Otros tiempo: Durañona y Riera, departen amablemente. Hoy pocas obras, servcios sin mejoras, problemas financieros, deficits mensuales,conflictos internos y externos complican la gestión del intendente.
Esta primera manera de actuar lo ha llevado a contramarchas forzadas por las circunstancias o por resultados no deseados, mostrando búsqueda de confrontación y hasta cierto desconocimiento de la idiosincrasia arequera, descolocando a buena parte de la comunidad que, seguramente en buena medida y según el resultado eleccionario, lo votó esperando un cambio hacia el progreso del pueblo; es cierto que hubo avances pero la esperanza en los primeros meses no se vio satisfecha aún teniendo el atenuante del escaso tiempo y la falta de recursos que, creemos, imaginó antes de asumir.
Sin obras de envergadura salvo bacheos, alguna otra menor como el lamentable “entoscado” de la avenida Mertitras las vías, la concreción de otras gestionadas anteriormente como la Cuenca Este y los aliviadores del Puente Gabino Tapia, hubo cantidad de comunicados, gacetillas y conferencias de prensa con anuncios en algunos casos importantes que se fueron sucediendo.
Hubo hechos que molestaron a instituciones señeras de Areco como la Cooperadora del Hospital, el Aero Club y la Asociación de Amigos del Parque “alma máter” del mantenimiento del mismo y del mítico Museo Gauchesco “Ricardo Güiraldes”, entre otras, que se vieron- como se suele decir a través de un barbarismo-, “ninguneadas” por el lord mayor anunciando que es el Estado quien se haría cargo.
Claro que parece que el cálculo de Durañona no se mostró muy exacto a la luz de que- aunque no hubiere trascendido públicamente-, y Museo y Parque sufrieron durante el tórrido y seco verano la falta de elementos que proveía la Asociación como acondicionadores de aire al primero, rollos de pasto para la hacienda y hasta quizás un servicio oportuno a las vacas del rodeo, a las que se vio por entonces desmejoradas y flacas como ya no para procrear sino para sobrevivir.
Pese a que, hasta hace pocos días, hubo algunos acercamientos con promesas de amor eterno entre el Ejecutivo y las asociaciones, ahora se sabe que, ante la prohibición del rendidor “chanchimovil” y la cantidad de exigencias para hacer la tradicional rifa, la Cooperadora del Hospital no la organizará, cumple hasta donde pudo con las reparaciones en el nosocomio pero, literalmente, se quedó sin plata y sin medios de generarla con los consecuentes problemas para un Hospital que tuvo muchos anuncios preelectorales.
No logró mejorar notoriamente y se llevó las renuncias primeramente del doctor Daniel García- luego retirada y hoy secretario de Promoción Social-, luego a Juan Cruz Di Carlo aunque también regreso y finalmente y casi sucesivamente a un de sus lugartenientes mas fieles y disciplinados de la causa como era el doctor Juan Riera.
Este fue reemplazado por el pergaminense García pero esto trajo efectos colaterales y, disconformes y acusados de traidores por algún ignoto y falto de antecedentes funcionario, se fueron el director del Hospital “Zerboni” Juan Cruz Di Carlo y su co director Marcelo Vigil quienes respondieron duramente a quien intentó defenestrarlos- el secretario Agustín Casares, que se supone es la voz del intendente dada su jerarquía-, mostrando blasones que los acreditan política y profesionalmente.
Resumiendo: la Asociación Cooperadora del Zerboni que tantas muestras de solidaridad y esfuerzo sin recompensa alguna mostrara parece flaquear, al menos en sus laudatorias funciones de aportar fuertemente al único efector de salud del distrito, al menos hasta que se construya el nuevo Hospital prometido por Durañona.
No menos complicado es el tema de la Asociación de Amigos sobre la que se intenta disimular su interna con la Peña Don Segundo capitaneada por Alberto San Martín hoy director del Parque que, remozada en su constitución, quiso seguir colaborando aún con las acotaciones impuestas por el intendente y decidió financiar un museólogo, cuya labor se anunció por algunos medios sin que la Asociación lo conociera lo que provocó el envío de una nota a través de Mesa de Entradas quejándose por lo que consideran destrato, descortesía o falta de consideración fácilmente subsanable mediante una invitación.
Con un Parque Criollo y Museo- ambos íconos de un Areco muy particular-, con escasos recursos según parece demostrar la situación, un Hospital descabezado en su cúpula, un secretario de Promoción resistido, versiones que hablan de nuevas renuncias de agentes hospitalarios y hasta de algún secretario calificado, con falencias en prestaciones y guardias- cuya falta tanto se criticó a la gestión anterior-, la escasa concreción de obras generadas por esta administración y de servicios que en poco o nada mejoran, se nota en la población adicta al doctor Durañona un decepción pese a los continuos anuncios, conferencias y visitas de funcionarios mientras las rutas- promesa de pronta solución de la presente gestión-, siguen cobrando vidas, el acceso a Villa Lía que para marzo “sería una realidad” a cinco meses sigue siendo una esperanza, los pozos de la 41 invitan a matarse pese a que hubo un incipiente bacheo que esperemos se continúe hasta comenzar la nueva ruta
Así las cosas surgen preguntas que no debieran alterar a los gobernantes y mucho menos inducirlos a catalogar de golpistas o desestabilizadores a quienes las emiten, sino generar respuestas.
¿Qué pasará con la Cooperadora del Hospital y la Asociación de Amigos? Hay muchos de sus componentes que parecen claudicar; perder esos aportes podría constituir un serio peligro para los organismos que financiaban y ayudaban en buena medida ante la delicada situación económica y financiera- seguramente negada desde el oficialismo-, tanto de la provincia cuanto de la Nación, aún habiendo recuperada la potestad sobre la “maquinita de hacer dinero”.
Y otra pregunta es si el doctor Durañona, acostumbrado a gerenciar organismos superavitarios como la Superintendencia e seguros ANSeS podrá habituarse a “administrar miseria” que se encargó de endilgar a “herencia recibida”, pero se encarga de aumentar con la incorporación de semejante cantidad de nuevos agentes y de funcionarios provenientes de aquellos organismos, que hasta el momento no han demostrado demasiados cambios y hasta alguno de ellos ya estaría renunciando.
Desde el principio de la gestión Durañona este medio prometió no hacer críticas hasta al menos seis meses de la misma; van nueve y parece que va llegando el momento de concretar tanta promesa que hizo ilusionar a tantos arequeros.
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