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Contrariamente a lo que sucede en otras ciudades del país, y a lo que se estimaba, los decks en Mar del Plata no solo continuarán -pese a las quejas de comerciantes, automovilistas y especialistas en el tema tránsito-, sino que, de aprobarse por el Concejo Deliberante un proyecto que avanza en comisiones, podrán contar con publicidad, ser techados y cerrados lateralmente. Al mismo tiempo, los comercios propietarios podrán colocar sillas y mesas en las veredas, siempre y cuando se deje “espacio suficiente para la circulación peatonal”. En definitiva, menos espacio. El nuevo proyecto para el programa “Comemos Afuera”, el cual surgió durante la pandemia e impulsó la instalación de decks gastronómicos en distintas calles de Mar del Plata, fue aprobado este martes en la Comisión de Obras. Se adelantó que existe la posibilidad de que se realice una jornada conjunta de las comisiones de Hacienda y Legislación para que la propuesta pueda ser votada en la próxima sesión del Concejo Deliberante.
La propuesta final respecto a las estructuras gastronómicas incorporó informes del ejecutivo, concejalías e instituciones. Entre las principales novedades que contiene, se destaca que los decks podrán contar con publicidad, ser techados y cerrados lateralmente, como así también los comercios propietarios podrán colocar sillas y mesas en las veredas, siempre y cuando se deje “espacio suficiente para la circulación peatonal”. No obstante, se aclara que “los decks y los mobiliarios que se instalen sobre calzadas estarán sujetos al pago de tributos que correspondan conforme las previsiones de las ordenanzas fiscal e impositiva del ejercicio 2023 en adelante”. Asimismo, se precisa que los gastronómicos que cuentan con los permisos precarios y autorizados tendrán hasta el 30 de abril para adecuar sus instalaciones a la nueva ordenanza.
En otro apartado, el documento señala que los “decks podrán techarse para lograr optimizar su uso en condiciones climáticas desfavorables”. Además, el proyecto indica que “la coexistencia de decks con mesas y sillas en la acera está permitida”, aunque se aclara que “por cuestiones de accesibilidad se debe dejar espacio suficiente para la circulación peatonal”. Cabe recordar que, a pesar de las críticas de los comerciantes no gastronómicos a los decks, el intendente Guillermo Montenegro defendió su implementación y sostuvo que son “algo bueno”, pero que “tiene que estar controlado”. Montenegro indicó a su vez que tanto él como el resto de los concejales de Juntos por el Cambio, entienden que los decks “tienen que ver con generación de laburo y con la posibilidad de que haya más marplatenses que puedan estar mejor”.
Evidentemente no piensa lo mismo el intendente de La Plata, también del PRO, Julián Garro. En la capital bonaerense, los bares y restaurantes, cumplido el rol para el que fueron habilitados en la pandemia, comenzarán a retirar decks y mesas de la vía pública. Como en Mar del Plata, en La Plata los locales gastronómicos comenzaron a usar el espacio público en octubre de 2020 para brindar atención a los clientes en la pandemia y en el marco de una prueba piloto que puso en marcha la Comuna para fomentar la reactivación del sector que venía muy golpeado por la cuarentena estricta. Fue así que empezaron a atender en la calle, incluso más allá de las veredas, en los espacios donde normalmente estacionan los autos. Muchos comercios montaron estructuras, decks y barandas para ampliar la vereda y, por consiguiente, el espacio en el que disponen mesas y sillas. Pero ahora que ya pasaron casi dos años de aquella disposición municipal, la Comuna inició una negociación con los empresarios para que comiencen a retirarse de la vía pública.
El objetivo, claro está, es “ir ganando lugares sobre la vía pública y levantar los decks en coordinación con los comercios”, algo totalmente contrario a lo que sucede en Mar del Plata, donde la situación se desmadró. “Solo el día en que se produzca una tragedia y un colectivo o un camión terminen arriba de un deck se tomará conciencia de esta locura”, admite en off the record un funcionario de carrera del área de tránsito. En tanto, mientras desde la intendencia e incluso desde el sindicato de trabajadores gastronómicos se insiste en destacar que los decks “generan laburo” (para sus fabricantes, seguramente), comerciantes que se sienten afectados por la “invasión de sus veredas y espacios” efectuaron un relevamiento que de ninguna manera avala tales posiciones. Guillermo Fasano, expresidente de la Cámara Textil, aclaró que como “comerciante y ciudadano” dio a conocer los resultados de un trabajo realizado en base a lo que sucedía en diez decks sobre la calle Güemes y otros 29 sobre Olavarría.
