Buscan evitar un shock por su impacto en la canasta alimentaria. Los economistas creen que esa medida dispararía la inflación al 200% anual.
Juan Manuel Barca
El Gobierno sigue apostando fichas para evitar una devaluación. Faltando dos meses para las elecciones primarias, Sergio Massa sabe que un salto del tipo de cambio oficial aceleraría aún más una inflación. Hoy, se estima en torno al 150% para fines de 2023, pero en su equipo están al tanto de algunos estudios privados que calculan que una corrección cambiaria podría sumar 20 puntos adicionales al IPC, dependiendo del nivel de shock y traslado a precios.
Según pudo saber Clarín, el secretario de Comercio, Matías Tombolini, leyó un informe de PXQ que busca desmitificar la idea de que una devaluación no tendría mayores consecuencias sobre la inflación y los ingresos. Según la consultora de Emmanuel Álvarez Agis, desde el 2008 hubo cinco variaciones discretas del dólar oficial y dos corridas sobre los tipos de cambio paralelos (2020 y 2022), con un pasaje a precios de hasta el 100% en algunos rubros.
El trabajo de 9 hojas muestra que varios precios no se rigen por las cotizaciones paralelas (hoy, entre$ 474 a $ 500), sino que están valuados al dólar oficial, de $ 264. Así, si se analiza la composición del índice que se utiliza para medir la inflación (IPC), un 19% sigue una dinámica más vinculada al paralelo, mientras que un 30% (mayormente alimentos y bebidas) se guía por el valor oficial y el resto serían servicios, con una dinámica diferente a la de los bienes.
"Eso quiere decir que si se devalúa el tipo de cambio oficial, el 30% del IPC sufriría un traspaso de la devaluación a precios, mientras un 19% podría no verse afectado. Pensando solo en los efectos de primera vuelta de una unificación cambiaria, que implica una devaluación del tipo de cambio oficial de 100%, lo de arriba implica una aceleración de la inflación de 20 puntos porcentuales", señala el informe de PXQ.
El cálculo es con el supuesto de un traslado a precios del 80% en los seis meses posteriores a la devaluación, a partir de las experiencias históricas. No obstante, de ello -aclaran- no se deriva que los más afectados sean los alimentos. Según PXQ, esos precios están más altos que en la media histórica por la guerra, pero en términos relativos siguen baratos en dólares oficiales, lo que incentiva el turismo uruguayo.
Otros estiman que más de la mitad de una devaluación iría a precios. Así, si el tipo de cambio oficial subiera un 70%, la inflación podría duplicarse por unos meses. "El IPC se te va a acelarar, al punto que en tres meses se puede ir al 15% mensual y en el año al 200%", explicó Guido Lorenzo, director de LCG. Esto, a su vez, impactaría en ingresos y pobreza. Según la consultora, por cada punto que cae el poder adquisitivo, se sumarían 200.000 personas a esa situación.
Massa cuestionó semanas atrás a quienes hablan de "dolarización y de mega devaluación". La oposición, desde Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta hasta Javier Milei, contemplan una devaluación en su plan de gobierno. Con ese escenario base, la consultora de Miguel Kiguel, Econviews, proyecta un salto cambiario en el oficial a $ 360 en diciembre y a $ 500 en enero de 2024, con una inflación del 9 y el 16,8% mensual en cada caso.
En Equilibra, la consultora de Martín Rapetti y Diego Bossio, creen que el traslado a precios sería menor al de 2015, cuando Mauricio Macri unificó los tipos de cambio con el salto del 100% del oficial. Pero también alertan por los precios. "Si devaluás de una y por más que el traslado a precios es la mitad y la brecha del 100%, es una devaluación del 100% que te genera 40 o 50 puntos de inflación", señaló Lorenzo Sigaut Gravina, socio fundador de Equilibra.
Para no devaluar, Massa negocia desembolsos del FMI. Necesita fondos para compensar la sangría de reservas y seguir interviniendo en los mercados paralelos. Justamente, lo que se discute es cuánto va a poder utilizar de esos recursos para contener el dólar. El Fondo, además, exige una corrección cambiaria. Mientras tanto, el mercado mantiene los ojos puestos en el Banco Central, que este lunes volvió a desprenderse de reservas.
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