidades en el acta. Señaló, además, que los resultados definitivos estarán entre el lunes y el martes.
Menos de 20.000 sufragios de diferencia fue lo que le bastó a Grindetti para imponerse en la interna. Si bien en su entorno destacaron que tienen conversaciones con todos los actores de JxC en la provincia, “ganadores y perdedores”, precisaron que “se está definiendo la estrategia de campaña”. Según indicaron, están a la espera de los análisis cuali y cuantitativos sobre el desenlace de las PASO para ajustar los lineamientos y el mensaje. Del otro bando niegan que haya habido diálogo. ”Nadie levantó el teléfono”, señaló a LA NACION un dirigente de peso en el armado larretista en la provincia de Buenos Aires, quien se alarmó por la falta de reacción de la exministra de Seguridad y su equipo: “No se entiende bien qué están haciendo”.
Más allá de los cortocircuitos, se descuenta el trabajo en conjunto. “Estamos absolutamente comprometidos en trabajar con Néstor y Patricia”, dijo a LA NACION un dirigente del radicalismo provincial que se plegó al armado de Santilli en la interna de JxC. El principal escollo es cuándo: “Hay que ser precavidos, esperar y contar en detalle, hay muy pocos votos de diferencia”, sumó.
A pesar de no tener todavía luz verde de su exrival en la interna, una de las primeras medidas impulsadas por el intendente de Lanús para consolidar su candidatura como gobernador fue gestionar reuniones con los intendentes de JxC de la provincia de Buenos Aires. Por separado, se juntará hoy con los alcaldes radicales y el lunes, con los del Pro. Según indicaron en el equipo de Grindetti, se hablará sobre “temas electorales, pero también sobre actualidad”. Los saqueos y los hechos de violencia que se sucedieron en la semana serán algunas de las cuestiones que se pondrán sobre la mesa.
Se da en línea con la actitud de Patricia Bullrich, que buscó en las últimas horas recuperar la centralidad en la antesala de la campaña para las elecciones del 22 de octubre próximo. En medio de un clima enrarecido por los ataques a comercios en el conurbano bonaerense y en distintas ciudades del país, la candidata presidencial salió a escena para confrontar con el Gobierno y denunciar la inacción de las autoridades frente a la violencia en las calles. Advirtió que Alberto Fernández debería convocar a un comité de crisis y evaluar “medidas drásticas” ante la chance de que haya un estallido social.
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