Mientras se viralizan sus conversaciones con la modelo Sofía Clerici y las declaraciones de Gisela Berger, el exgobernador visitó Campana y se reunió con la exintendenta. La incógnita por Cristina.
Felipe Solá confesó, años atrás, que uno de los secretos para permanecer en el poder es "hacerse el boludo". Su sucesor en el cargo, Daniel Scioli , parece haber seguido el consejo.
El exgobernador bonaerense fue el protagonista de un escándalo doble hoy, cuando se filtraron los chats subidos de tono que mantuvo con Sofía Clérici, la modelo con la que le habría sido infiel a su pareja, Gisela Berger, quien anunció su separación. Sin embargo, el motonauta optó por ignorar el tema por completo y dedicarse a hacer campaña
Scioli recorrió esta tarde el municipio de Campana.
En lugar de tomar un café con su ¿ex? pareja, se reunió con Stella Maris Giroldi, exintendenta kirchnerista de la localidad bonaerense, y miembros del espacio Vamos Campana y de la Mesa Varela Conducción.
El excandidato presidencial del Frente Para la Victoria (FPV) habló de los problemas económicos y sociales con la dirigencia local, e hizo hincapié en el cierre de comercios y despidos en empresas locales. Por su parte, Giroldi le manifestó su intención de trabajar por la unidad del peronismo, "apostando a la construcción de un proyecto que vuelva a ponerse al lado de las necesidades de la gente, a la participación y a la generación de dirigentes comprometidos con su ciudad".
En ese marco, el exgobernador ya había expresado que el peronismo "está haciendo un esfuerzo" por la "unidad" pero advirtió que "si son varios los dirigentes que aspiran a lo mismo, hay que dirimirlo democráticamente". "El peronismo es un partido que, con gran responsabilidad, tiene el desafío de actualizarse y renovarse porque la gente tiene bronca con las cosas del presente, pero también arrastra bronca con algunas del pasado", reconoció.
La intriga que todavía pesa sobre el justicialismo es si Cristina Fernández de Kirchner será candidata. A la expresidenta le gusta generar suspenso, como hizo antes de la reelección en 2011. Por eso, la semana pasada habló de "excluirse" del proceso electoral, mientras que hoy se desmintió a si misma y comentó que "nunca" creyó "en las exclusiones". Scioli optó por ser cauto y remarcó que "todavía falta para hablar de candidaturas". Sin embargo, dejó en claro que está dispuesto a ir a una interna con Florencio Randazzo, quien ya le declaró la guerra.
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