A cambio de aumentos en las partidas para programas productivos y sociales, el gobierno municipal espera que esta semana el Concejo Deliberante apruebe el presupuesto 2017 de la administración central y los entes descentralizados.

Todo parece indicar que el bloque de la Agrupación Atlántica-PRO logrará las adhesiones de buena parte del radicalismo y de Crear para sancionar el cálculo de gastos y recursos. Son los dos bloques que, junto con el concejal de Acción Marplatense Santiago Bonifatti -del que también se aguarda una venia- propusieron los cambios al texto original.

En cambio, el resto de la bancada de Acción Marplatense y el Frente para la Victoria se pronunciarán en contra, lo mismo que ediles que constituyen monobloques, entre ellos Cristian Azcona, del Frente Renovador.

“El presupuesto es una herramienta básica para el municipio y el intendente, por eso hay que ser responsables y prudentes al evaluarlo. No se puede quitar este instrumento porque no se es parte del gobierno o para complicarlo”, dijo a LA CAPITAL su ex compañero de bloque Lucas Fiorini (Crear). “No quiere decir que uno comparta todo, pero la gobernabilidad se construye con un mínimo de buena fe y voluntad democrática. Lo más importante del presupuesto es que después se cumpla y ejecute, que no quede en meras intenciones”, agregó.

Fiorini aclaró que “no es el presupuesto” que su bloque hubiera redactado. “Pero hay que respetarlo. Nosotros pedimos algunas incorporaciones claras, puntuales, que muestran cuestiones simbólicas que deberían ser el eje de un futuro gobierno. Las solicitamos, se agregaron y por eso acompañamos”, justificó.

Fiorini y su compañero de bloque, Alejandro Carrancio, reclamaron “empezar de una vez con las mejoras que necesita el Parque Industrial, que tiene demasiadas empresas esperando, que quieren venir pero no lo hacen porque hace años está sin inversiones públicas de infraestructura suficientes”. Según dijo, gracias a Crear

“se incluyeron casi 30 millones de pesos en este sector vital”.

También destacó que habrá “un aumento de 7 millones de pesos para las sociedades de fomento”, que implica “un 35% más de lo previsto originalmente”, así como “10 millones más para las delegaciones afectados al arreglo y mantenimiento de calles” y “un millón de pesos más para pagar deudas del presupuesto participativo, que es una herramienta excelente que fue totalmente subejecutada por el gobierno anterior y directamente dejada de lado por el actual”.

El bloque del radicalismo, por su parte, solicitó incrementos de partidas para la Secretaría de Desarrollo Social, a cargo de la radical Vilma Baragiola. “Se está aumentando casi en 3 millones de pesos el presupuesto de la Dirección de la Mujer para incorporar becas para mujeres en situación de violencia y con profesionales para atenderlas, como psicólogos, abogados, asistentes y operadores”, dijo a este diario la jefa del bloque, Cristina Coria.

Su bancada también solicitó fondos para la obra del hogar de medio camino de mujeres en riesgo. “Tenemos un compromiso con el Observatorio de Violencia de Género y considerábamos que la ordenanza de emergencia contra la violencia de género no estaba plasmada en el presupuesto”, señaló Coria.

Otro pedido del radicalismo fue la incorporación del arreglo del hogar de ancianos municipal y fondos para la Secretaría de Desarrollo Productivo. “En este punto coincidimos con Fiorini y Bonifatti. Queríamos una partida para generar una política de desarrollo productivo, porque la que había era muy pobre. Ahora incorporaron 5 millones de pesos más”, detalló.

Pero no todos los radicales están alineados en favor del presupuesto. El ex presidente del Ente de Obras y Servicios Urbanos Eduardo Abud se mostró crítico en la última reunión de la comisión de Hacienda. Mientras su compañero de bloque y presidente del comité radical, Mario Rodríguez, repetía que los ediles radicales se habían reunido “dos o tres veces” con los funcionarios de la Secretaría de Hacienda para plantearles modificaciones, Abud sostuvo que el gobierno lo “ninguneó”.

La otra interna que quedó expuesta con el tratamiento del proyecto es la de Acción Marplatense. Contra la postura de su bloque, que se definió en contra, Bonifatti se abstuvo en la comisión de Hacienda y permitió el dictamen. Luego, el edil aseguró que el proyecto de presupuesto “no planea invertir en producción”, por lo que, “en defensa del empleo”, pidió la puesta en marcha de un programa de empleo joven, microcréditos para emprendedores, capacitaciones de tecnología en las escuelas y más trabajo con cooperativas.

Contra los “recortes”

“No podemos acompañar un presupuesto que expresa lo contrario de lo que pensamos y representamos y que demuestra una gestión absolutamente desconectada de las prioridades de nuestros vecinos, como son la seguridad y el trabajo”, aseguró la mesa directiva de Acción Marplatense al dar mandato a sus concejales para que voten en contra del presupuesto. “El intendente Arroyo no comparte el proyecto de ciudad en el que creemos, entonces no podemos hacernos responsables de votar un presupuesto que va en el sentido contrario”, acotó.

Los ejes de la seguridad y el trabajo serán puntales de la oposición para hacer mella en los “recortes” que notan en el proyecto de presupuesto. Lo adelantaron en la comisión las concejales Débora Marrero (Acción Marplatense) y Marina Santoro (Frente para la Victoria) al marcar una disminución mayor al 50% en la partida de seguridad respecto al presupuesto 2015, y de más del 30% en el caso de la Secretaría de Desarrollo Productivo. Son datos que el oficialismo buscará contrarrestar con el argumento de que en 2015 el presupuesto estaba “sobredimensionado” y de que ahora hay un cálculo “más realista”, como dijo en la misma comisión el jefe de la bancada de la Agrupación Atlántica, Guillermo Arroyo.

“Lo cierto es que hay recortes en todas las áreas importantes”, comentó el único concejal que le quedó al Frente Renovador, Cristian Azcona, y anticipó que se pronunciará en contra del plan de gobierno de Arroyo. Entre los críticos también se inscriben el peronista Balut Arenas y José Cano, cuyo comportamiento político empezó a hacer la misma parábola que durante la gestión anterior: de ex funcionario (fue secretario de Economía y Hacienda tanto de Arroyo como de Pulti) a concejal detractor de la administración.

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