El crecimiento patrimonial del ex gobernador Daniel Osvaldo Scioli ha sido ciertamente meteórico. En su declaración jurada del año 2005 presentada ante la Oficina Anticorrupción, aseguró tener un rojo de 45.273 pesos y estar en una virtual quiebra. En el año 2007, declaró haber cubierto dicha deuda y tener un superávit personal de 1.257.710,28.

Tres años después volvería a rehacer su declaración. El resultado fue sorprendente: más de 13 millones de pesos, compuestos por la estancia La Ñata, en Benavídez, un auto modelo 1998, una lancha de 1.200 pesos, 9 millones de pesos en acciones y 157 mil dólares. Un progreso ciertamente extraordinario.

No obstante ello, la curiosidad de la Oficina Anticorrupción se mantuvo alerta. ¿Eso era todo lo que tenía Scioli? En una investigación pormenorizada, salió a la luz que el ex gobernador había “olvidado” mencionar tres estancias en el interior de la provincia, un multimillonario proyecto inmobiliario en la ruta 11 a la altura de Villa Gesell y cuatro propiedades en Italia, por un monto total que supera los 200 millones de dólares.

Según allegados a la OA, la declaración jurada de Scioli es un sinfín de pistas y misterios a dilucidar. Por ejemplo, declaró tener 9 millones de pesos en acciones de las empresas El Alero y Capanone. Consultados por las autoridades, los integrantes de las compañías aseguraron que el ex gobernador es en realidad el propietario de las mismas, pero lo oculta para no tener que declarar el edificio de cuatro pisos en Abasto en donde funciona una ellas.

Las verdaderas sospechas y la posterior intervención de la Justicia, no obstante, comenzaron en el año 2016, cuando Scioli vendió, a través de su empresa Capanone S.A., 41 mil metros cuadrados de terrenos ubicados en Tigre a la empresa Miller Building Internacional S.A.

La operación se concretó el 10 de enero de 2016 por un monto total de 3.850.000 millones de dólares, que fueron depositados en la cuenta del ex gobernador en el Banco Provincia. Acorde a la Justicia, el monto pagado fue deliberadamente excesivo. La empresa, oriunda de La Plata, habría pagado un considerable sobreprecio como devolución de favores al ex gobernador.

En un estudio más meticuloso, se observa que Miller Building Internacional S.A. surgió como proveedora del estado recién en el año 2009. De manera intrigante, se convirtió inmediatamente en una privilegiada de Daniel Scioli, quien le otorgó la construcción de Villa La Ñata, el gimnasio, el micro estadio de Futsal que se erigió junto a la casa del por entonces gobernador y decenas de obras más, todas de gran envergadura.

A raíz de estos hechos, la Justicia actuó de oficio y la causa por enriquecimiento ilícito y lavado de activos recayó en la UFI Nro. 11 a cargo del fiscal Álvaro Garganta. Además, la Unidad de Información Financiera se encontraría en este momento preparando un nuevo informe, en el que se incluiría además sus estancias “La Negra”, de 5 mil hectáreas, “La Morocha”, de 5 mil hectáreas y “La Estrella”, de 1.500. Ésta última tendría, entre tantos lujos, ciervos en cautiverio, un numeroso servicio doméstico y hasta una pista de aterrizaje de 1.400 metros.