La crisis del sistema es de larga data y la emergencia por la pandemia la agrava. Deudas multimillonarias y advertencias. Una carta que pegó fuerte.
Por ANTONIO ROSSI.
A medida que pasan los días de la cuarentena, las cuentas del negocio eléctrico se tiñen cada vez más de rojo. Ya sea por las dificultades económicas que enfrentan o por la decisión empresarial de preservar sus recursos, todas las distribuidoras del país (privadas, provinciales y cooperativas) arrastran algún tipo de atraso en los pagos de sus facturas a la CAMMESA, la administradora del mercado eléctrico, por la energía que reciben del sistema nacional, lo que suma ya más de 60.000 millones de pesos y equivale a casi dos meses de facturación. En ese contexto, las cooperativas eléctricas de la provincia de Buenos Aires decidieron no pagar los compromisos que vencen a principios del mes que viene.
Lejos de corregirse, este preocupante escenario económico, que obliga al Estado a desembolsar más subsidios para poder mantener en pie el funcionamiento del sistema eléctrico, va camino a agravarse por dos hechos salientes registrados en los últimos días.
El primero de ellos tiene que ver con la fuerte caída que se verifica en la recaudación de la CAMMESA con respecto a los ingresos que esperaba recibir en marzo.
Según el informe preliminar que los técnicos del organismo elevaron en al secretario de Energía, Sergio Lanziani y al ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, el nivel de cobrabilidad promedia apenas el 50%.
Sergio Lanziani, secretario de Energía.
Edenor y Edesur solo han pagado el 50% de sus facturas, mientras que las restantes distribuidoras privadas y provinciales apenas llevan cancelado entre el 35% y el 50% de lo que tenían que pagar este mes.
El segundo hecho está vinculado con la drástica decisión que han tomado las cooperativas eléctricas de la provincia de Buenos Aires.
El último miércoles, las entidades que representan a las cooperativas eléctricas bonaerenses le anticiparon a Lanziani que no van a abonar la totalidad de las facturas emitidas por la CAMMESA (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico) que vencen el 8 de abril.
Esas facturas en juego corresponden a la energía que las cooperativas adquirieron en el mercado mayorista a lo largo de febrero y ascienden a 1.100 millones de pesos. Si bien ese monto solo representa algo más del 3% del total que factura mensualmente la CAMMESA, la jugada extrema de las cooperativas bonaerenses de dejar de pagar promete sacudir fuertemente los cimientos del mercado eléctrico y no se descarta que ese ejemplo sea imitado por las cooperativas de otras regiones o incluso por las distribuidoras que controlan los estados provinciales y que también se encuentran jaqueadas por serios problemas económicos y financieros.
La “medida excepcional” de las cooperativas fue comunicada a Lanziani por medio de una nota suscripta por los presidentes de las siguientes entidades: Oreste Binetti (APEBA); Julio Stevani (CRECES); José Luis Hermida (FACE Regional Buenos Aires); Ariel Guarco (FEDECOBA) y Roberto Otero (FICE).
En la nota al Gobierno nacional, los cooperativistas justificaron su decisión de entrar en default con la CAMMESA por el impacto negativo que sufrieron de dos hechos clave.
Por un lado, la suspensión del aumento tarifario del 25% que había autorizado la anterior administración de María Eugenia Vidal y que Axel Kicillof dejó sin efecto a los pocos días de instalarse en La Plata. Y por otro lado, el cierre de las oficinas comerciales por la crisis sanitaria del coronavirus, que cortó el ingreso de fondos e imposibilitó el reparto las facturas del último período mensual.
“A los efectos de priorizar la prestación del servicio, el pago de los salarios y la compra de los insumos más relevantes, le informamos que en forma excepcional y extraordinaria nuestras representadas dejarán de abonar las facturas emitidas por CAMMESA por la adquisición de energía en el MEM que tienen vencimiento el día 8 de abril”, resaltó la misiva que las cooperativas le enviaron a Lanziani.
Las cooperativas de la provincia de Buenos Aires arrastran una deuda que supera los 3.000 millones de pesos y representa el 5,6% de las facturas pendientes de cobro que tiene la CAMMESA con todas las distribuidoras eléctricas del país.
Tras destacar que prestan servicio a más cuatro millones de habitantes en el interior de la provincia y que emplean a 4.150 agentes, las cooperativas bonaerenses solicitaron al Gobierno que “suspenda la aplicación de recargos e intereses, de modo que nos permita poder regularizar los pagos en la medida en que se comience a normalizar la situación general por la que estamos atravesando”.
DEUDAS ATRASADAS. De acuerdo con los números oficiales, las cooperativas de la Provincia arrastran una deuda que supera los 3.000 millones de pesos y representa el 5,6% de las facturas pendientes de cobro que tiene la CAMMESA con todas las distribuidoras eléctricas del país.
La lista de las cooperativas más morosas está encabezada por la operadora de Zárate, que debe 1.700 millones de pesos, lo que equivale a casi nueve meses de facturación.
En segundo lugar, se ubica la cooperativa de Villa Gesell con 670 millones de pesos de deuda, que representan la facturación de 11 meses. Y en tercer lugar aparece la cooperativa de Tres Arroyos con una deuda de 300 millones de pesos, equiparable a 5 meses de su facturación habitual.
En tanto, por el lado de las empresas provinciales, el podio de las más deben está liderado por Misiones con una deuda de 8.600 millones de pesos, que equivale a 10 meses de su facturación.
Es seguida por la distribuidora estatal de la provincia de Santa Fe, que adeuda 8.000 millones de pesos equivalente a tres meses de sus consumos facturados.
Luego viene la distribuidora privada de Mendoza –que está bajo el control del fondo de inversión Integra del exministro menemista José Luis Manzano– con una deuda de 6.500 millones de pesos, que representa casi siete meses de facturación.
Completa el lote de las cuatro más morosas la distribuidora privada de Río Negro –manejada por el grupo Neuss—, que debe 4.600 millones de pesos, suma que equivale a 11 meses de facturación.
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