El anuncio de reestructuración de Montenegro vino acompañado de distintas repercusiones. Raverta aprovechó el acto de lanzamiento de su candidatura para profundizar las críticas al intendente.
Por Bruno Perrone
Emturyc. Esas siete letras eclipsan la novedad que expone la agenda política de la semana en Mar del Plata. Como era de esperar, la decisión de Guillermo Montenegro de unificar dos áreas claves para dar forma a un nuevo Ente Municipal de Turismo y Cultura no pasó desapercibida y vino acompañada de distintas repercusiones. El intendente buscó dar un mensaje de transparencia y austeridad después del escándalo que, por un lado, costó la eliminación de una delegación local en los 32° Juegos Bonaerenses, y la posterior renuncia de todos los funcionarios de la secretaría de Cultura: sí, el tan cuestionado Carlos Balmaceda, y los (ex)directores Christian Rabe, Damián Arregui y Julio Neveleff.
Hablar, justamente, de "costos" al tratar el tema no es inocente. Es que la reducción del gasto público fue uno de los argumentos que más se repitió en el discurso oficial a la hora de dar a conocer los primeros detalles de la reestructuración. La gacetilla municipal resaltaba que, con estos cambios, "se optimizan los trabajos y recursos, se disminuye el gasto público, y se eliminan trabas y burocracias, ya que al pasar a ser un Ente y no depender de Administración Central se simplifican e independizan muchos procesos".
Y en el primer considerando del decreto que confirma la fusión de la secretaría y el Ente de Turismo en un único organismo descentralizado, Montenegro también se pronuncia en la misma línea: “Que para mejorar la eficiencia en los procesos de planificación, gestión e implementación de políticas municipales que involucran las áreas y temáticas comunes al Ente Municipal de Turismo y a la Secretaría de Cultura es necesario realizar un reordenamiento de las mismas”.
Veinticuatro horas después a la publicación de ese decreto, seis hombres y mujeres que estuvieron al frente de la secretaría de Cultura coincidieron en una carta pública para expresar su rechazo: dijeron que la medida es “anacrónica”, que le quita “autonomía” a Cultura y que hay una dinámica “completamente distinta” con Turismo. “No podemos de ninguna manera aceptar los criterios de ahorro de recursos tal como ha trascendido que inspiró esta sorpresiva decisión”, apuntó un tramo del escrito firmado por Nino Ramella, Marcelo Marán, Luis Reales, María Rosa Solsona, Leandro Laserna y Carlos Rodríguez.
A la embestida no demoraron en sumarse teatristas independientes, actores, actrices y artistas, y otros colectivos y organizaciones. Primero filtraron un documento por redes para juntar firmas en señal de repudio y el viernes se convocaron frente al Palacio Comunal. El reclamo del sector se apoyó siempre sobre la denuncia de un "vaciamiento cultural". "Eso es mentira. Cultura no desaparece del mapa ni hay un recorte de programas o presupuesto. Sigue todo igual pero con un mejor funcionamiento. Cultura va a tener la misma importancia y jerarquía que Turismo", responden en el oficialismo.
"El problema es que muchos están convencidos que un puesto político genera la jerarquización de cualquier área. Si todo fuera así, entonces tendríamos que abrir 40 secretarías con cargos para tratar cada tema importante. Con esto achicamos gasto, que es lo que quiere y necesita la gente, y ganamos en eficiencia y rapidez: los entes tienen una dinámica muy distinta a la de las secretarías. Y en un contexto inflacionario como el que estamos viviendo, la rapidez tiene un valor monetario", plantea un hombre del riñón del jefe comunal.
El "caso de éxito"
El cambio de esquema que propone Montenegro también puede leerse, puertas adentro, como una suerte de reconocimiento al trabajo del Ente de Turismo. Así como Balmaceda supo ganarse con honores el título del "funcionario más criticado" del gabinete, Bernardo Martín es, casualmente, el hombre protagonista de cada uno de los anuncios que despiertan mayor satisfacción para la municipalidad.
En el último tiempo, se han reportado constantes récords en los saldos de visitas. Durante 2022, se informó que Mar del Plata recibió 8.850.000 turistas, la cifra más alta de los últimos 16 años. Y el balance oficial más reciente de 2023 corresponde al cierre de julio: hasta esa fecha, habían ingresado 5.841.028 turistas, un 6,9% más que el mismo período del año pasado y el dato más alto desde que se tienen registros.
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