Larreta esperó un par de horas tras el revuelo y sacó un comunicado personal sobre la ampliación de la Corte. Evitó ser impulsivo, transformó la crítica en un acto de campaña y ubicó su nombre propio en primer lugar.
El Poder Judicial es uno de los pilares del armado de Juntos por el Cambio. Con mayor o menor intensidad, toda la dirigencia se mostró de acuerdo con no acompañar ninguna modificación de la estructura actual. En los argumentos, no hay distinciones entre halcones y palomas. Un escenario formidable para que figuras presuntamente más moderadas logren parecerse más a aquellas combativas que siempre le hablan al núcleo duro.
Horacio Rodríguez Larreta, que ya se había expresado en contra de la ampliación de la Corte Suprema, volvió a hacerlo este jueves con un comunicado propio que siguió los lineamientos del texto de la mesa nacional de Juntos por el Cambio pero que tuvo su sola firma. Lo publicó un día después del alboroto inicial, ocurrido el miércoles, en sus redes sociales. Una práctica bastante habitual en el jefe de Gobierno, sentar posición horas más tarde que otros socios de alianza.
Para Larreta, no es necesario tener la primicia del repudio. Frente al vuelo corto, el análisis de la situación, del contexto y de la evolución del tema en discusión. Algo así como la racionalidad frente a lo impulsivo. Bajo esta lógica, no llegaría tarde al debate sino que llegaría en el tiempo justo, sin el riesgo de tener que corregir algún error involuntario. Una dinámica distinta a la de otros socios. Por ejemplo, parte del radicalismo considera que Patricia Bullrich es una líder racional, con la que se puede dialogar porque, después de un mensaje "en caliente", acepta las críticas o sugerencias y comprende las posiciones. Algo que el partido centenario no ve en Macri. Y algo que el capitalino buscaría evitar al saltear el impulso inicial de una declaración instantánea sobre cualquier tema.
"Mi compromiso y el de todo Juntos por el Cambio es defender la república y la democracia. Y, sobre todo, vamos a defender a los argentinos profundizando el armado de un plan de gobierno", lanzó Larreta en el último párrafo de un comunicado bastante similar, en las oraciones previas, a las expresiones del resto del espacio. En esas frases hubo dos cosas: una, el lanzamiento de un proyecto de gobierno. Un mensaje claramente electoral que usó como disparador un debate en el Congreso. La segunda, la ubicación de su nombre propio como, junto a la alianza, garante de la defensa de ciertos valores. Casi una suerte de disputa del liderazgo. Qué nombre va primero. Pero, para las filas porteñas, la intención solo fue sentar posición sobre el tema.
El jefe de Gobierno espera consolidar el liderazgo con el triunfo en las urnas. No tiene intenciones de bajarse de la carrera electoral, no tiene plan B para su trayectoria política. Incluso, confía en que Mauricio Macri no será el mayor problema a enfrentar. El ex presidente tiene parte de su equipo, parte importante, junto con el armado de Larreta. Algo que se vió más claro con la incorporación de nombres de peso a la construcción de la candidatura de Jorge Macri. Por lo tanto, una división seria muy difícil. A eso se le suman otros factores más discutibles, como que el fundador del PRO no encaró la tarea de recaudación indispensable para una contienda presidencial o que no tiene ganas de ser candidato. Algo que podría cambiar de un momento a otro, ya sea por un mejoramiento en las encuestas o por un contrincante de peso en el Frente de Todos.
La relación entre Macri y Larreta se mostró bastante extraña. Esta semana se cruzaron por el nivel de "dialoguismo". A Mauricio no le gustó la apertura de Horacio y Horacio le respondió que hay que "terminar con las antinomias, con la grieta de que el que piensa diferente es el enemigo”. Ambos se reunieron para almorzar el domingo pero desde las dos tribus le bajaron el precio al encuentro. Aseguraron que conversan o se ven todas las semanas. Y que el ex presidente no lo hace solo con el jefe de Gobierno sino con los distintos potenciales candidatos.
Pero, por ahora, el principal problema pareciera ser Bullrich. No quedar atrás en la batalla por conquistar el núcleo duro sin perder, al mismo tiempo, el centro. Los dos, por ahora, son los nombres más fuertes del PRO para ir a una interna el año que viene. Ambos empezaron a ensayar fórmulas cruzadas con el radicalismo y, en la aventura, mostraron diferencias. Mientras la ex ministra de Seguridad parece haber elegido a Alfredo Cornejo como compañero de boleta, Larreta optó por tener varias figuras en danza y dejar que la UCR elija. Con esta estrategia, le daría más entidad al partido centenario y su dinámica. No sería alguien del PRO eligiendo a un radical sino el radicalismo eligiendo a un radical para acompañar al dirigente amarillo. En el listado están Gerardo Morales, Gustavo Valdés y Carolina Losada.
Este viernes, el jefe de Gobierno, el gobernador de Corrientes, Valdés, y el intendente de Corrientes, Eduardo Tassano, encabezarán un encuentro con más de 60 alcaldes de todo el país de cara a la Cumbre Mundial de Alcaldes de C40, que se realizará en octubre en la ciudad de Buenos Aires. La reunión tendrá lugar en esa provincia del litoral y será la última del “Camino Federal Hacia la Cumbre”, donde jefes comunales y equipos técnicos trabajaron en una Declaración de Ciudades Argentinas con compromisos climático.
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