¿Qué se hizo? Cada día, hora, y a partir de la temperatura y el clima, se relevó la ocupación de los decks existentes en Güemes y en Olavarría (39 en total). Se contaron los ocupantes, incluidos niños, durante distintos días tomados al azar, entre las 9 y las 20.30. “La idea era sacar del relevamiento la nocturnidad, que se supone no es la finalidad del proyecto”, se explicó. En este contexto, calificaron de “asombrosos” los resultados. “Se determinó que en promedio hay dos personas por deck y con un máximo de cinco. Excepcionalmente, encontramos algún deck con diez o doce personas. De todos los decks, solo trabajan unos pocos. Serán cinco en Güemes y cinco en Olavarría. En este último caso, hay muchos decks de locales que no abren durante el día y que están ocupando durante muchísimas horas un lugar de estacionamiento o bien de tránsito vehicular. ¿Cuántos puestos de trabajo generan sin nocturnidad? Cero”, escribió Fasano en sus redes sociales.
“Hablan de generar laburo pero esto da cero. Solo le dan a los dueños de los bares un porcentaje mayor de ocupación. La otra conclusión a la que llegó es que los días de lluvia o fríos no tienen gente ni aun en los locales techados. Reitero que este es un relevamiento hecho durante el día. De noche es otra historia. ¿Alguien duda que están alentando la nocturnidad? Y -oh casualidad- en el mismo momento presentan el proyecto de baile espontáneo y no conforme con eso, el de las terrazas”, expresó por último Fasano. En tanto, crece el descontento de los marplatenses con la medida. Un ejemplo: en los comentarios de los lectores, al conocerse la posición a favor de los decks de los gastronómicos, pueden leerse frases como “con este criterio que cierren todas las calles de los centros comerciales y se termina la desocupación”, “negocios para pocos, trastornos para el resto” o “molestan el tránsito vehicular”.
En tanto, cuando se publicó la información sobre el avance del proyecto en el Concejo Deliberante, lectores de este medio opinaron que “tienen que poner semáforos en las veredas para que puedan pasar los peatones y no choquen con los mozos”; “ya hay abogados que están tomando cartas en el asunto”; “cartón lleno: ahora publicidad”; “pésima decisión con la única idea de recaudar”; “locales en la vía pública, ojalá paguen alquiler”; “están haciendo oídos sordos al pedido del 99% de los marplatenses”; “es un atentado contra la ciudad” o “un día habrá una tragedia con un loquito al volante o tal vez un desperfecto mecánico y después no habrá marcha atrás”. Los comentarios y opiniones se multiplican. “Una gran oportunidad para que el municipio muestre fortaleza para gestionar el espacio público en beneficio de la mayoría”, señaló Federico Weyland; “no se podrá caminar por la vereda como en Rawson y Güemes” sostiene otro lector, mientras que Federico Beltrán sostuvo que “si no es un lugar privado ni tampoco de la Municipalidad, es espacio público, estamos sufriendo un nuevo avasallamiento”. Gabriela Barreto sugiere “seguro de vida obligatorio para los trabajadores y comensales, así quedan cubiertos de cualquier evento desafortunado”, al tiempo que Beatriz Sueiro refirió que “no importa que los ciudadanos estén en contra, los poderosos pueden. Una antigua pizzería lo hizo después de la pandemia. Trampa total, como muchos otros”, concluyó.
Lo cierto es que más allá de las críticas y los trastornos que se viven en Mar deck Plata a partir de la irrupción desmedida y descontrolada de estos módulos gastronómicos (muchos comercios han abierto, por sus dimensiones, decks que se convierten en sucursales duplicando su capacidad original), el proyecto avanza en el Concejo Deliberante. Y todo hace prever que habrá que seguir conviviendo con estos, pese a que la pandemia ya culminó, aunque ahora con maceteros, techos y carteles publicitarios. Todo ello, en pos de “generar laburo”, lo cual, extraña e inexplicablemente no sucedería a menos de 400 kilómetros de la ciudad, en La Plata, donde a los decks les llegó la hora del desmantelamiento tras haber cumplido el rol para el cual fueron habilitados.
