Dos calificadores degradaron la nota de crédito del país por un incumplimiento; el gobierno dijo que se reinició "de manera correcta" el refinanciamiento; el riesgo país sube y Brasil va al Club de París
CARACAS.- El gobierno venezolano salió ayer en tromba a defender la solvencia económica de su gestión durante las horas más convulsas de la mayor crisis de su historia, después de que dos agencias calificadoras de riesgo anunciaron el default parcial del país.
"Sólo los revolucionarios y chavistas podemos solucionar los problemas del país. Venezuela tiene todo lo necesario para ser una patria potencia", clamó Nicolás Maduro después de que su vocero aseguró que comenzaron a pagar sus deudas. Todo ello en el día en que su riesgo país superó los 5000 puntos, según cálculos de Econométrica.
Jorge Rodríguez, nuevo ministro de Comunicación, compareció para asegurar que se ha "iniciado de manera franca y correcta el refinanciamiento de la deuda externa" con el pago de 1000 millones de dólares. "Todo esto sin dejar de proteger al pueblo de Venezuela", añadió, pese a los "intentos de Estados Unidos" de someter la economía venezolana y pese al "cerco brutal" en el que también participaría la oposición, encabezada por Julio Borges, presidente del Parlamento.
La todopoderosa Asamblea Nacional Constituyente, que no es reconocida por la mayor parte de la comunidad internacional, también aprobó su respaldo y acompañamiento al proceso de refinanciamiento de la deuda externa venezolana, valorada en entre 128.000 y 150.000 millones de dólares.
En el país del chavismo las palabras van por un lado y los números, por otro. Fitch Rating confirmó durante el día la rebaja de los bonos de Venezuela al mismo "default restringido" con el que un día antes había puntuado los bonos de Pdvsa. Esta calificadora de riesgo mantiene que ha vencido el período de gracia para el pago de los intereses de los bonos soberanos de 2019 y 2024. Standard & Poor's (S&P) también redujo su nota crediticia y la agencia china Dagong situó a Venezuela en su lista negativa, en lo que considera es una falta de disposición para pagar su deuda.
El examen definitivo está ahora sobre la mesa de la Asociación Internacional de Swaps y Derivados (ISDA), que retrasó hasta mañana, por segunda vez esta semana, su decisión en torno a si Pdvsa incurrió en el impago de los intereses de sus bonos. En una nota pública, detallaron que el Comité de Determinación está tramitando la información necesaria.
Pese al cúmulo de noticias negativas, el chavismo dice que la situación va viento en popa. "Se inició con rotundo éxito el proceso de refinanciamiento de la deuda externa de Venezuela como estrategia para cumplir cabalmente con nuestras obligaciones", resumió el gobierno de Caracas tras la reunión de 20 minutos con los tenedores de la deuda realizada el lunes en un hotel de la capital venezolana.
El chavismo busca hoy un nuevo golpe de efecto con la firma el acuerdo para reestructurar la deuda con Rusia, su gran aliado, que se calcula en 3000 millones de dólares. Un optimismo que contrasta con la frustración de los acreedores, que no vieron un solo avance en la reunión de anteayer.
El gobierno argumenta que en 36 meses ha pagado más de 73.000 millones de dólares por concepto de capital reembolsado e intereses. No hay fecha para la siguiente reunión, en lo que se teme será un largo y complejo proceso con la amenaza de desencadenar el incumplimiento de su multimillonaria deuda.
Una de las grandes paradojas del caso venezolano es que se trata de un país productor de petróleo que fue incrementando su deuda exterior durante el mandato de Hugo Chávez (1999-2013), pese a los tiempos de bonanza petrolera vividos entonces. En sus mejores años, con el precio del barril de petróleo por encima de los 100 dólares, Venezuela recibió 970.000 millones de dólares. Hoy sólo quedan 9700 millones en sus reservas internacionales
La realidad económica se empeñó ayer en socavar los discursos políticos, un día después de que la OPEP reveló que la producción petrolera de Venezuela ha descendido a los niveles de hace tres décadas. Los bonos se desplomaron por encima del 10%, con un mercado a la expectativa. "Los tratan como que ya Venezuela entró en default", interpretó el economista Luis Oliveros. La bolsa de Luxemburgo, país en el que se concentra un porcentaje del dinero de los boliburgueses venezolanos, suspendió en las últimas horas la negociación de los bonos venezolanos al 2019 y 2024.
En medio de las turbulencias crediticias, Brasil también recurrió al Club de París en busca de los 262 millones que le debe el gobierno bolivariano y que ya suma un retraso de dos meses.
"Hay una diferencia gigante entre impagar una deuda y pagarla tarde. Ambos son una ruptura de las condiciones establecidas, pero nadie embarga por el retraso de un pago que al final se hizo", detalló Luis Vicente León, presidente de Datanálisis, que sostuvo que la declaratoria de default por retraso difícilmente active una solicitud de aceleración de cobros del bono, "pues los tenedores adelantarían un default real que los afecta".
Los millones de la deuda
128.000 millones de dólares
Es la deuda soberana de Venezuela emitida en bonos del gobierno
200 millones de dólares
El gobierno de Caracas no cumplió con ese pago de bonos con vencimiento en 2019 y 2024
9700 millones de dólares
Son las reservas internacionales del Banco Central de Venezuela. El año próximo el país deberá afrontar vencimientos de deuda por unos 8000 millones de dólares
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