En el Frente de Todos destacaron la foto de "unidad" de la mesa nacional, pero advirtieron que por ahora no cambia nada en Mar del Plata. Montenegro no se pronuncia en la interna del PRO. Katz admitió que de un año a otro los aumentos son muy fuertes.
Por Ramiro Melucci
La dirigencia local del Frente de Todos se acostó tarde el jueves a la noche. Los grupos de Whatsapp fueron durante esas horas un hervidero que obligaban a mantener la vista clavada en el celular, a la espera de las definiciones que pudieran surgir en la mesa nacional. El humo blanco emergió poco antes de las 2 de la mañana, pero no anunciaba la llegada de un candidato, sino la vuelta al centro de la escena de Cristina Kirchner, mixturada con la posibilidad de que haya competencia interna en las PASO.
“Lo importante fue la foto de unidad. Era una mesa que debía reunirse para debatir la estrategia electoral y lo hizo. No con la antelación que se requería, pero lo hizo”, sacaron en limpio en las filas de la directora ejecutiva de la Anses, Fernanda Raverta, la única candidata que hoy tiene anotada el FdT en Mar del Plata. “El esquema no está definido; hacerlo es complejo”, admitieron las mismas fuentes, y dejaron en claro que las conclusiones del cónclave “no cambian nada” el escenario doméstico.
En otras terminales frentetodistas, incluso las más alejadas a la titular de Anses, coincidieron en que todo está por escribirse. “Lo conveniente, para ser competitivos, es que vayamos a las PASO en igualdad de condiciones”, mencionaron cerca del director del Correo, Rodolfo “Manino” Iriart, ilusionados con la posibilidad de que el ex gobernador Daniel Scioli anuncie su candidatura presidencial.
Al tablero electoral también le faltan demasiadas piezas en Juntos por el Cambio. La novedad de la última semana fue el lanzamiento formal del larretista Diego Santilli a la gobernación. “Falta menos”, tuiteó Emiliano Giri, presidente del PRO Mar del Plata-Batán, con una foto junto a Santilli. Viniendo de quien viene –un admirador de Mauricio Macri– el dato no parece menor. “Pero es un respaldo personal”, se ocupó de aclarar, a sabiendas de que en el interior del partido amarillo hay quienes preferirían, e incluso trabajan, para otras candidaturas.
Guillermo Montenegro se mantiene, en lo estrictamente electoral, en el más absoluto de los silencios. No hará nada diferente el miércoles, cuando se lance Horacio Rodríguez Larreta. Con encuestas en la mano, el intendente se ha dedicado en el verano a escuchar elogios a su gestión de cada uno de los dirigentes con aspiraciones nacionales o bonaerenses que pasó por Mar del Plata. Ese favoritismo le permite estirar la definición o, en el lenguaje de la rosca política, subirse el precio. No solo el propio, sino también el de la consideración de Mar del Plata en la mesa de negociaciones.
Montenegro se mantiene, en lo estrictamente electoral, en el más absoluto de los silencios. No hará nada diferente el miércoles, cuando se lance Rodríguez Larreta.
Las dificultades cotidianas le posibilitan mantener el suspenso. La inflación volvió a dar un salto en enero y llegar a fin de mes sigue siendo la principal preocupación de una amplia franja social. Cada hogar hace su ajuste, y eso repercute en el municipio. El presidente de Obras Sanitarias, Carlos Katz, reveló que cada vez menos usuarios pagan la factura de la empresa municipal. Los niveles de cobrabilidad están en un 80% en los barrios de mayor poder adquisitivo, pero en 20% o menos en otros de la periferia. Para empezar a recuperar el hábito del pago, desde mayo la factura comenzará a emitirse una vez al mes (saldrá la mitad de lo que se paga cada dos meses) y se lanzará un plan de facilidades de pago.
El propio Katz aludió al impacto que tiene la factura de OSSE en los hogares. Lo hizo al proponer una discusión sobre cómo establecer actualizaciones tarifarias más seguidas a lo largo del año, para que el salto de un año a otro no sea tan fuerte. “En tiempos de alta inflación, esperar todo el año para actualizar el valor de la tarifa es absolutamente inconveniente para el usuario, para nosotros y para los concejales. Necesitamos encontrar algún mecanismo paulatino. Tiene un impacto fuertísimo aumentar una vez al año”, planteó en la Comisión de Ambiente del Concejo Deliberante.
En busca de acompañamiento al otro lado de la grieta, puso como ejemplo las subas en “pequeños tramos” que concede a algunos sectores el ministro de Economía, Sergio Massa, para que los precios no se disparen. “Eso da previsibilidad y te permite no esperar a dar el aumento todo junto y que explote la bomba”, graficó.
En el oficialismo todavía no ven con claridad cómo todo eso podría quedar estampado en una ordenanza que derive en la actualización periódica de la tarifa. Y el Frente de Todos, lejos de poner la mirada únicamente en la inflación, considera que hay usuarios que están afrontando aumentos por encima de los estipulados en el debate presupuestario.
Donde nada de nada ocurre es en la Comisión de Hacienda, la única que no se reunió en lo que va del año. La parálisis es ocasionada por la ruptura del bloque que compartían Nicolás Lauría y Alejandro Carrancio. El que ejercía como jefe de esa bancada, Lauría, quiere que Carrancio, que preside la comisión, no forme más parte de ese ámbito de trabajo. Juntos por el Cambio respalda las intenciones del ex basquetbolista, al que le dispensa la consideración de un aliado. Pero choca de frente con las intenciones del Frente de Todos y Acción Marplatense.
El kirchnerismo pretende mantener la mayoría opositora en esa comisión clave, algo que no sucedería si Carrancio le deja su silla a Lauría (que no aspira a presidir, sino solo a producir el enroque). AM quiere sostener el voto desequilibrante de Horacio Taccone, lo que tampoco ocurriría con el reemplazo que propone el oficialismo. En el medio hay cuestiones reglamentarias que proporcionan argumentos a Lauría, pero que nada dicen sobre cómo conservar la armonía política en el Concejo.
Por el momento, la discusión se produce puertas adentro y no tiene grandes consecuencias. Distinto hubiera sido si no hubiesen estado aprobados el presupuesto y los aumentos de tasas, que requieren reuniones sucesivas de la comisión. Pero ojo: de no resolverse pronto puede enturbiar el inicio de las sesiones ordinarias. El 1 de marzo ya está a la vuelta de la esquina.
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