La seguridad, principal preocupación de los marplatenses. Un relevamiento de opinión pública realizado en octubre por la consultora Analipsis determinó que la seguridad, según el 71,74% de las personas encuestadas, constituye la principal inquietud de la ciudadanía. En tanto, las tres posiciones que le siguen son aspectos vinculados con la situación económica como la inflación (58,97%), la desocupación (49,14%) y la falta de referencia de precios (42,51%). Recién en el sexto lugar aparece el primer tema que se relaciona directamente con la órbita municipal: el estado de las calles, con un 38,57 %; el tránsito, que se ubica en el noveno lugar (24,82%); la limpieza (12,58%) y el alumbrado (4,42%), en los últimos lugares.
A partir del análisis de las preocupaciones por rango etario, se observa que las cinco primeras preocupaciones son comunes. Sin embargo, en el caso de la seguridad, la percepción es mayor en todos los rangos de edad hasta los 60 años. A partir de esa edad, si bien la preocupación es alta, es menor a la media. Por su parte, la inflación constituye una preocupación mayor al promedio (58,97%) para mayores de 61 años (65%), y menores de entre 16 y 25 años (66,33%), generalmente personas con menores ingresos que el resto. En otros rangos, ronda el 51,94% (entre 41 y 60 años) y el 56% (entre 26 y 40 años). Justamente, en el rango mayor a 61 años, constituye la principal preocupación, relegando a la seguridad. Lo mismo ocurre con los precios: una preocupación mayor al promedio (42,51%) para mayores de 61 años (47,50%), y menores de entre 16 y 25 años (46,94%). En otros rangos, ronda en el 38,76% (entre 41 y 60 años) y el 39% (entre 26 y 40 años).
En el caso de la desocupación, el trabajo de Analipsis al que tuvo acceso este medio resalta que manifiestan una preocupación mayor las personas que se encuentran activas en el mundo laboral (26 a 40 años) con un 60%, por encima del promedio del 49,14%. En este caso, se destaca que entre mayores de 61 años esa preocupación es menor (38,75%). A partir del análisis de las preocupaciones por ocupación, hay algunos aspectos que pueden resaltarse: en aquellas personas que hoy no se encuentran trabajando, estudiando o son jubilados, la preocupación por la inflación es superior a la media. En tanto, la desocupación es un problema, pero menor al resto de las categorías en los jubilados (42%). Si bien la inflación tiene un nivel de importancia del 58,97% del total de la muestra, en aquellas personas que actualmente trabajan el número es ligeramente menor (55,67%), pero superior en los que no tienen ocupación (73,33%), en los estudiantes (66,67%) y en los jubilados (66%). A la vez, en el caso de la educación, los jubilados (48%) lo ven como un problema mayor que otros segmentos, como por ejemplo, los que trabajan (38,49%) y los que no tienen ocupación (33,33%).
“Mar del Plata está en la mira del TC2000 para organizar una carrera en las calles de La Feliz en 2023. A la categoría le fascina la idea, ya que toda ciudad nueva que se incorpore con este tipo de opciones alimenta la oferta para la disciplina. Y en la urbe balnearia hace rato que se evalúa la posibilidad, porque el objetivo sería ofrecer a la ciudad con propuestas de primer nivel deportivo, social y turístico durante todo el año”, se consignó en un artículo publicado por Clarín, tal como lo adelantó LA CAPITAL la semana anterior. Se recordó que hace unos días, hubo una reunión y caminata para evaluar un posible trazado callejero. La categoría, que supo brillar años atrás en circuitos urbanos, quiere repetir la fórmula que se llevó a cabo en Buenos Aires, cuando reunió a un millón de espectadores en cercanías del Obelisco, en el clásico de Santa Fe o en la glamorosa Punta del Este.
En Mar del Plata se concretó el primer encuentro, del que participaron Alejandro Levy, presidente del TC2000; Diego Levy, del grupo Tango Sports; Daniel Igoillo y Fernando Croceri por la Asociación Argentina de Volantes; más Guillermo Montenegro, intendente de General Pueyrredon, y Fernando Muro, concejal de la ciudad. “Tuvimos una reunión muy positiva en Mar del Plata. Hay mucho interés y excelente predisposición para encarar un proyecto ambicioso como el del callejero”, le comentó a Clarín Alejandro Levy, uno de los responsables de Tango Agencia, la empresa que gestiona el TC2000 y el Top Race, entre otras categorías. Se consignó en dicho medio que cuando el TC2000 logró aquellas competencias históricas en la Ciudad de Buenos Aires, con los callejeros en el Obelisco y luego en Palermo, Montenegro fue un actor protagónico de aquellas experiencias, ya que se desempeñaba como responsable del operativo de seguridad. El evento tuvo resultados altamente satisfactorios tanto en lo deportivo como en lo turístico, social y comercial.
