Una jueza de Rio de Janeiro suspendió el jueves el partido amistoso entre el local e Inglaterra previsto en el Maracaná el próximo domingo.
La jueza hizo lugar a una solicitud del Ministerio Público estatal que indicó que no se han presentado las garantías correspondientes, "no existiendo hasta el momento la comprobación de que el estadio cumple los requisitos mínimos necesarios para la realización de juegos o eventos", según el fallo citado por la prensa.
El Maracaná, sede de la final de la Copa Confederaciones y del Mundial-2014, esperaba recibir una multitud de 74.000 personas el domingo en lo que sería la segunda prueba para el estadio, tras su reapertura el pasado 27 de abril, luego de una reforma de dos años y medio.
El fallo exige que se presenten los informes técnicos que avalan que la estructura está apta para recibir el juego.
"A pesar de las innumerables solicitudes hechas por el Ministerio Público, los laudos no fueron entregados en su totalidad, no habiendo, por el momento, la comprobación de que el estadio presenta los requisitos necesarios para la realización de juegos", indica la decisión.
El jueves es feriado en Brasil y el tribunal no atendió a los llamados de la AFP.
En un comunicado, la gobernación de Rio, propietaria del Maracaná, aseguró que "todos los requisitos de seguridad fueron cumplidos y por una falla burocrática el laudo de la PM (Policía Militar) que comprueba el cumplimiento de las reglas de seguridad del Maracaná no había sido entregado".
El documento ya fue entregado al tribunal de guardia con la apelación al fallo.
Por ahora, hasta tanto no sea revertida la decisión, la celebración de cualquier evento en el Maracaná conllevará a una multa de 1 millón de reales (unos 500.000 dólares).
Las selecciones de Brasil e Inglaterra están concentradas en Rio de Janeiro.
El Maracaná está bajo control de la FIFA, pero las obras en los alrededores del estadio, muy atrasadas, continúan.
Comentá la nota