Mientras el fuego por la caída en Santa Fe todavía estaba (y está) vivo, Eugenio Burzaco se reunió con Eduardo Villalba, titular del Comité de Seguridad en el Fútbol. Ahí, el encargado de la seguridad en River presentó toda la documentación con el descubrimiento de que Walter De Marco fue el agresor de Leandro Grimi contra Godoy Cruz y que además de tener la firme intención de expulsarlo como socio, le pidieron al Comisé de Seguridad que lo incluya en la lista del derecho de admisión.

Así, el pedido de River, dada la gestión para encontrar al que tiró la madera, fue que sólo le clausuren las tribunas Sívori media y baja para el clásico.

¿Entonces? Tras su regreso de un congreso en Estados Unidos, Sergio Berni no quiere mostrar debilidad en esta decisión y piensa que aceptar el deseo de River, iría en ese sentido. Por eso, surgió una posibilidad que fue adelantada por Olé la semana pasada: clausura al Monumental por un partido y que River-San Lorenzo se juegue en Vélez con público, en una medida similar a la que le aplicaron a Boca en 2012 luego de un cartelazo a Farías en un partido con Independiente.

En Núñez, igualmente, no seduce demasiado ir a Liniers porque a su gente no le gusta y es todo un tema reestructurar el ingreso de los socios y la venta de entradas.

¿Entonces II? Entre el martes y miércoles será clave la gestión política de River para torcer esta idea de jugar en Vélez y poder hacerlo, con gente, en el Monumental. Pero la palabra final la tiene el Comité de Seguridad... Por las dudas, Rodolfo D’Onofrio repitió: “Espero que quienes tomen la decisión vean que el único responsable es quien tiró la madera. No pueden ser 50 mil los culpables por este acto increíble”.