El ex intendente de Chivilcoy, Prof. Darío Speranza, se decidió y quiere competir nuevamente en el campo electoral. Ya asimiló la ajustada derrota del 2015 y comenzó a moverse para ser candidato, en esta ocasión, como senador provincial.

Speranza siguió muy de cerca toda la actividad militante después de diciembre de 2015, y aunque no se involucró con ninguna organización política, participó de casi todas las actividades que los espacios del campo popular fueron realizando a lo largo de todo ese tiempo, en contra de las políticas de Cambiemos.

"Este gobierno está destrozando al pueblo, especialmente a los trabajadores. No podemos quedarnos callados”, dice en relación al macrismo, pero también deslizando una mirada crítica hacia el espacio político local liderado por Florencio Randazzo, que lo llevó a ser intendente, tanto por lo ocurrido en los meses de campaña electoral como por lo que ocurrió después.

Semanas atrás asistió a un encuentro que nucleó a todas las agrupaciones kirchneristas, muchas de las cuáles son muy duras con el silencio del ex ministro de Interior y Transporte. Algunos randazzistas leyeron esa decisión como un grosero error político por la posibilidad de que Florencio Randazzo enfrente a CFK en las próximas elecciones. Otros observaron un gran gesto de independencia. En esa reunión, que se realizó bajo la frase "La Cuarta con Cristina”, Speranza defendió el proyecto político que encabezaron Néstor y Cristina Kirchner, y destacó la tarea de Randazzo dentro de ese contexto.

Esta actitud no pasó desapercibida para nadie, especialmente para el propio Florencio Randazzo, quien se reunió esta semana con Speranza. En ese encuentro, según trascendió, el ex intendente de Chivilcoy volvió a reafirmar su compromiso con los últimos 12 años de gobierno y también sus intenciones de competir. Randazzo habría visto con buenos ojos esta posibilidad y le dijo que "le meta para adelante”.

El dilema de Speranza será si su jefe político enfrenta a Cristina en estas elecciones porque Speranza se asume como peronista-kirchnerista. Por otra parte, suena cada vez más fuerte la versión de que la ex Presidenta no se postule como candidata, pero la gran mayoría de los analistas políticos y del propio peronismo, reconocen que tendrá un rol central en la conformación de una lista plural para lograr el mejor resultado posible. Hoy, la elevada 0. intención de votos que posee, que algunas encuestas le dan por encima del 40% en la provincia de Buenos Aires, la convierten en la principal referente contra el gobierno de Cambiemos.

En cuanto a la conformación de las listas en la Cuarta Sección Electoral será un terreno espinoso, pero a muchos dirigentes de peso en la región les interesaría tener a un candidato que, en el 2015, sacó más de 20.000 votos en su distrito y que, a pesar de aquella derrota (que se explica por otras razones que exceden al propio Speranza), siguió en contacto con la gente y la militancia, con un alto grado de aceptación en la comunidad en general. Después de ser intendente, volvió a la escuela, y el año pasado se jubiló como docente.

"Quiero estar en la línea de largada y tener la posibilidad de competir, y que todos los que quieran ser, se legitimen y ganen ese lugar en las urnas” dice a quien lo quiera escuchar, en relación a los que podrían ser sus eventuales rivales en caso de ser candidato a senador. Además señala: "Yo no me corrí ni un milímetro, no se otros qué pueden decir al respecto”.

En tanto, el pasado viernes asistió al acto por el 24 de Marzo organizado por todo el arco político, social, cultural y gremial nucleado en el campo popular, que convocó a la mayor movilización que se viera hasta el momento para el Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia en Chivilcoy. Allí se sumó a viva voz al grito de "a volver”, al igual que lo hiciera en cada actividad de la que participó el último año fuera del gobierno. Para Speranza, es posible que eso suceda. O por lo menos, dice que lo va a intentar.