La semana que pasó será recordada como la que puso fin a esa especie de tensa calma o guerra fría que se insinuaba entre el gobierno provincial y la municipalidad capitalina, para dar paso a un tiroteo verbal entre referentes políticos de uno y otro sector.
La autorización del crédito por 800 millones de pesos que se debate en la Legislatura fue el primer escenario del intercambio de opiniones, ya que en Diputados a medida avanzaban las horas de sesión, se elevaba el tono de reproches de parte de los legisladores cercanos a Gustavo Sáenz “por lo poco que le tocaba a Salta”, lo que automáticamente motivaba la respuesta de los alineados con el Grand Bourg, quienes pedían menos quejas y más trabajo al intendente.
Al día siguiente en el Concejo Deliberante se destaparía una de las cuestiones que más encono genera en el sector municipal: La Secretaría del Área Metropolitana. Dicho organismo, le pone los pelos de punta al gobierno de la ciudad, ante la sospecha de su actividad como intendencia paralela, inclusive coincidiendo no solo con las tareas que ambas realizan en los barrios de la capital, sino hasta en una aplicación de celular para recibir reclamos que genera más desconciertos que certezas entre los usuarios.
Villamayor quien punzó verbalmente a Assennato, el cual tampoco se quedó atras, obligando a la vicepresidenta del Concejo, Frida Fonseca, a llamar al orden en un par de oportunidades, recordando el objetivo de la reunión era un plenario por el ordenamiento vial de la ciudad.
Finalmente el sincericidio de la semana correría a cargo del concejal Gustavo Serralta, que opinó que la merma en los fondos que la Provincia gira a la ciudad de Salta, se debe a un cambio en la alineación política con respecto a la anterior gestión.
Con el gobernador Urtubey lanzado en su campaña nacional para llegar a la presidencia, fue el titular de la Cámara de Diputados, Manuel Santiago Godoy, quien advirtió que un enfrentamiento entre el gobierno provincial y el municipal solo trae consecuencias que terminan sufriendo los ciudadanos, por lo que avanzó en el único gesto de concordancia de la semana política, pidiendo una audiencia con el intendente Sáenz.
Tras ese encuentro, ambos hicieron una conferencia de prensa en la que, luego de reconocer que las agresiones e internas políticas poco ayudan, manifestaron la intención de trabajar en una agenda en común para solucionar los principales problemas de la ciudad.
Ahora queda por saber cuanto durará esta tregua, ya que por ejemplo Godoy, quien mostró sus habilidades de mediador político, deberá hacer un gran esfuerzo para contener los embates que puedan surgir desde el Grand Bourg y la propia Legislatura, así como Sáenz tendrá que hacer lo propio para que su guerra no sea contra el urtubeicismo, sino contra los, por ahora, inexpugnables baches.
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