¿Dónde se armaría el circuito callejero de Mar del Plata? Como lo consignó este medio, desde el municipio se evalúan dos alternativas. La primera opción que se trabaja es en la zona del puerto, con escenario en la Base Naval, Playa Grande y la Escollera Norte. Este trazado tendría unos 3.500 metros de extensión. La otra idea es armar el callejero en la Rambla Peralta Ramos, con epicentro delante del Hotel Casino, el Hotel Hermitage y el Hotel Provincial, también con una longitud que no alcanzaría los 4.000 metros. “En esta primera instancia, intercambiamos información como para sumar experiencias y buscar el mejor camino para transitar de manera mancomunada”, indicó Levy. De concretarse, no sería la primera vez que el TC2000 compita en Mar del Plata. La última vez que Mar del Plata recibió a la categoría fue en 2004, pero en el autódromo de esa ciudad. Aquella vez el vencedor fue Gabriel Ponce de León (Ford Focus), escoltado por Emiliano Spataro y Oscar Fineschi. Tampoco sería la primera vez que se desarrolle una competencia automovilística en un trazado callejero de Mar del Plata. Desde la década de los años ’40, varias carreras con figuras rutilantes como Juan Manuel Fangio se efectuaron con el paisaje costero de la ciudad.
En marzo de 2012, la entonces presidente Cristina Fernández de Kirchner adelantó el proyecto que tenía a Mar del Plata como epicentro para recibir a la Fórmula 1, en uno de los tantos avances que se hizo desde el ámbito de la política. El circuito había sido diseñado en 2009, cuando se iniciaron las conversaciones entre el Gobierno argentino y Bernie Ecclestone. Aquel dibujo tenía 18 curvas y una extensión de unos 5.000 metros. Según las pruebas realizadas con simuladores, el tiempo de vuelta promedio era de 1m33, con una velocidad media de 193 km/h y una velocidad final de 321 km/h hacia el final de la recta principal, en la Escollera Norte y rumbo hacia el mar. Pero como todo lo relacionado con cualquier intento del regreso de la Fórmula 1 a la Argentina (la última vez fue en 1998 en el autódromo de Buenos Aires), la gestión terminó en fracaso absoluto. Ahora, Mar del Plata y el automovilismo nacional comienzan a desandar el camino de esta seductora intención de combinar el precioso paisaje costero con un espectáculo fierrero, en este caso de la mano del TC2000. O mismo el Top Race, si se pretende armar una “Semana de la Velocidad”.
Cortitas y al pie. Juan Torres, presidente de Residencias Cooperativas de Turismo, en Chapadmalal, vaticinó, en informal diálogo con periodistas, que la que viene será una temporada brillante. En ese remodelado complejo, las reservas para este fin de semana largo llegaban prácticamente al 100 por ciento. “Estimo que estaremos con ocupación a full todo el verano”, alegó. // Un nuevo restaurante -se llamaría Muu-, cuya especialidad serán las carnes ahumadas, se dispone a abrir sus puertas en la zona de Bernardo de Irigoyen y Formosa. La alta gastronomía sigue creciendo en Mar del Plata, convirtiéndose ya en un polo de atracción turística.// Excelente fue el saldo que arrojó la realización, durante 23 horas, del Hackathon MGP 2022. Durante el evento, que contó con 120 inscriptos, se trataron tres ejes y se logró desarrollar una herramienta digital para cada uno: movilidad urbana, turismo y agro. // Animada fue la fiesta de la peña La Mitad Más Uno de Mar del Plata, para celebrar su sexto aniversario. Casi 300 invitados concurrieron a la convocatoria de Diego Finamore, donde estuvo presente el exjugador de Boca, Clemente Rodríguez, ganador de tres Libertadores y una Intercontinental. Muchas canciones de cancha, sorteos de camisetas firmadas por jugadores y entradas para la cancha y baile con la banda Dale que sale. Los bicampeones danzaron hasta el amanecer.// La rompió. Luego de tres años volvió a Mar del Plata el cantante y compositor Andrés Calamaro, quien llenó el Polideportivo. Una fiesta donde sonaron sus hits y hasta tuvo el ingrediente extra de la participación de Juanse como artista invitado en algunos temas. Un show impecable que abre la serie de recitales para ese espacio en los próximos meses, cuando llegarán, entre otros, Ciro y Los Persas y Divididos.
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