“Yo me considero amigo de (el gobernador Juan) Manzur, como también soy un gran amigo de (el intendente de San Miguel de Tucumán) Germán Alfaro. Soy un militante de la política, y si algo hice en mi vida fue cultivar la amistad y los afectos. No niego mi amistad con el gobernador, como tampoco con Alfaro”.
Fernando Juri Debo fue elegido el martes como el nuevo defensor del Pueblo. Lejos de intentar esconder sus vínculos afectivos con los titulares de las administraciones más importantes de la provincia, el Poder Ejecutivo (PE) provincial y el municipio capitalino, el ex legislador peronista los explicitó. Remarcó, en ese sentido, que el momento político y social en la provincia necesita de consenso y de pluralidad.
“Me siento identificado con el gobernador, como hombre elegido en democracia, sea quien fuere que ocupe ese cargo. De la misma forma, mi presidente hoy se llama Mauricio Macri y mi intendente Germán Alfaro”, dijo.
El ombudsman electo advirtió, sin embargo, que su actuación al frente de la Defensoría del Pueblo no estará condicionada por su cercanía al jefe del PE y al jefe municipal capitalino. “Vamos a ser críticos del Gobierno; pero críticos constructivos. Vamos a hacer propuestas para llegar donde el Estado no llega, a veces por omisión. Nuestro rol no es castigar, sino mediar para tratar de resolver problemas. Creo que cuando una persona hace una denuncia no pretende un castigo para el gobernador o algún funcionario, sino que quiere que le demos una respuesta”, afirmó.
Acuerdo político
A mediados de febrero, cuando comenzó el proceso de selección para reemplazar a Hugo Cabral al frente del órgano de contralor, trascendió que el gobernador Manzur apoyaba la candidatura de Juri Debo por encima de las de los otros 81 postulantes. El martes, sin embargo, en la sesión especial de la Legislatura, el peronista contó con el voto de un sector de la oposición.
Ese aval, logrado gracias a un acuerdo político entre el bloque oficialista “Tucumán Crece” y algunas bancadas opositoras, fue destacado por el ex parlamentario. “Todos entendimos que era el momento de la pluralidad, de demostrarle a la ciudadanía que el oficialismo no siempre se impone con los números. Es algo que esta Cámara viene demostrando. Durante la sesión, un legislador leyó la ley (de creación de la Defensoría del Pueblo, N° 6.644), que dice que el defensor no depende de ningún poder. Yo vengo a decir que estoy al servicio del Poder Legislativo, que es la voz del pueblo”, manifestó Juri Debo.
El pacto entre bloques incluyó el compromiso por parte del defensor del Pueblo electo de designar como defensoras adjuntas a las abogadas Lía López, impulsada por el radicalismo; y Ana Kermes, promovida por el amayismo. “Tener a la par mía trabajando en la Defensoría del Pueblo a Lía López y a mi querida amiga Ana Kermes, como producto de un acuerdo, es un gran ejemplo de pluralidad y democracia. A pesar de que el defensor del Pueblo es elegido y es único, no voy a tomar ni una decisión sin discutirla con mis adjuntas”, manifestó Juri Debo.
La Defensoría del Pueblo obtuvo rango constitucional en 2006, en la Constitución provincial sancionada por el alperovichismo. El ombudsman electo destacó que fue él quien presentó ese proyecto durante la Convención Constituyente. “Para mí siempre fue un sueño ser el defensor del Pueblo”, aseguró.
La Defensoría, a la calle
Tras ser elegido por la Legislatura, el ahora ex funcionario de la Unidad Ejecutora Provincial juró por Dios, la Patria y los Santos Evangelios. Luego del acto de asunción, el defensor del Pueblo dialogó respecto de cuáles son sus planes al frente del ente de control.
- ¿Qué proyectos tiene pensado llevar adelante en el corto plazo?
- Atender las necesidades de la gente, principalmente. Lo primero es hacer un reclamo por el cambio en las tarifas de servicios públicos por la suspensión de los subsidios. Pero también queremos sacar la Defensoría a la calle. El interior remoto es el que más lo necesita. Por eso vamos a llegar a un acuerdo con los municipios y Concejos Deliberantes del interior, para instalar receptorías permanentes en cada uno de ellos.
- ¿Qué tiene pensado para la capital?
- En el mismo sentido que lo que planifiqué para el interior, vamos a tratar de estar presentes para darles voz a esas personas que no la tienen. Para eso tengo pensado dividir el territorio municipal en cuadrículas, para lo que podríamos usar los circuitos electorales, con el fin de llegar a todos los barrios.
- ¿La Defensoría puede actuar, por ejemplo, en casos como los de las personas en situación de calle, una situación visible sobre todo en las zonas urbanas?
- No sólo que puede actuar. Debe hacerlo. La Constitución lo dice: el defensor del Pueblo tiene que bregar por todos los derechos humanos. Es un rol muy amplio. Tal vez no podamos corregir algunas cosas, pero sí llegar a ellas y sugerir soluciones. Eso es lo que necesita la gente, y es algo que se obtiene más fácil pidiendo, que obligando.
- ¿Cuál será la modalidad de trabajo que tendrá la Defensoría del Pueblo?
- Vamos a seguir recibiendo reclamos en la Defensoría, pero no quiero que nuestro rol sea sólo ese. Quiero llevar a la institución a la gente. Vamos a salir a explicarle a la ciudadanía qué es la Defensoría del Pueblo y cuáles son sus derechos.
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